Creo que lo peor de este trabajo es aguantar a los borrachos, pero no a los que te dicen obscenidades vulgares o te insultan cuando no les sirves más alcohol, ya que ya llevan un ciego que no deben saber ni el suelo que pisan. No, para nada. Los peores que te puedes encontrar son los despechados, porque, literalmente, comienzan a contarte sus penas de manera mal articulada y dramatizando todo lo que les ha sucedido con su ex–.Y para mi desgracia este es mi caso, porque mientras preparo cócteles que no puedo beberme, Roger, el tipo al que ya le he servido su quinto Margarita y ya me considera su amiga, me está contando por quinta vez como su prometida le puso los cuernos con su hermano.El pobre hombre está tirado sobre la barra, con la mirada perdida en la aceituna a la que le da vueltas con el palo y mira como si fuera la cosa más importante del mundo. Mientras, yo coloco otro Sexo en la Playa en la bandeja de Keira.—¡Yo la quería! ¡Era la mujer de mi vida! —exc
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