Inicio / Romántica / Todo de ti / Capítulo 11 - Capítulo 20
Todos los capítulos de Todo de ti: Capítulo 11 - Capítulo 20
30 chapters
10. Cuando una dama dice "No"
Thiago Son las seis de la mañana y doy vueltas por la habitación como un león enjaulado. Debería estar durmiendo, recuperándome de todas las horas de maltrato físico en forma de sexo desenfrenado que le he dado a mi cuerpo, pero tal parece que mi cerebro se niega a descansar. Cada minuto que ha pasado desde el momento que conocí a Layla ha sido igual, lleno de ansiedad, de nerviosismo, de una incertidumbre que no me deja estar tranquilo. Y si el sentimiento fuera compartido al menos… pero miro la cama donde ella duerme como si no tuviera ni la más mínima preocupación, y reconozco que quisiera estar ahí, abrazándola. 

Leer más

11. No regreses
Layla Es de madrugada todavía y tengo una señora resaca con todo lo que amerita: dolor de cabeza, deshidratación, sueño, náuseas… pero eso no me impide levantarme, darme un baño caliente y prepararme porque hoy es sábado y Theo está esperándome en Londres. Recuerdo poco de lo que pasó anoche, pero la sensación de asco que me provocó Baptiste sí es imposible de olvidar. Por un momento me llevó de vuelta a la casa de mi padre, a esa vida llena de mierda que es mi realidad. Y durante ese momento odié a Thiago tanto como odio a Russo o a Baptiste, lo odié porque quiere voluntariamente convertirse en parte de esa realidad, y se niega a entender que tarde o tempran
Leer más
12. Layla... ¿quién es Theo?
Thiago Pasan de las tres de la madrugada. Doy una última vuelta por la casa y dejo la taza de café que me ha tenido desvelado toda la noche. No sé por qué pensé que iba a regresar si le estoy dando el escape que necesita. Después de lo que pasó ayer me di cuenta de que jamás me puse en su lugar. Se nota que odia su vida pero debe tenerle terror a Russo para no haberse largado mucho antes. Lo que sea que tiene para manipularla debe ser importante, y debe ser un infierno saber que en cualquier momento la va a vender a quien pague más por ella. Hasta ahora parece que ese he sido yo, pero ser menos calvo, feo y gordo que Baptiste no hace qu
Leer más
13. ¿Tan pronto me olvidaste?
Layla  Me giro de costado en la cama y veo a Thiago dormir. Tiene la expresión serena y abraza la almohada, pero con una de sus manos sostiene la mía como si fuera a escaparme de un momento a otro. No lo he hecho porque no quiero y porque no puedo, porque sé que no resolvería nada huyendo a menos que tenga todo muy bien planeado. Han pasado tres semanas desde que escuché salir de su boca las palabras más peligrosas: — Layla ¿quién es Theo? Todavía se me hace un nudo en la garganta cuando pienso en eso. No pude responderle y todavía no estoy
Leer más
14. ¡Devuélvemela!
Thiago El alma me abandona cuando la veo así. Jamás pensé que una persona pudiera llegar a ese grado de desesperación, y no imagino que en pocos minutos yo estaré peor que ella. Lo que sea que haya escrito en esa nota tiene el poder de lastimarla y mucho, lo mismo que la persona que la ha escrito. — ¡Jaaaaaames! — escucho su grito y me detengo. Layla llora, se revuelve los cabellos, parece tan atormentada que no sé qué hacer, ni siquiera sé si en este momento debería acercarme — ¡Jaaaaaaaames! Veo el auto segundos antes de que to
Leer más
15. Vengo por ella
Layla Sé que tengo que abrir los ojos. Tengo el cuerpo pesado y la mente mucho peor. Siento una opresión en el pecho y sé que es porque la anestesia general está dejando de hacer efecto, por suerte o por desgracia conozco la sensación así que no me asusta. Eso significa que estoy viva. Reconozco cada parte de mi cuerpo, puedo mover alguna y otras no. Me duelen terriblemente las piernas y eso me hace sonreír internamente, significa que todavía puedo caminar. Me muevo y alguien se acerca. Siento un roce suave en mis labios y sé quién es. Podría re
Leer más
16. Mi pequeño monstruo
  Thiago. — ¿Cuántos dedos ves? — escucho la voz de Layla y algún pitido insistente de fondo. Abro los ojos y la veo inclinada sobre mí, no sé si preocupada o divertida. — Por ahora sólo veo el puño de Grillo… — respondo porque literalmente me lo está enseñando por encima de la cabeza de Layla. — ¡Y lo vas a seguir viendo a menos que me expliques qué fueron todas esas babosadas que dijiste, cabrón! — sentencia.

Leer más

17. Desde otros ojos
 Layla Lo veo dormir tan tranquilo y realmente me dan ganas de darle un tortazo con toda la mano abierta. Se ha dedicado a esquivarme como si tuviera la peste. Parece un niño chiquito que ha aprendido la palabra “no”. Sin importar dónde lo arrincone siempre se me escapa. — “No, Layla. No, nena.” — lo remedo haciendo una mueca llena de inmadurez y no me importa. ¡Este hijo de puta me coge hoy o dejo de llamarme Layla! Me desnudo completamente y me meto a la cama con él, entre sus piernas, oliendo su miembro por encima de la ropa. Lo ac
Leer más
18. Ni un segundo más
Layla. Levanto los ojos del mar de papeles que tengo delante cuando Lucrecia toca a la puerta con otra taza de café y una caja hermosamente envuelta en folios de regalo. Estoy despierta desde la madrugada, sencillamente no podía dormir porque tengo estos planos dando vueltas en mi cabeza, con tantas ideas y detalles que finalmente me levanté y me vine al estudio, lista para hacer realidad ese sueño del que Thiago ha estado hablando sin parar. Una casa que rodea un pequeño lago. ¿Locura? Por supuesto, pero me encanta el desafío. ¡Cómo construir toda una casa alrededor de un lago de ciento diez metros de diámetro! Es la clase de proyectos que siempre soñé con hacer. He estado tan metida en esto,
Leer más
19. Yo también...
Thiago _ Si me vas a pegar hazlo en serio. _ dice Grillo sobándose la barba justo en el lugar donde acabo de golpearlo, pero el condenado no da ni un paso atrás, es una maldita pared _ No te lo devuelvo nada más porque ya te di tu anticipo hace un mes. _ Pedazo de mierda. ¿Cómo dejas que se vaya sola? _ lo tomo de las solapas de la camisa y lo zarandeo un poco _ Mínimo debiste irte con ella. Levanta una ceja porque al parecer no se esperaba lo que acabo de decirle. Estoy desesperado porque Layla pueda dejarme para siempre, pero me preocupa mucho más su seguridad. Quien sea que haya mandado esa nota que le provocó el accidente todavía es
Leer más