mis alas

Hoy era el día, hoy cumplía mis 18 años de edad. Para todo el mundo eso seria la mayor emoción que podría tener pero para mi era todo lo contrario. Mi mayor sueño era nunca llegar a cumplir mis 18 años por que mi vida se iría por el caño como muchos dicen. Desde mis cinco años tuve enteramente prohibido acercarme a cualquier hombre que intentara acercarse a mi por que no podía amar a otro que no sea mi prometido. Si como escucharon, mis padres al cumplir los cinco años de edad me comprometieron con un heredero de Italia, solo por beneficio propio de ellos mismos y la que debía de hacer el mayor sacrificio era yo. ¿Estaba lista para hacerlo? Sin dudas mi respuesta seria un No.

Nunca me hubiera imaginado estar en esta situación, hace dos años mi vida cambió de la noche a la mañana. Llegué a Nueva York con mi hijo y mi mejor amiga Tamara para poder empezar de cero, necesitaba encontrarme a mí misma y empezar a trabajar para poder darle una mejor vida a mi hijo. Comencé a trabajar en una empresa como la secretaria de Maxwell Miller, sí, Max… nunca me imagine que me pidiera fingir ser su prometida y nunca fue mi intención enamorarme de él. Conocí a que se dedicaba de verdad y en el fondo nunca me importó. Me enteré de que su mejor amigo en realidad era mi hermano, James, un mafioso y jefe de Los Mortes. Todo lo que había creído hasta entonces era una completa mentira, todas mis desgracias tenían nombre y apellido, Fabrizio Vitale; despreciable, inhumano. Hace dos años me alejé de Maxwell ocultándole mi embarazo, cuando me enteré de que me había engañado con su ex y que ella también estaba embarazada no pude soportarlo y menos después de todo lo que me había sucedido. Todo se volvió a torcer cuando mi hija fue secuestrada en su escuela, en la que, casualidades de la vida, la hija de Maxwell también estudiaba ahí. El destino juega malas pasadas y ahora tendría que enfrentarme a mi pasado.

Nunca estuvo en mis planes conocer infierno, pero lo hice. Su mirada podía hacerme conocer a sus más peligrosos demonios que han estado ocultos por mucho tiempo, fue inesperado, pero lo conocí. No sabía que algo podía hacer cambiar tanto a alguien, pero así fue, cambié. Y me siento orgullosa de eso porque si no fuera así, hubiera seguido buscando una escapatoria y no lo hubiera conocido a él, el toque de su piel rozando la mía ordenando que haga algo que en este infierno estaba prohibido me hacia querer pedir más, aunque supiera que las consecuencias iban a ser mayores.

Ahora era el jefe mayoritario, el Sr. Maillard para todos. Y habiendo conseguido mis propósitos profesionales, era hora de continuar lejos de Londres. Pero yo seguiría siendo el jefe, aunque me alejara a otro lugar más soleado y cerca de mi hogar. Ahora, sentado en aquel vuelo de camino a casa, pensaba en el camino que estaría dispuesto a seguir para sentirme algo más como el Peter de siempre, esa versión de mí mismo que había llegado a extrañar. - ¡Ups, lo siento! - fue lo primero que oí de sus labios al rozar mi mano por error. Inconsciente aún de que aquel encuentro, aquella mujer, cambiaría mi mundo, para siempre.

Para Máximo Petrov no existe la pasión, pero un día llegó la chica de su Perdición. Liliam es una chica independiente, carismática, dulce e inteligente, pero el que la descontrola es Petrov de sus pesadillas. El control y la posesión está entre ambos.... —Solo he venido por trabajo y después de mis horarios puedo hacer lo que se me dé la regalada gana—vocifero. —Ya veremos princesita de papi—sonrió con malicia.

