Él toma mi mano y juntos comenzamos a caminar hacia las escaleras. Al subirlas no dejamos de tomarnos de las manos, llegamos a la segunda planta y atravesamos un pasillo oscuro al que no puedo describir debido a que olvidé mirarlo; solo quiero que me lleve a su cuarto y me haga suya. Estoy casi desnuda para él.
Entramos a la segunda habitación del pasillo, la luz de la luna que se cuela por la ventana abierta es la única que ilumina el lugar, dejándome ver una cama organizada, un escritorio con una computadora sobre él. Un sillón junto a la ventana con un libro sobre éste y una bonita y elegante cómoda con una lámpara descansando obre ésta. Hago que se siente sobre la cama y me quito los jeans y los zapatos, quedando solo en tanga para él. Me mira de pie a cabeza y luego de una sonrisa me atrae hasta él y me obliga a que lo bese. Al separarnos lo ayudo a quitarse su camiseta most
CAPÍTULO DE PRUEBA.—¿Qué es lo que tanto observas en tu teléfono? —Linds le lanza un cojín a Keira debido a que ésta misma está ignorando su historia de cómo mandó a la mierda a su padrastro.—Lo siento, chicas pero tenía que conseguirles el chisme completo antes de decirles.—¿De qué chisme hablas, Keira? —su sonrisa se intensifica ante mi pregunta.—¿A qué no adivinan quién es la chica? —Keira se incorpora y nos muestra la pantalla de su móvil donde una chica está masturbandose con un vibrador.—¡Oh por Dios! —exclama Rose para luego soltar una carc
Antes que nada, quiero agradecer a las personas que han llegado hasta este punto con esta historia. Es gratificante para mí poder escribir y aún más gratificante que las personas amen lo que escribo. Placeres peligrosos nació de muchas cosas, de la musica, de mis series favoritas, de mi mente alocada, de las novelas que veía cuando era más pequeña y de una indinidad de situaciones más, por eso, es una novela muy importante para mí.Con ella quiero retratar la realidad de nuestro mundo enfocada en todas las perspectivas posibles, llena de metaforas y siatuaciones alucinantes.Del mismo modo, y las mismas aspiraciones, me llevaron a crear mis siguientes dos historias ya publicadas en esta plataforma, llamadas "carroña" la cual es una fuerte critica a las grandes familias y la gente adinerada y cómo sus acciones reflejan en sus hijos y "Deseos Oscuros" una historia llena de pasi&oacut
Abro las puertas de la oficina de Dominik de par en par. He llegado a su casa y me han dicho que aquí se encuentra.—Necesitamos hablar… —me quedo callada en cuanto noto que no está solo. Él solo me ve sin expresión alguna en su rostro.—Oh, suena serio —me contesta Amelia en el momento en que se gira para verme.—¿De qué me perdí? —es lo único que logro articular. Me acerco hasta ellos y me siento junto a ella al igual que aquel día cuando hablamos los tres por primera vez.—Bueno, le decía a Dominik que tengo listos los papeles que incriminarán al pobre Sebastián.—¿Pobre Sebastián? —Dom habla por primera vez desde que llegué—. Deberías tenerle respeto y no lastima en vista que te está salvando el culo.—No solo a mí, a los dos.—&
capitulo de prueba 2—¡Desgraciada perra! —le devuelvo la bofetada a Mandy mucho más fuerte de la que me ha dado a mí.Todos los presentes empiezan a sacar sus teléfonos y empiezan a grabar.—¡Ya déjalo estar, Lindsay! ¡Te pueden expulsar a ti también! —ignoro los gritos de Rose y me lanzo hacia Mandy como un lobo hambriento.Ambas caemos al suelo, pero ella no pierde el tiempo y se sube a horcajadas sobre mí mientras me jala el cabello con una mano y con la otra evita que me defienda. Tiene mucha fuerza.Toma mi cuello demasiado fuerte impidiendo que el aire llegue a mi cerebro.—¡
Luego de separarnos, mi vista se dirige hacia una de las carpas rojas, y al fijarme con mayor detenimiento me doy cuenta que se trata de Candice, o al menos, es lo que parece. Está bebiendo champaña hasta que se levanta y se dirige hacia los baños. Decido no comentarle nada a Dominik, y me levanto para seguirla al baño.—¿A dónde vas? —pregunta el hombre a mi lado.—Solo voy al baño.Comienzo a alejarme de nuestra carpa como si mi cuerpo manejara sus propias decisiones, como si en realidad se moviera por sí solo sin la ayuda del cerebro. Mientras todos disfrutan del show, mientras yo camino muy cerca de ella hasta que ambas entramos al baño. Ella comienza a verse en el espejo mientras yo me meto al primer cubículo que veo y observo por la rejilla lo que hace.Se retoca su labial y se alisa la tela de su vestido azul ajustado, yo salgo del cubículo y me quedo de
Dominik ve cómo cae el arma y corre hacia mí, me inspecciona el rostro y el cuerpo, sin embargo, claramente no encuentra nada, así que corre hacia dentro. Masón se acerca, comienza a hablarme, pero no puedo escuchar nada de lo que dice, tal vez por el zumbido que siento en mis oídos. Él entra detrás de su padre y segundos después vuelven a salir. Dominik se lleva las manos a la cabeza y Masón me comienza a zarandear como si fuera una muñeca de trapo.—¡¿Tú hiciste eso?! ¡Heather! ¡¿ustedes lo tenían aquí?!—¡Sí! ¡yo lo maté! ¡y pedí que lo picaran para Candice! ¡yo lo hice! —mi grito se escucha por toda la soledad del lugar.—pero ¿quién eres? —Masón se aleja de mí como si tuviera miedo. Yo solo me vuelvo a encoger de hombros.&mdash
En cuanto me escucha sus ojos se encienden en placer, sus pupilas se dilatan y su mirada se oscurece. Me baja de él y pega mi cuerpo bruscamente a la pared fría del baño. Mis manos se sostienen en ella y él comienza a penetrarme bruscamente. Toma mis manos y las lleva hasta la parte trasera de mi espalda, obligándome a sostenerme solo con mi pecho. Abro mis piernas en busca de más satisfacción mientras él sigue penetrándome. Logro deshacer su agarre en una de mis manos y la llevo hasta mi clítoris donde comienzo a estimularlo. Mis gemidos se escuchan cada vez más alto, su respiración es cada vez más pesada y sus embestidas más bruscas. A los pocos segundos ambos nos vemos envueltos en una oleada de placer y un éxtasis incomparable. Acabamos casi al mismo tiempo y terminamos de ducharnos.Volvemos a la habitación y él se viste solo con una toalla en su cadera
Tengo que admitir que no dormí en toda la noche. Que no pude dejar de pensar en las posibilidades, en todos los posibles finales de esta historia. En los míos, en los mejores, en los reales, yo ganaba, porque puedo, porque yo siempre gano, soy Candice. Yo lo controlaba todo antes de que ella llegara.En cuanto mis ojos se abren, lo primero que veo es el techo que dure viendo toda la noche y casi de inmediato la puerta es tocada. Con voz un poco ronca pido que pasen y una mujer del servicio llega con una enorme caja envuelta en un bonito moño.—¿Qué carajos es eso? —la mujer deja la cama en el suelo.—Es para usted. Es lo que dice la tarjeta.—¿Y me lo trajiste, así como así? ¿qué pasaría si es una maldita bomba? Si, nos moriríamos todos aquí, estúpida. Llévate eso lejos de mi vista.—Lo siento señorita &mdash