Pretendió repetir el beso, sin embargo, Emily con mucha agilidad, se encogió, arreglándoselas para salir de la pequeña prisión en la que se encontraba, pasando por debajo de sus brazos. Prácticamente corrió hasta la puerta, dejándolo con el sabor de sus labios en la boca, ávido de más. Antes de escapar la morena lo pensó muy bien ¿Desde cuando un hombre la amilanaba como si le viniera en gana?. Detuvo la huida cuando alcanzó a estar en el marco de la puerta. De repente, en un acto de bravata, muy pelicular y común en ella, giró a verlo con una sonrisa en los labios.–Hará falta más que un simple arranque de celos para tenerme a tu lado. Quizá puedas consultarle a Drew o pedirle algunos consejos sobre cómo lo logró. Después de todo, según sus p
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