Enredados y En Cinta
La ética de un negociador sería no relacionarse con el posible cliente: ¡upps!, Pero no termina allí, bueno sí, todo terminó allí pero comenzó una nueva historia. Una donde el príncipe, parece príncipe pero me salió sapo, bueno eso creo, besar sapo no es lo mío pero es que él no es sapo, es... un príncipe, tenéis que conocerlo, les juro que si fuera sapo cantarías la canción de Salga sapo salga rana.
Él
Seguí los pasos de mi padre y sigo con la intensión de ampliar el negocio familiar.
—Deberás casarte con ella, Cris. —bufé, esta situación me irritaba.
—Mamá ¿de qué hablas? Estamos en el siglo XXI, puedo mantener al niño sin casarme con ella.
—¿Qué dirán las personas? ¿Qué no crié bien a mi hijo?
—Madre sabes qué lo que digan las personas no me importan. –estaba irritado por el problema, ella aun más, de un portazo me dejó solo en mi oficina. ¡Como amo a esta mujer!, sonreí al recordar su cara cuando le dije que seria abuela, fue épico. La puerta volvió abrirse y mi madre seguía con su rostro crispado por la pequeña discusión madre e hijo.
—¡Eres igual a tu padre!... –y con esa frase lanzada al aire salió con otro portazo mas fuerte y no aguanté, esa es la única mujer que puede preocuparme su manera de pensar, riéndome me levanté y tomé mi saco que había estirado en el espaldar de la silla y me la coloqué para salir tras ella, tengo que buscar la manera de contentar a mamá ...¡Casarte con ella, Cris! lo siento mamá.
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