Capítulo LXXXVI - Los recuerdos de Ronan (La calma ante la tormenta) - 7
Iba corriendo a toda prisa ocultándome entre las copas de los árboles cuando al llegar a una pequeña zona que se encontraba a pocos minutos para un lobo claro de donde se hallaban los demás allí los vi y tras llegar a la cima de un abeto en donde me oculté entre su follaje los contemple, eran cientos de ellos, humanos y lobos congeniando de la forma más horrenda posible, asesinos, criminales, atroces seres cargados de deudas cobradas a precio de sangre tomadas por sus manos todos marchando en pos de persecución y en el centro como cual rey resguardado se encontraba el peor de todos, Claus. No muy bien vi aquel rostro particularmente conocido para mí emití un aullido avisando de forma directa a los demás del peligro que se levantaba en su contra, tras los secuaces de Claus escucharme se colocar
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