No podía creerlo, de ninguna manera. No estaba loca, recordaba perfectamente su marca en el pie derecho. ¿Por qué mierda la tenía en el pie izquierdo? No podía ser, era él. No había forma que tuviera a flopy y no fuera culpable. ¿Qué otra explicación podía existir? ¡Ninguna! Era él, fue entonces cuando el ascensor se abrió, el gorila de la otra vez subió. Divise su pistola en su cintura, tendría que cumplir mi cometido.—Señor…—alcanzó a mencionar, pero lo interrumpí. Atacándolo por sorpresa, no se lo esperaba por lo que me sirvió de ventaja. Lo golpee fuertemente con mi cabeza y le arrebate su arma, Julio estaría orgulloso de mi, era buena noqueando personas. Intento moverse y lo golpee con la cacha de la pistola. James me miraba confundido y muy dolido, como si me desconociese, lo apunte mien
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