Brianna—Brianna, hija, de no tener otra alternativa, te aseguro que…Ruedo los ojos, cansada de esta plática, callando así sus disculpas sin sentido. No me gusta la grandiosa idea de mis padres, no me interesa en lo más mínimo. Estoy cansada de rogar y buscar alternativas, que podrían resultar efectivas, para no ceder ante esa absurda petición. Amo a mis padres, haría muchas cosas por ellos y lo saben, pero esto me parece una completa locura. Aún más viniendo de ellos siendo personas tan liberales y sensatas.—¿Estás seguro de que no hay otra manera de salvar la empresa, papá? —digo, como así pudiera lograr que entren en razón.Mi padre niega, mientras parece exasperarse por mi continuo andar por toda su oficina, y mi madre, a su lado, se muerde las uñas como siempre que está tensa. No estamos en bancarrota, no estamos ni de cerca de ello, pero vivimos en un mundo competitivo y cada vez hay más competencia y más opciones de entretenimiento que podrían desbancarnos en menos de nada.Me
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