—Solo necesito una noche —dijo, mi hermana gemela, alzando un dedo en el aire como si estuviera pidiendo algo insignificante—. Una sola noche en la que te hagas pasar por mí. —¡Eso es imposible! —respondí, cruzándome de brazos y mirándola con incredulidad. Marina se inclinó hacia mí, con un brillo en los ojos que me puso los pelos de punta. —¿Imposible? Por favor, Maite. Eres actriz. ¿No se supone que eres la mejor en lo que haces? Esto es un papel. Una gran película, pero en la vida real. Lo que comenzó como un favor inocente para mi hermana pronto desmoronó mi mundo. Fingir ser Marina frente a su prometido, Aris, no solo puso a prueba mis habilidades como actriz, sino que también destruyó todo lo que creía conocer de mí misma. Esa noche, en los brazos del hombre que jamás debí desear, cometí el mayor error de mi vida. Gracias a este error terminé atrapada en un matrimonio lleno de deudas y mentiras, mientras descubría que estaba embarazada, pero no de mi esposo… sino de Aris. Huir fue mi única opción para proteger a mis hijos. Pero cuando finalmente decidí regresar y enfrentar las consecuencias, caí en un juego oscuro y peligroso orquestado por Aris, quien ya sabía parte de la verdad.

Amor, aquél sentimiento que todos anhelan alcanzar algún día...aquel sentimiento que te desgarra el alma en lo más profundo...que te causa heridas de las que nunca puedes reponerte del todo... y que te devuelve la esperanza cuando parecía perdido... Soy Madison White, una chica común con un sueño común, una vez estuve enamorada...y todo salió terriblemente mal, me involucre con un demonio qué fingía ser un ángel...hoy, soy una estudiante de medicina y...estoy casada desde hace un año...con un hombre del qué no conozco ni siquiera su rostro, Jacob Singh, un millonario al qué nunca quiero conocer...un matrimonio por contrato me tiene aquí atrapada, sin embargo, la cláusula ha vencido y al fin seré libre de nuevo...aunque, nunca creí qué mi vida se complicaría tanto...después de que los tres hombres de mis pesadillas decidieran hacer su aparición en mi vida. Un amor que no tiene precio, un millonario con un pasado doloroso y un odio profundo hacia el amor...una joven estudiante qué nunca quiso pertenecer a nadie...un cruel hombre que acompaña a otro aun más cruel...una venganza por cumplirse. Familias poderosas enfrentándose entre si, amistad y amor que buscaran superar cada obstá...un secreto que pondrá el mundo de Madison de cabeza cuando este salga a la luz. Nunca el amor fue tan difícil...nunca fue más intenso...y nunca tuvo un precio. Sin precio para el Amor de J. I. Lopez

Se podría decir que ser forzado a casarte con un desconocido para asegurar una alianza es imposible en estos tiempos y al menos seria asi para el resto de la sociedad, pero no para mí. La hija de un mafioso no puede elegir con quien puede o quiere casarse, y mucho menos amar, Por ello fui entregada a la mafia italiana y que me case con la familia Montteci, la misma familia que mi propio hermano acusaba de ser unos animales salvajes y despreciables. Todas mis opciones me fueron robadas en el momento en que me convertí en otro peón para ser usado y abusado en manos de hombres malvados. Lo que me lleva a preguntarme... ¿Puede una rosa florecer en la oscuridad? ¿O tendré que confiar en mis espinas para protegerme contra el destino que me ha tocado?

Si algo aprendi estos años, es que la vida siempre se da la revacha. A los 17 años él me rompió el corazón, ahora a mis 22, él vuelve a tener mi corazón en sus manos. Bianca había construido una muralla de perfección y frialdad para cuidar su corazón de todo dolor, pero nunca se imagino que aquella imagen de chica perfecta se fuera por el caño tan rápido, luego que volviera a caminar por los pasillos de su Universidad el odioso Guillermo Calesa. El chico que rompió su corazón años atrás. Pero esta vez ella no era la misma niña de 17 años. Esta vez la historia será diferente.

Jamás pensé que huir se convertiría en parte de mi vida. Estudiar y trabajar era todo lo que ocupaba mi tiempo, la tranquilidad no era parte de mi día a día, pero no se comparaba con lo que vino después. Conocí a alguien. Un chico. Con ojos penetrantes, capaces de descubrir todos mis secretos con una sola mirada. No quise enamorarme, pensé que sería lista, que no perdería el control, pero nuestros deslices me llevaron a ese lugar al que no pretendía llegar. Yo no era una santa, Nathan tampoco, pero la diferencia entre uno y otro era grande. Al mirarlo, te dabas cuenta, y mi instinto supo rápidamente darme la alerta para alejarme. El problema es que no quise hacerlo, ignoré mi instinto y terminé enredada en su perverso juego.