53. No eres una chica cualquiera.
Fue gratificante, en serio lo fue. Verlo allí, indefenso, sucio, acostado sobre su propia mierda. Fue realmente gratificante. Sobre todo, cuando le dije que se follarían a la mujer que ama frente a sus ojos, debió imaginárselo, la irá comenzó a correr por su sistema y la adrenalina se hizo presente, quería lanzarme encima de mí y golpear mi cabeza contra el suelo y eso me hizo sentir aún mejor, porque el poder que irradiaba anoche frente a él, nadie me lo quitaría. Quería matarme, pero no pudo, ése es el verdadero gozo.Tengo que admitir que ahora me la paso pensando mil y un formas de torturar a Candice, que se arrodille y me bese los pies en busca de clemencia. Cada día, cada hora, esa imagen está en mi cabeza y creo que la he tomado como mi fortaleza, como mi empujón cada día.Siento que tocan la puerta de la oficina que Dominik ha instalado para m&
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