Brianna Tenía miedo, pánico de que no regresara a mí, de comprobar que podría llegar a ser un cretino más que se cruza en mi camino, el peor de todos lo cretinos, porque le quería. O le quiero.Ahora, aquí, acostada a su lado mientras la claridad del día empieza a anunciar su llegada, con ambos desnudos y yo imposibilitada a conciliar el sueño, no logro apartar mi vista de él, como lo he hecho muchas otras noches desde que duerme a mi lado. Las cosas han pasado rápido, y muchas veces me he sentido aturdida por estos fuertes cambios, pero, tenerlo a mi lado, sólo ayuda a que me sienta segura y confiada que todo irá bien. Sobre todo, por nuestra reciente charla y lo que pasó después. Pude haber denunciado a Benjamin Hamilton, pude luchar y demostrar lo que me había hecho, pero no tenía fuerzas, no entonces, y u
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