Jean miró hacia todos lados para evitar lo mejor posible a Darién.Limpió la cocina ese día, sin ayuda de Luca como se le hacía costumbre, pero al perecer éste estaba en alguna parte del segundo piso con Abdel, porque era la tres de la tarde y aun no daba señales de vida.Movió su cuello de un lado a otro lo mejor posible, dándose cuenta de que necesitaba una enorme cama lo antes posible, porque o si no explotaría o se desmayaría. Sus sentidos estaban por el suelo, y ni hablar de cómo estaba su pierna con esa tremenda mordida.Ni siquiera podía colocarse el pantalón de manera adecuada porque le dolía el mínimo roce. Tomó una escoba y prosiguió a limpiar la sala, aunque no habían muchas cosas que hacer en ese lugar, hizo todo de manera lenta y casi se ponía a llorar al sentirse tan débil.Un largo suspiro salió de sus labios cuando se sentó en una de las sillas, y apoyó su frente en la mesa, sintiendo que su pierna estaba con una enorme mordida
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