Jean y Luca fueron detrás de un Walid asustado que intentaba salir de las garras de esos dos pero le era imposible hacerlo, debido a que estos querían tocarlo demás en sus partes... algo que no era permitido.
Pero, era un simple juego entre los tres, ya que las labores de la casa estaban terminadas.
Jean logró atraparlo por la polera que tenía puesta y lo alejó de la puerta por la que intentaba escapar de él. Se subió encima al igual que Luca, manteniéndolo en el piso inmovilizado.
— Te atrapé — dijo Jean, lleno de orgullo — Vamos a divertirnos.
— La única persona que se va a divertir soy yo cuando vea como Kros te deja sin hijos por estar tocándome en partes en donde no debes — se quedó quieto — Deja de tocarme, cochino.
— Sólo reviso el paquete de entrega — pellizcó su tetilla — Todo en orden — Luca se bajó y luego él — ¿Por qué huyes de mí?
— No me gustan las personas — se sacudió el polvo — Tú eres una de esas personas.
Entraron a una habitación que estaba bien equipada con cosas para el sadomasoquismo. Se quedó inmóvil en la puerta, sintiendo como Darién se movía de un lado a otro por el lugar, sus manos temblaban, lo único que quería era salir de ese sitio... mejor aún, huir hacia otro país o continente.Darién, quitó algunas cosas de la mesa y dejó las que estaba seguro de que le causarían dolor.— Vamos a divertirnos, amor — lo tomó del brazo, alejándolo de la puerta — Ahora las cosas se harán a mi manera.— Por favor — quiso soltarse — No me hagas esto, otra vez...— Créeme que voy a disfrutar cada golpe que te dé — siseó — Haremos esto a mi manera.— ¡No quiero! — Golpeó su mano — ¡No puedes hacerme esto!— Puedo hacerlo, porque eres mío — tomó el mentón del menor, y acercó su rostro al suyo — Y te dije que volverías conmigo a América.— ¿Por qué no a Venencia?— Todo cambió en Venecia — apretó su mandíbula — Los humanos están
La respiración de Jean estaba irregular, no había hablado con Kros y por las marcas en su espalda y sus tobillos el alfa sabía que no la había pasado muy bien con Darién, quien le dijo que fue algo inesperado y muy satisfactorio.Sólo le pasó el documento firmado y no le dijo nada. El humano apenas y tenía el pantalón puesto, pues no tenía calzado. Lo había dejado en esa habitación que comenzó a odiar desde que entró. Su entrada estaba lastimada a tal punto que ni siquiera podía imaginar cómo se sentaría en los próximos días.Las ganas de llorar aún estaban presentes, pero no importaba ya. Su hijo estaba vivo, estaba con vida después de haberlo visto caer con los demás niños. Todos esos años había vivido en una mentira, una mentira que lo consumía cada vez que recordaba ese pequeño caer con los demás niños inocentes.Llegaron a la casa y Jean bajó con ayuda de Kros del carro, y de igual manera fue llevado hasta la casa, el alfa aún seguía sin decirle
Siete años atrás.Su padre había muerto cuando tenía diez años, nunca conoció al hombre que lo engendró, pero por las cosas que se decían del hombre que le dio la vida, sabía que no era un buen hombre por las barbaridades que le hacía a otros para satisfacer sus necesidades y sed de poder.Lo que más le había dolido en la vida era el abandono de la persona que lo trajo al mundo, porque eso para él, era una muerte segura, aunque estuviese con vida. Había sobrevivido a muchas cosas, mudándose con humanos de un lado a otro, hasta que fueron a parar a Estados Unidos, supuestamente el único lugar seguro que ahora se había vuelto una masacre y las únicas personas que sobrevivían eran los ancianos.Estaba viviendo en una pequeña casa, junto con los demás humanos que lograron escapar de Venecia de un hibrido lob
Siete años atrás.El llanto de un bebé a su lado lo despertó, apretó los ojos fuertemente mientras seguía escuchando ese pequeño llanto. Cuando su visión estuvo en su lugar, vio a un pequeño hibrido con una pequeña cola negra a su lado, quien en cuanto lo vio una sonrisa mostró.El corazón de Jean se llenó de alivio. Su hijo estaba con vida, se sentó con sumo cuidado, de abrirse la herida en su abdomen bajo y con manos temblorosas lo cargó, era tan pequeño y su cola hacia una hermosa combinación con su cabello... algo que comenzó a odiar porque Darién también tenía el cabello de ese color.— Es igual que tú — Jean giró su cabeza hacia el balcón — Sólo tiene mi cabello y la cola.— Algo asqueroso — masculló — Debiste de matarme como dijiste que lo harías.— Nunca dije que te mataría — se acercó a él — Sino hubieses escuchado esa conversación ahora mismo las cosas serían diferentes, pero lo arruinaste.— No me querías... sólo fui un
