Las horas pasaron una tras otra, cada hora que pasaba significaba que tenían una hora menos de vida, todos en este laberinto de cárceles lo sabían y la lenta espera hacia la muerte los estaba volviendo locos, de hecho si una persona supiera que va a ser asesinado y no tiene forma de evitarlo y solo puede quedarse sentado y esperar su inevitable muerte, eso volviera loco a cualquiera y esa era precisamente la situación de todos los presos en este laberinto de cárceles.El grupo de Samuel había llevado a Edward a este laberinto de cárceles que ellos llamaban el “ganadero”, después de cambiarlo de ropa lo metieron en una celda la cual tenía a otras cuatro personas metidas en ella.Cuando los hombres de Samuel, habían traído a Edward a su celda lo habían tirado al
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