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Desastre y accidente: Mi esposo solo rescató a su aprendiz

Desastre y accidente: Mi esposo solo rescató a su aprendiz

Hubo una inundación repentina en la montaña, y mientras iba por la carretera abajo, tuve un accidente en el que cinco varillas de acero me atravesaron. Perdí mucha sangre y estuve al borde de la muerte. Mi esposo llegó apresurado, pero se llevó a su compañera menor de universidad que estaba en el asiento del copiloto, ni siquiera se tomó el tiempo suficiente de mirarme. Salí y entré de la UCI tres veces, y él nunca fue ni tan solo una vez, dedico en cambio toda su atención solo a su compañera menor de universidad, que tenía una leve conmoción cerebral. Después de engañarme a mí misma durante casi diez años, no quería seguir siendo una pendeja. Una vez que me dieron de alta, le pedí el divorcio a Luis Martínez. Sobreviví por pura casualidad, y no quería seguir al lado de un marido que no me amaba.
Cuento corto · Romance
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Cuenta regresiva al adiós

Cuenta regresiva al adiós

Todo comenzó cuando mi esposo Carlos Rivera tomó una decisión que me abrió los ojos. Mientras yo estaba atrapada en un elevador sufriendo un ataque de claustrofobia, él prefirió llevarle medicinas para el resfriado a su asistente. Ese fue el momento en que decidí divorciarme. Cuando le presenté los papeles del divorcio, Carlos los firmó entre risas, comentándole con arrogancia a su amigo: —Solo está haciendo un berrinche. Sus padres ya fallecieron, es imposible que realmente se divorcie de mí. —Además —continuó—, el periodo de reflexión para el divorcio es de treinta días, ¿no? Si se arrepiente y yo, magnánimamente, decido no tenerlo en cuenta, seguro regresará. Al día siguiente, publicó una foto con su asistente como pareja, escribiendo: "Documentando cada uno de tus adorables momentos." Fui contando los días. Tranquilamente empaqué todas mis cosas y realicé una llamada. —Tío, ayúdame a comprar un boleto de avión a Nueva York.
Cuento corto · Romance
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Amnesia: Me enamoré del amigo de mi novio

Amnesia: Me enamoré del amigo de mi novio

Después de descubrir que mi novio estaba coqueteando con una estudiante del último año de la Universidad, quería confrontarlo por eso. Pero tuve un accidente de auto, y recibí un golpe en la cabeza que me causó una amnesia temporal. Mi novio corrió al hospital, pero señaló a mi compañero de cuarto, que siempre parecía estar muy serio, y dijo que él era mi verdadero novio, intentando así deshacerse de mí. Sin saber nada, tomé la mano del muchacho guapo, y lo miré con admiración. —Así que tú eres mi novio. Después, cuando recuperé la memoria, me quedé con el joven guapo, quería cortar cualquier vínculo con mi novio, pero él no pudo soportarlo.
Cuento corto · Romance
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Después de que Mi Esposo Me Engañó, Me Hice Rica

Después de que Mi Esposo Me Engañó, Me Hice Rica

Camilo se había obsesionado con Paulina, la vieja viuda que vivía en el piso de abajo. Ella lo cautivaba por sus gestos especiales, como prepararle desayunos únicos, y lo que más le conmovía era que no le importaba su espalda encorvada ni sus malos modales al comer. —Mi esposa parece un personaje de videojuego —decía frustrado—, cada vez que me acerco solo me suelta una lista de pendientes, como si fuera una máquina de dar misiones. —En cambio Paulina es diferente, ella me comprende y me hace sentir más valioso—confesaba con admiración. Su obsesión llegó a tal punto que hasta envidiaba al difunto esposo de Paulina, considerándolo más afortunado que él por haber logrado casarse con ella. Al escuchar todo esto, tomé mi decisión de ayudarlo a reunirse con ella sin pensarlo dos veces. No podía darme el lujo de esperar, temiendo que pudiera recapacitar en cualquier momento.
Cuento corto · Romance
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Justicia de una Madre: Venganza y Poder

Justicia de una Madre: Venganza y Poder

Se iba a celebrar el día de la familia en el Jardín Infantil Estrellitas, al que van mis hijos. Mi esposo, Mateo, nos dijo a mi hija y a mí que le era imposible ir por asuntos de trabajo. Además, también nos dijo que nosotros tampoco fuéramos, por alguna razón. Pude haber cedido, pero cuando vi la cara de completa decepción de mi hija, Lilia, se me rompió el corazón. Aunque él no fuera, decidí llevar a mi hija y acompañarla. Apenas entramos al jardín de niños, vi a Mateo, sosteniendo a un bebé en su hombro, mientras con la otra mano agarraba a su amiga de la infancia, Renata. Parecían una verdadera familia: los tres juntos, charlando y riendo, en completa armonía. Solo cuando nos vio a mí y a Lilia, Mateo soltó la mano de Renata. —Selena, por favor, lo malinterpretes —dijo él. —Renata está criando a su hijo sola, no la tiene fácil. Hoy es el cumpleaños número cinco del niño y quería que sintiera lo que es tener una figura paterna. Solo con mi mirada le dije todo lo que tenía que decir. Me agaché y tomé la pequeña mano de mi hija. —Cariño, dile hola al tío Mateo.
Cuento corto · Romance
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No me salvaste al saltar y te arrepientes ahora de mi muerte

