Dante
Despierto solo en la cama. Bri no está conmigo y eso, en cierta manera, me disgusta; prefiero despertar sintiéndola a mi lado. Son pasadas las diez de la mañana y ella nunca se levanta tarde, no sé cómo he podido dormir tanto, no recuerdo fue la última vez que lo hice antes de hoy. Voy al baño para refrescarme y una vez listo, bajo a encontrarme con todos.
Ayer, la noche no pudo estar mejor. Ella siente algo por mí, lo puedo percibir; mi mejor amigo está conmigo y mañana me caso con mi chica perfecta.
Al bajar, busco hasta que una de las empleadas me avisa que están en la piscina. Alcanzo a escuchar voces en el patio trasero, muchas risas que me animan, y voy hacia allá deseando poner mi boca sobre los de mi sexy mujer. Mi madre bate su mano para que me acerque, al igual que mi hermana, y saludo mientras camino y busco a Bri en el grupo.
<BriannaLuego de almorzar, con todas adquiriendo una animosidad algo perturbadora, seguimos con el itinerario marcado por mi madre y Agnes. No me pasan desapercibidas las miradas de la abuela, que han estado sobre mí durante todo el día, sobre todo por esa tonta escena que armé con Dante. No me gustan ese tipo de espectáculos, me gusta que mi vida privada sea eso, privada, pero cerca de él no me puedo contener.Rio cuando mi abuela se queja, desesperada, por haber criado a “un general del ejército”. A mi madre le gusta planear, le gusta controlar y, sobre todo, mandar.Llegamos al Spa favorita de mamá, el Olimpic Spa en el Olimpic Bulevard ubicado en el barrio Koreano y, algo resignada, bajo del auto. Adoro sus baños de rosas y sus deliciosos y relajantes masajes.—Creo que, con sólo alejarnos de los hombres, es mucho más que relajante &m
DanteEn el auto voy con Brianna y disfruto cuando empieza a acariciar mi mano con mucho cariño, mientras los chicos vienen atrás en otro coche, afortunadamente. Llegamos a la mansión y en la puerta están nuestras madres. Le abro la puerta y ella sale.—Nos vemos mañana —me dice pasando seductoramente sus manos sobre mi pecho y trago en seco.—Jamás me perdería ese momento que tanto he ansiado desde que te conocí.Sonríe y se aproxima cortando el poco espacio que hay entre nuestros labios. Un largo beso donde tengo que controlarme para no sujetar su culo y pegarla contra el auto, quizás hacer a un lado esas diminutas bragas y deshacerme del jodido cierre de mi pantalón que estorba como la mierda en este momento. Pero como ahora he decidido ser decente con ella —o al menos intentarlo, porque mi erección me delata y ella
BriannaTenía miedo, pánico de que no regresara a mí, de comprobar que podría llegar a ser un cretino más que se cruza en mi camino, el peor de todos lo cretinos, porque le quería. O le quiero.Ahora, aquí, acostada a su lado mientras la claridad del día empieza a anunciar su llegada, con ambos desnudos y yo imposibilitada a conciliar el sueño, no logro apartar mi vista de él, como lo he hecho muchas otras noches desde que duerme a mi lado. Las cosas han pasado rápido, y muchas veces me he sentido aturdida por estos fuertes cambios, pero, tenerlo a mi lado, sólo ayuda a que me sienta segura y confiada que todo irá bien. Sobre todo, por nuestra reciente charla y lo que pasó después.Pude haber denunciado a Benjamin Hamilton, pude luchar y demostrar lo que me había hecho, pero no tenía fuerzas, no entonces, y u
DanteEnciendo un cigarrillo y me siento en una silla frente a la ventana. Bri está en la habitación de al lado, preparándose para el gran momento, y aún no saco de mi sistema el enojo que han provocado nuestros padres. Deseaba tanto mandarlos a la mierda a todos, llevármela de aquí y casarnos lejos de todos ellos, y de su presión. Mi padre ama el dinero, como a nada en el mundo, incluso sobre mi madre y sus hijos, pero este nivel acoso le podría cortar una fortuna si no deja su mierda. Brianna Blake dejó de ser un negocio para mí desde el primer momento que la vi, no tuve ni tiempo para pensar en eso, y no voy a dejar que arruine lo que tanto dolor de pelotas me ha costado.Miro a la puerta cuando se abre, Sunny entra y me mira con una sonrisa burlona. Sonrío también, porque no me importa ser in idiota por ella.—Si sabes que deberías
