Rodrigo volvió a la sala y no encontró a Scarlet ni a su hijo. Entonces se imaginó que habían ido al jardín, aspiró con felicidad, como recibiendo el nuevo aire de alegría que impregnaba la casa con la llegada de Scarlet, aunque aún estaba algo molesto porque no había sido recibida como él lo hubiera deseado; de pronto comenzó a soñar por un momento, imaginándose casado con ella, todos los sirvientes tratándola como a una reina y Jr. muy feliz. Luego cayó en cuenta de lo que estaba pensando y le dio risa. "Ya hasta parezco un adolescente soñando tantas teorías. Pero no, no son tonterías, quiero hacerla mi esposa". Aun con esa sonrisa que le iluminaba el rostro decidió ir al jardín. Allí Scarlet y el niño estaban jugando con el perro. Los ojos de Rodrigo se encontraron con los de Scarlet, ella notó que él estaba muy feliz, entonces se apartó de Jr. y se acercó a él. —Nunca te había visto así. —¿Así cómo? —Te noto feliz, creo qu
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