Mi corazón estaba agitado aún, por el beso que acabamos de compartir. Aún podía sentir las corrientes corriendo por mi cuerpo, la sensación era demasiado exquisita, demasiado adictiva, tanto que parecía peligrosa. No podía negar que me asustaba lo que estaba sintiendo, era demasiado nuevo, novedoso y demasiado fuerte, pero no me iba a dar para atrás, no pensaba comportarme como una cobarde y huir. Nunca me había considerado alguien capaz de irse con tal de no afrontar una situación difícil.Saqué mi computadora y tal como le había dicho a Blake, empecé a estudiar, traté de no pensar en Blake, los ángeles, los demonios y todo eso fuera de lo natural. Pronto se acercaban los exámenes finales de semestre y había faltado demasiado a clases, debido a las pasantías que estaba
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