Brianna He pasado una maravillosa noche junto a mi esposo. Apenas hemos descansado y me siento extrañamente feliz. Me encanta su lado dulce y a veces juguetón, me hace sentir como una persona extraordinaria, mostrando algo que en realidad no soy, buscando algo que no existe en mí. Perfección.En mi corazón deseo ser lo que espera, compensarle esa fe que ha depositado en mí, en lo que soy cuando estoy junto a él. Porque mi felicidad se la debo a él. No soy una mujer dependiente, no busco más de lo que puedo ofrecer, y mi desinterés por todo, lo demuestra. A parte de mi trabajo, hace mucho tiempo no me sentía entusiasmada por algo como el vivir a su lado y reavivar lo que alguna vez fui. Él ha logrado tanto con ese cariño y esa paciencia que me ha demostrado y deseo eso, deseo todo lo que él quiere ofrecerme, porque lo necesito. Necesito llena
BriannaMe siento en el alféizar de la venta de la habitación, totalmente aburrida y aferrada a mi saco de lana. Son las seis de la mañana y ya he hecho ejercicio, me he bañado y he ayudado a mi madre a corregir unos contratos, mientras que mi adorado esposo aún duerme como una piedra. El frío de esta ciudad me ha mantenido despierta desde el primer día que llegamos de nuestra luna de miel. La ciudad está blanca y cruda, gracias a la nieve que la cubre todo cuanto se alcanza a ver, y debo decir que no me gusta mucho. Siempre he preferido el sol y el calor, disfrutar de la calidad y alegría de gente que no pretende ser indiferente. Espero poder acostumbrarme rápido a esta gran y bulliciosa ciudad.—¿No pudiste dormir? —me pregunta él y sonrío.Miro hacia la cama, lo veo estirarse como si fuera un gato gordo y glotón. Este ho
DanteFinalmente, vamos de camino hacia la cena navideña de cada año en casa de mis padres. Un evento muy importante para la fusión, según mis padres. Este tema tiene a las dos familias muy emocionadas, y no es para menos. Será un gran paso, aunque delicado, para ambos lados.Espero que todo vaya bien para ellos, así nos dejarán a nosotros en paz.Mi esposa y yo, hemos cumplido con nuestra parte. De aquí en adelante, es cosa de ellos. Estoy pensando en que pasemos fin de año en casa de sus padres, sé que ellos no son tan dados a la vida social como lo son mis padres, así que sería algo tranquilo. Así también, mi friolenta mujer, descansará de este helado invierno.Pero, por ahora, ya estoy preparado para ver a Bri en modo «reina del hielo». Sé que ese es su método de defensa cuando no conoce o no
BriannaLo primero que hago al despertar, como lo he hecho en las últimas cuatro semanas, es bufar por lo mucho que detesto que Dante no esté en la cama. A mi lado. No ha dormido junto a mí por tres semanas y eso no me gusta. Lo veo cuando le llevo el desayuno antes de irme a la empresa o al llevarle la cena cada noche al regresar, porque ni siquiera hace eso ya. Sé que debo tener paciencia y que soy una mujer independiente que no necesita de un hombre para ser feliz o ser funcional, pero es mi esposo y lo extraño.Resignada, me levanto y me pongo ropa de ejercicio para bajar al gimnasio del edificio. Debo seguir con mi rutina y esperar a que termine este tiempo y al fin se desocupe de sus labores enfermizas.—Buen día, vecina —saluda Christopher Callaghan, cuando me ve entrar al muy completo gimnasio, y sonrío cordial.Christopher es uno de los pocos amigos que ti