No me salvaste al saltar y te arrepientes ahora de mi muerte

Mi prometido fue un piloto de globos aerostáticos, y su primer amor insistió en arriesgarse, volando a gran altitud. De repente, hubo una fuga de helio en el globo. En un momento crítico, mi prometido tomó el paracaídas doble y saltó con su amante. —Estoy embarazada de tu hijo, ¿puedes llevarme primero? —le pedí con lágrimas en los ojos. —¿Ahora es el momento adecuado para los celos y las bromas sobre un embarazo falso? Mariana tiene acrofobia, pero tú sabes saltar en paracaídas. Te esperamos abajo —me reprendió. Él sacudió mi mano con fuerza, sin preocupación alguna, y saltó con su amante. Pero no se dio cuenta de que el único paracaídas que me quedaba había sido intencionalmente pinchado por su amante. Yo, con el bebé en el vientre, salté desde la altura.
Cuento corto · Romance
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Del odio al amor

Del odio al amor

Bea Aguilera
Juan Pablo es un médico, empresario y uno de los hombres más poderosos de la ciudad. Es un hombre que se enamoró a primera vista de Elizabeth; una mujer que vio cuando iba de camino al aeropuerto. Esta misteriosa mujer lo cautivo con su belleza sin saber nada más de ella, solo el ver el reflejo de su belleza Iluminado con la luz de la noche, bastó para idealizar una vida junto a ella. Juan Pablo llegó al aeropuerto y tomó su vuelo y mientras se dirigía a Ciudad Mónaco, no dejó de pensar en la mujer que vio caminar justo al lado de su camioneta. Elizabeth es una mujer hermosa, inteligente que se dedica a la decoración de interiores, no era de una familia distinguida pero con su talento había ganado reconocimiento en la ciudad. Ella se crío con su nana Susan ya que sus padres murieron cuando ella era niña. Ambos protagonistas vivirán el rechazo, el odio y frustración para luego conocer un amor apasionado que ayudará en sanar heridas profundas que el rechazo les orilló a vivir. Juan Pablo será el que intentará ganarse el amor de Elizabeth y la hará sufrir en el intento ya que al no conseguir su amor intentará dañarla y quebrarla. Sin embargo, ella después de odiarlo y repudiarlo, conocerá el lado protector de Juan Pablo y desencadenarán un amor apasionado que nunca imaginaron vivir. Lucharán por su amor contra viento y marea, sobre todo con un viejo amor de Juan Pablo y un pretendiente de Elizabeth que casualmente resultará ser Fernando, primo y médico de la Familia Montenegro.
Romance
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Nunca olvidaré el dolor

Nunca olvidaré el dolor

Tengo una prima de mi edad. Se quedó dormida, por lo que llegó tarde a los exámenes de Selectividad, y dijo que se había retrasado en conseguirme los antitérmicos. Robó 30,000 dólares para la operación de la abuela, diciendo que lo hizo para comprarme un coche. Incluso cuando tuvo un embarazo no deseado y tomó la píldora abortiva, le provocó una hemorragia, dijo que la empujé y la dejé caer. Mi novio se puso del lado de mi prima una y otra vez, y al final se decepcionó completamente de mí y rompió conmigo. Mi tía me culpaba de perjudicar a su hija y me empujó por las escaleras. Y mi novio fue testigo de todo pero dijo a la policía que me caí por las escaleras por accidente. Nunca obtuve la justicia que merecía hasta que morí. Al abrir los ojos de nuevo, volví al día en que mi prima robó el dinero de la operación de mi abuela.
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La Sirenita Esclavizada

La Sirenita Esclavizada

Para celebrar el cumpleaños de mi novio, me tomé una pastillita de esas que les dicen pastillas de la "felicidad" para animar un poco el ambiente. Pero él no regresó a tiempo. El efecto de la pastilla empezó antes de lo previsto, no pude aguantarme más, entonces me quité la ropa y salté al estanque para aliviar mi calentura. Los peces del estanque giraban enloquecidos a mi alrededor, como si una locura repentina los hubiera poseído. Un calor irresistible me consumía por dentro, tan intenso que sentía que me derretía en medio del agua. Cuando estaba a punto de perder el control, de repente apareció un hombre desconocido que dijo: —Vaya, sí que sabes divertirte muy bien, ¿te hace falta un hombre que te complazca?
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Nuestro Destino.

Nuestro Destino.

"Le dije al cielo que te fuiste y empezó a llorar". Esa frase, esa melodía, esa letra. ¿Por qué somos tan débiles cuando nos enamoramos? ¿Por qué aún no puedo olvidarte? ¿Por qué todo estaba en contra de nosotros? ¿Por qué nos importa tanto lo que piensan los demás? ¿Por qué no pudimos dejarnos llevar por lo que sentimos? ¿Por qué sigues en mi mente, incluso cuando trato de alejarte? Quité los auriculares, y la última frase de la canción me dejó sin aliento: "¿Por qué yo no puedo respirar sin ti?" Mi playlist se detuvo en ese instante, esa frase quedó flotando en el aire, y el silencio me envolvió. En ese momento, mi celular vibró, y un mensaje de Flor apareció en pantalla: "Su vuelo sale en dos horas, ¡aún no es tarde, Nahya! Hazlo." Tomé una decisión sin pensarlo demasiado. Me puse el abrigo, salí a la lluvia que caía a cántaros, sin importarme el frío ni el caos del mundo. Tomé un taxi, pero el tráfico estaba atascado. Cada segundo que pasaba, el miedo de llegar tarde crecía en mi pecho. Cuando finalmente llegué, corrí con todas mis fuerzas, pero cuando llegué al aeropuerto… ya no estaba. Tal vez este era nuestro destino.
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