Me despierto por el calor, es sofocante. Estoy tapada completamente, algo que no suelo hacer a menudo. Seguro que en la madrugada hizo frío. Veo la hora, ya son las 10:17, hora de desayunar y de comenzar la limpieza que quedó pendiente. Afortunadamente no es mucho, así que tendré tiempo de preparar algo delicioso.Mi padre está tomando su infusión de limón y jengibre, dice que le ayuda a despertar mejor que un café. Creo que probaré su teoría, me sonríe y me dice que hay tostadas, mermelada y jamón. Me río, porque soy yo la encargada de las compras.Me siento a su lado y baja la Tablet, seguro leía el diario.- No hagas planes para hoy, tendremos una invitada - lo miro sorprendida, ¿una invitada? -.- Eh... había invitado a Arturo y su padre a almorzar – le digo con vergüenza -. Lo siento.- Pues te toca cocinar para cinco - se
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