Ninguno de los dos pudo dormir esa noche, Victoria, pensando en porqué había preferido dormir en el piso, que a su lado, quizá recordando lo bien que había estado con su amiga.Él, por su parte, tratando de no pensar más en ella, negándose con todas sus fuerzas, la posibilidad de estar enamorándose, de su prometida por contrato.Cuando Victoria abrió los ojos, Santiago ya se estaba duchando, así que rápidamente se puso de pie y recogió la sábana y la almohada del piso, para evitar que alguien se diera cuenta, de que no habían dormido juntos.Esta vez, cuando Santiago salió del baño, estaba completamente vestido, tenía puesto un traje gris, con camisa y corbata, ella cada día lo veía más guapo, cada nuevo look, le sentaba mejor que el anterior.—Tengo un desayuno de negocios, y luego debo visitar un cliente, nos
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