Brianna
Al despertar, me siento realmente cansada, como si hubiera vuelto a correr la maratón en contra del cáncer, que Came, mi madre y mi tía me obligaron a correr hace dos meses. Miro la hora, perfecta para hacer un poco de ejercicio y sacar de mi cabeza todas esas tensiones innecesarias.
¿Por qué ha de importarme lo que ese patán piense de mí?
Él no es nadie en mi vida, qué más da lo que crea.
¿Me pregunto dónde habrá dormido?
Su lado de la cama está deshecho, parece que se ha levantado bastante temprano. Ruedo los ojos y golpeo mi cabeza por ser tan idiota y preocuparme por él, querer saber dónde está, qué hace, por qué no está aquí.
Estoy enloqueciendo.
Me levanto, voy al baño para hacer mis necesidades, lavar mis dientes y peinar mi cabello en un
Dante—Hace un mes terminaste conmigo sin darme un por qué. Ni siquiera me llevaste a ningún evento porque, según tú, no querías que se metieran en nuestra relación. ¿Y ahora estas con esa zorra? Y te muestras con ella —gruñe Dayanne, con “dolor”.Pero a quien en realidad le duele es a mí. Cada palabra que sale de su boca es como si pateara mis pelotas.—Brianna no es ninguna zorra, es mi novia, señorita de boca sucia. —Evito reír cuando gruñe—. Ah, y nos vamos a casar. Te lo digo ahora, para que te enteres por mí, ya sabes como soy de asombroso, y no empieces con tu drama cuando lo veas en los periódicos. Así que, por favor, ya deja de acecharme y haz tu vida. Y Dayanne, gracias por tu tiempo.—¡Eres un cerdo, Dante Williams! ¡Te odio! —grita&mdas
BriannaMiedo. Físico, terrible y espantoso miedo. Eso es lo único que me embarga en este momento.¿Traumada? Definitivamente no.¿Y si no soy lo que él espera al final?Confundirse es fácil, sentir pasión pasa con cualquiera, creo. El deseo es efímero, no dura, para algunas personas más que para otras, por eso la necesidad de encontrar amor. Su dificultad al hallarlo es lo que lo hace tan valioso. Es un tesoro que pocos pueden disfrutar. Es tan fácil confundirlo con deseo, que temo que eso es lo que Dante esté experimentando. Adoro esto, pasar tempo con él, conocerlo. Es fácil quedar encandilada, ¡Dios, esos labios!, pero esto tiene fecha de caducidad y es un grave error pensar que podría acercarse a lo que es el amor.Apenas y sí nos conocemos y no tengo idea de lo qué es lo que ha visto en tan poco
DanteSin abrir los ojos, la estrecho contra mí y beso la coronilla de su cabeza. Ella permanece apoyada sobre mi pecho, como si me necesitara. Me gusta sentirla aferrada a mí con sus brazos y piernas envolviéndome, no hay nada mejor que eso en mi vida.Anoche no esperaba distraerme, aunque sólo fuera con Jared Patterson, el exjefe de Brianna, con su interesante negocio de transporte marítimo. Me será muy útil si logramos hacer negocios en china. Esta expansión es muy importante para mí y todos mis empleados. Bri no tiene idea de lo grande que esto y el que ella se esté involucrando en mi trabajo.Es la mejor mujer que la vida pudo darme.Acaricio su mejilla para que despierte y lo hace poco a poco. Me abraza con fuerza y suspira antes de levantarse. Niego repito su gesto. Es hora de enfrentar otras de las pantomimas de nuestros padres y en dos días
BriannaLe doy un último retoque a mis labios con un color rojo mate y me doy una última mirada al espejo antes de decidirme por bajar a la fiesta. No sé cómo ha quedado todo, pero puedo asumir que ha quedado tan perfecto como mi madre lo haya deseado. Ella es una mujer muy organizada y meticulosa. No he logrado dejar de pensar en mi conversación con Dante sobre su hermano. Me parece tan increíble que una persona de tu familia, de tu misma sangre, puede hacer algo tan bajo.¿Qué podría llevar a Daniel a hacer algo así en contra de su propio hermano?Es algo tan fuerte y delicado, y que lo intente conmigo lo vuelve aún peor. A eso se refería con “las otras”. Él cree que voy a caer como las otras estúpidas ex amantes de Dante. Sostengo mi estómago al sentir cierto extraño malestar que agria mi boca. De só