— ¿Qué mierda acabas de decir, esclavo? — Jean se quedó estático — Vete, Luca. Esto es algo que debo de hablar con Jean.— Amo...— ¡Que te vayas! — Luca saltó en su lugar — ¡Soy tu maldito dueño!— Vete, Luca — dijo Jean, dándole una mirada tranquilizadora — Estaré bien.Luca se marchó hacia las habitaciones.Jean por primera vez desde que llegó a ese hospital estaba asustado, Kros iba a matarlo. Se veía como un león enjaulado, mirándolo con deseos de querer enterrar sus colmillos en su cuello y acabar con su existencia de una vez por todas.— Juro por las personas que murieron por esos experimentos que acabaré con tu vida — lo tomó por el cuello — Eres el hijo de la persona que mató a millones de niños, que los vendía, que los hacía venderse en la calles para que un hijo de perra los violara a sangre fría y luego los matara si estos no eran de su agrado.— No es lo que crees... déjame explicarte las cosas... no te enojes
Jean pasó sus manos por sus tobillos lastimados, escuchando como las cadenas hacían ruidos al ser movidas. Kros se había apiadado de él y le mandó a quitar el separador, pero aún seguía sufriendo por su lastimada entrada que parecía estar cada vez peor. Tenía cinco días y medio en esa celda, escuchando como los guardias hacían planes con él en el momento en el que Kros decidiera dejarlo a merced de ellos.Luca y Walid iban dos veces al día y duraban unos pocos minutos con él y todo gracias a las órdenes de su maravilloso amo. Dejó salir un largo suspiro, mirando las paredes del lugar, no se veía del todo mal después de todo. Tenía todo calculado en su mente, escaparía en la primera oportunidad que tuviese y se iría con Darién a donde estaba su hijo, sólo quería esperar a un descuido por parte de Kros, y nada importaría.Dejó caer su cuerpo en el duro colchón, arrugando la nariz al olerse a sí mismo. Se sentía asqueroso, tenía todo ese tiempo sin bañarse, Kro
Las cejas de Jean se dispararon hacia arriba al ver por la cocina como todos los esclavos eran castigados con un látigo y como se hacían los fuertes en no querer gritar. Kros estaba en los escalones de la cocina, mirando a todos con los brazos cruzados.Había pasado apenas dos días y en el momento menos pensado estaban siendo castigados. Buscó en la nevera un helado y se acomodó lo mejor que pudo en la barra de la cocina para mirar a todos. Le tocaba estar nuevamente de enfermero con Luca, pero le encantaba ver como se defendían de los otros humanos para marcar territorio.Kros le hizo una seña para que se acercara a él, algo que lo asustó porque pensaba que no lo había notado.— ¿Te diviertes con esto? — preguntó Kros, sin dejar de mirar la fila india que esperaba ser azotado — No estás entre ellos.— Es la primera vez desde que llegué que no estoy siendo castigado — metió la cuchara en tarro — Pero no me gusta ver a Luca ahí.— Puedes
Kros apenas tenía tres días de haber nacido cuando sus padres fueron asesinados, cuando fue llevado a un laboratorio desde Egipto hasta Venecia para ser convertido en un conejito de indias al igual que otros niños de diferentes edades.Apenas tenía unos días de haber nacido y su destino estaba podrido de una manera asquerosa. Inyecciones en su cuerpo no tardaron en llegar, su pequeño cuerpo estaba con pequeños puyones que se estaban infectando.Era el segundo recién nacido al cual le iban a inyectar genes de un león, el primero fue un éxito, y también le darían una pequeña gota para que no envejeciera, si funcionaba en ese pequeño recién nacido, estaría todo perfecto para seguir con los otros.Semanas pasaron y el pequeño ya tenía una pequeña cola en su espalda baja, asomándose y su organismo dejó de avanzar de manera a acelerada, deteniendo el tiempo por unos días.El niño no paraba de llorar, siempre estaba buscando el calor de alguien, pero