Aquel lobo insistia en que proclamase su nombre, pero para ser sincera en ese momento le desconocía por completo no sabía quien era y mucho menos porque me quiere. Permanezco completamente en silencio y al ver aquello, aquel lobo se acerca más a mí y volviendo a proclamarse una vez más, aquella frase se escuchó. —Di mi nombre, Hope. —No sé qué es lo que quieres, mucho menos lo que esperas de mí, pero soy sincera cuando te digo que no sé cuál es tu nombre. —Si lo sabes y estoy totalmente segura de que ahora mismo tienes grandes reflejos de él, lo conoces y de eso estoy segura. —Claro, lo dices como si estuvieras en mi mente. —No tengo que estarlo tu propio ser está reaccionando a la magia de este bosque tu cuerpo incluso intenta liberarse de todo aquello que no le pertenece y hablo del aconito; por cierto, no te trae nostalgia este lugar, digo soy una tonta ya que no tuviste la oportunidad de poder vivir inmersa aquí en la naturaleza mi
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