–Helena es amiga mía desde que iniciamos el colegio. No te sientas apenada estamos en confianza. Mi papá es buena onda, ignora a mi hermano, creo que mi madre se embarazó de él cuando estaba enfadada porque siempre anda molesto a donde quiera que va…
–Me gustan los vidrios de tu techo –Comentó Sofía, todavía impactada por los ventanales del pasillo en tu casa–
–Papá mismo diseñó la casa, es arquitecto. Tiene una empresa constructora, cuando lleguemos allá la podrás conocer. Me ha pedido que lo fuéramos a buscar para comer juntos.
Sofía no parecía avergonzada o incómoda tras su recepción, tampoco parecía muy expresiva pero al menos no se q
El almuerzo se hizo muy largo, Emily tenía que intervenir cada vez que Sofía decía cosas fuera de lugar o preguntaba por el significado de palabras que no entendía con facilidad. ¿Acaso no había ido al colegio alguna vez?.Al llegar a la empresa la mayoría de los hombres que las acompañaba tomaron su propio rumbo hacia sus destinos siguientes. Emily se quedó con Sofía en la oficina de Liam, había una última cosa que tenía que hacer antes de abandonar el edificio.–Papá…–¿Qué sucede cariño? –Liam leía uno de los documentos que había encontrado sobre la mesa al regresar del restaurante, le daba un vistazo rápido antes de seguir trabajando&ndas
{Me enfrenté a la competencia olvidando su indolencia. ¡Ay! ¡Fue mi error!}Drew todavía se encontraba trastocado por la escena en el estacionamiento. Como siempre, estaba dividido. Una parte suya quería plantarse en casa de aquella diabla disfrazada de ángel para arreglar las cosas y terminar en su departamento de nuevo, mientras que la otra parte quería olvidarse de ella para continuar su vida como antes de conocerla.Cuando se colocó frente a aquel enorme auto no supo si subirse en él o no. Su jefe le había dicho que lo considerara como un regalo de la familia por su buena voluntad con ellos. Desde luego, si no estaba conforme con él, podía ir a la agencia y cambiarlo o devolverlo, pero eso podría representarse como una falta de respeto
Cuando Emily despertó por la mañana y bajó aún en pijama a la cocina. Encontró a Sofía ya cambiada, arreglada y sentada, tomando un vaso de leche en la misma mesa que su hermano. Miró el reloj de la pared para notar que apenas eran las siete de la mañana, explicando por qué Lían aún se encontraba ahí. Lo que no tenía sentido era verlo desayunar tranquilamente con su nueva amiga. Él no era buen acompañante, tampoco una persona sociable. Por lo general solía huir de la gente que no conocía, a no ser que hubiera de por medio temas de negocio.–Eh Sofía ¿Qué haces despierta a estas horas? ¿No es muy temprano?–Me he levantado a las cinco –Emily no comprendió, no había nec
Sebastian tenía puesto el delantal de cocina de la casa, su mano sujetaba una espátula y su rostro tenía una sonrisa jocosa que combinaba perfectamente con la ceja levantada que traía. Emily lo miró de pies a cabeza empezando a bajar del agarre de Drew sobre su cintura.–Parece que han venido a visitarte, que buena onda, justo lo que necesitas para animarte un poco. –Dejó la sartén en el taburete de la cocina y se aproximó a ella para estrechar la mano de la morena– soy Sebastian Lee, el hermano mayor de tu adorado Romeo. Mucho gusto, tu debes ser Emily.–Emily Dunhee, a tus servicios. –Se atrevió a jugar con él tras comprobar que era menos formal y más burlón que su hermano– Y ella es… –Sofía se había qu
Emily rió entre besos y agradeció aquel impulso, dejándolo llevar la batuta. Contenta de recibir caricias que provenían de su iniciativa.–Sígueme.Le ordenó, jalandolo de la mano hasta los servicios higiénicos del club. Drew se la arregló para no perderla ni soltarla en medio de tanto gentío, el aforo se había llenado incluso más que al inicio. En el baño de mujeres la fila de espera era enorme, el baño de varones tampoco era una opción viable, puesto que pese a estar menos concurrido que el femenino, también estaba ocupado por algunos chicos jóvenes que al parecer habían ido en grupo.La situación no supuso un problema para ella, quien pasó de largo, evitando
Cuando Drew abrió los ojos un enorme chillido producto del excesivo volumen al que estuvo expuesto la noche anterior por la música del club llegó a sus oidos. Pretendió moverse de lado pero unas piernas ajenas a las suyas se lo impidieron. Se sentó en seguida, comprobando de inmediato lo que tanto temía; Emily, despeinada, completamente desnuda y enredada entre sus sábanas reposaba tranquilamente con el rostro angelical, ignorante de su breve susto.Los sucesos de la noche pasada inundaron su mente en un breve flash de recuerdos. Después de salir del baño de discapacitados tras un largo momento dentro, fueron en busca de Sofía y Sebastían para regresar al departamento, en donde Emily exigió a base de berrinches dormir con Drew y no con Sofía. Petición a la que accedieron debido a las altas horas y el can
Pretendió repetir el beso, sin embargo, Emily con mucha agilidad, se encogió, arreglándoselas para salir de la pequeña prisión en la que se encontraba, pasando por debajo de sus brazos. Prácticamente corrió hasta la puerta, dejándolo con el sabor de sus labios en la boca, ávido de más. Antes de escapar la morena lo pensó muy bien ¿Desde cuando un hombre la amilanaba como si le viniera en gana?. Detuvo la huida cuando alcanzó a estar en el marco de la puerta. De repente, en un acto de bravata, muy pelicular y común en ella, giró a verlo con una sonrisa en los labios.–Hará falta más que un simple arranque de celos para tenerme a tu lado. Quizá puedas consultarle a Drew o pedirle algunos consejos sobre cómo lo logró. Después de todo, según sus p
Llegada la noche, Emily decidió no contar nada de lo sucedido con el señor Hammil a nadie. Todavía guardaba la esperanza de que lo que pasó hubiese sido nada más que un desliz, una equivocación por parte del socio de su padre al ser víctima de sus impulsos y encontrarla sola en una oficina vacía.–Señorita, –Adela, la muchacha del servicio, tocó la puerta intentando escabullir su mirada al notarla medio abierta. – disculpe, el señor Henry Hammil se encuentra al telefono.–¿En el teléfono? Bueno, pues seguro quiere hablar con mi padre.–No exactamente, el señor Hammil ha pedido específicamente hablar con usted. ¿Desea que lo ponga en línea o le di