DanteDespierto solo en la cama. Bri no está conmigo y eso, en cierta manera, me disgusta; prefiero despertar sintiéndola a mi lado. Son pasadas las diez de la mañana y ella nunca se levanta tarde, no sé cómo he podido dormir tanto, no recuerdo fue la última vez que lo hice antes de hoy. Voy al baño para refrescarme y una vez listo, bajo a encontrarme con todos.Ayer, la noche no pudo estar mejor. Ella siente algo por mí, lo puedo percibir; mi mejor amigo está conmigo y mañana me caso con mi chica perfecta.Al bajar, busco hasta que una de las empleadas me avisa que están en la piscina. Alcanzo a escuchar voces en el patio trasero, muchas risas que me animan, y voy hacia allá deseando poner mi boca sobre los de mi sexy mujer. Mi madre bate su mano para que me acerque, al igual que mi hermana, y saludo mientras camino y busco a Bri en el grupo.<
BriannaLuego de almorzar, con todas adquiriendo una animosidad algo perturbadora, seguimos con el itinerario marcado por mi madre y Agnes. No me pasan desapercibidas las miradas de la abuela, que han estado sobre mí durante todo el día, sobre todo por esa tonta escena que armé con Dante. No me gustan ese tipo de espectáculos, me gusta que mi vida privada sea eso, privada, pero cerca de él no me puedo contener.Rio cuando mi abuela se queja, desesperada, por haber criado a “un general del ejército”. A mi madre le gusta planear, le gusta controlar y, sobre todo, mandar.Llegamos al Spa favorita de mamá, el Olimpic Spa en el Olimpic Bulevard ubicado en el barrio Koreano y, algo resignada, bajo del auto. Adoro sus baños de rosas y sus deliciosos y relajantes masajes.—Creo que, con sólo alejarnos de los hombres, es mucho más que relajante &m
DanteEn el auto voy con Brianna y disfruto cuando empieza a acariciar mi mano con mucho cariño, mientras los chicos vienen atrás en otro coche, afortunadamente. Llegamos a la mansión y en la puerta están nuestras madres. Le abro la puerta y ella sale.—Nos vemos mañana —me dice pasando seductoramente sus manos sobre mi pecho y trago en seco.—Jamás me perdería ese momento que tanto he ansiado desde que te conocí.Sonríe y se aproxima cortando el poco espacio que hay entre nuestros labios. Un largo beso donde tengo que controlarme para no sujetar su culo y pegarla contra el auto, quizás hacer a un lado esas diminutas bragas y deshacerme del jodido cierre de mi pantalón que estorba como la mierda en este momento. Pero como ahora he decidido ser decente con ella —o al menos intentarlo, porque mi erección me delata y ella
BriannaTenía miedo, pánico de que no regresara a mí, de comprobar que podría llegar a ser un cretino más que se cruza en mi camino, el peor de todos lo cretinos, porque le quería. O le quiero.Ahora, aquí, acostada a su lado mientras la claridad del día empieza a anunciar su llegada, con ambos desnudos y yo imposibilitada a conciliar el sueño, no logro apartar mi vista de él, como lo he hecho muchas otras noches desde que duerme a mi lado. Las cosas han pasado rápido, y muchas veces me he sentido aturdida por estos fuertes cambios, pero, tenerlo a mi lado, sólo ayuda a que me sienta segura y confiada que todo irá bien. Sobre todo, por nuestra reciente charla y lo que pasó después.Pude haber denunciado a Benjamin Hamilton, pude luchar y demostrar lo que me había hecho, pero no tenía fuerzas, no entonces, y u