CAPÍTULO 26. CARTA REVELADORA
Angello abrió la carta, lo primero que captó su atención fue el olor, ese aroma dulce, una mezcla de romero, lavanda, jazmín y miel, que en el pasado a veces olió, las pocas veces que ella se dignaba a brindarle cariño, dio un respiro profundo, debía controlar sus emociones, debía leer, perdonar y dejar ir.Enseguida comenzó a leer la carta: “Angello hijo,Tal vez no tengo derecho a llamarte así, he sido egoísta, manipuladora, cobarde, me valí de ti para entrar a un mundo que no era el mío, de hecho debo confesarte que te concebí cuando ya Defranco había terminado su relación conmigo, ese día lo emborraché, lo llevé a mi habitación y lo acosté junto a mí, tomé los condones y con una aguja le abrí ciento de agujeros, a la ma
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