Después de que Santiago fue a gestionar la fianza, regresé a la celda. Como no tenía nada que recoger, estaba a punto de irme a descansar en la cama un rato cuando, de repente, una persona se lanzó hacia mí.Yo tenía la espalda contra un estante de metal donde se guardaban las cosas. Aunque cualquier persona normal habría resultado herida si la atacaran de esa manera, especialmente yo, que tengo el cuerpo con placas y tornillos de acero, si esa persona me hubiera derribado con toda esa fuerza, lo mínimo sería quedar en silla de ruedas.Al no estar preparada en absoluto, y estando distraída en mis pensamientos, cuando me di cuenta de que esta persona me estaba atacando, ya no tuve tiempo de correr.Justo cuando estaba a punto de caer, una mujer de aspecto imponente que estaba cerca extendió la mano y me agarró, arrastrándome hacia ella.Antes de que pudiera reaccionar, me susurró al oído:—Si puedes salir, sal rápido. Alguien quiere hacerte daño.—Ella sabe que acabas de sufrir una lesi
En este mundo, hay madres que no se preocupan por sus hijas, y hay otras dispuestas a hacer cualquier cosa por ellas.A mí me gusta este tipo de madre, y también me gusta su sinceridad.—No te preocupes, no importa si logro salir de esta situación o no, ¡te aseguraré a ti y a tu hija una vida sin preocupaciones!La mujer se emocionó al instante, y sus ojos se llenaron de lágrimas. A decir verdad, ella era una gran madre.Así que cuando me dijo que podría protegerme mientras estuviera allí, y que estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario, con tal de que en el futuro yo pudiera cuidar de su hija, la rechacé.No quería que arriesgara su vida. Quería que ella y su hija, a quien tanto amaba, pudieran vivir felizmente. Además, no hacía falta que tomara ese riesgo.Cuando volví a mi cama, miré a las personas que me observaban con malas intenciones, y les dije:—No importa cuánto paguen, yo pagaré diez veces más. No hagan nada raro.Mis palabras hicieron que todas las personas en la habi
Dijo el Santiago mientras me pasaba el celular para que viera lo que estaba pasando en internet.Luna había comprado un montón de personas para manipular lo que se dice en internet. Al principio, el hecho de que una amante se convirtiera de repente en madrastra ya era algo que llamaba la atención al instante. Y con ese empujoncito, el escándalo explotó por completo en las redes.Y fue gracias a los comentarios negativos patrocinados por Luna, la opinión en línea estaba completamente en su contra. Todos la atacaban. Le decían sinvergüenza, decían que no tenía dignidad. La acusaban de ser materialista, de hacer cualquier cosa por dinero, de abandonar a su hijo, de quedarse con el viejo, y ahora que él estaba muerto y su hijo era rico, cambiaba de nuevo.¡Y todo mientras él ya estaba casado!¡Era una completa vergüenza!La gente decía que alguien así no merecía vivir en este mundo. Se sentían asqueados de solo compartir el mismo aire que ella. En resumen, los insultos no paraban, y c
Santiago me miró con una expresión de compasión que no podía ocultar. Era como si sintiera lástima de mí, de que hubiera invertido todo lo que tenía en un hombre que, al final, me traicionó. Junto a mis propios padres biológicos y mi hermano. Mas, sin embargo, yo no sentía nada, porque todo esto era algo que ya me veía venir.Luna no soportaba verme bien, pero teniendo un video como este, ¿por qué no lo había usado antes para destruirme?Creo que, además de querer usarlo para que mis padres me odiaran aún más, que David me viera como una mala persona, y sintiera un poco de lástima por ella, había algo más.Lo más importante era que no quería que la gente supiera que alguna vez estuvo con el papá de David. De este modo, tenía más posibilidades de estar con David. Pero, ahora, todos sabían lo que había pasado, y con esta revelación, ya no podía seguir vendiendo la historia de que se han amado desde la infancia. Su relación con David se volvió imposible. Por eso, sabía que lo usaría c
Él se veía más cansado que esta mañana. Aunque llevaba la misma ropa que en la rueda de prensa, ya no parecía ese hombre elegante y seguro, sino todo lo contrario: decaído y frustrado.Se tiró de la corbata que ya no podía apretar más.—Esmeralda, creo que Santiago ya te ha comentado sobre la situación afuera, y lo grave que es todo esto.—Sí, ya me comento.Parece que no esperaba que, a estas alturas, yo estuviera tan tranquila, tan relajada. No pudo evitar decir:—Esmeralda, ¿qué es lo que realmente piensas? ¿Sabes lo grave que es todo esto? ¿Sabes que, aunque ahora te disculpes públicamente con Luna, ya es demasiado tarde?—Sí, lo sé bien.Al escuchar mi respuesta tan sencilla, él no pudo más y aporreó la mesa con fuerza. Una fuerza tan intensa que casi se rompe la mano.No entendía por qué estaba tan enojado y, con algo de indecisión, le pregunté:—¿No es esto pues lo que querías?Se quedó en silencio un momento y luego respondió:—¿Cómo va a ser esto lo que quiero?—¿No dijiste qu
David es una persona demasiado orgullosa, además de haberse malacostumbrado a la forma en la que lo amé en algún momento y en otrora porque esos sentimientos son cosas del pasado.Al escucharme, su ira se encendió. Se rio con desprecio y sacó unas palabras que había guardado en lo más profundo de su corazón:—Sí, muy bien que lo dices, tu mayor error fue enamorarte de mí.—Cuando planeaste un montón de casualidades y estratagemas baratas para que yo me enamorara de ti, y más aún muy maquiavélicamente hiciste sufrir a Luna para que yo no estuviera con ella, seguro no pensabas que acabarías enamorándote de mí, ¿verdad?—Eso es lo que pasa, ¡pues este es tu castigo! ¡El castigo por jugar estúpidamente con los sentimientos de alguien y tratarlo como una basura!Me molesté—¿Cuándo planeé yo esas casualidades para hacer que te enamoraras de mí? ¿Y cuándo quise quitarle algo a Luna?—¡Deja de ser porquería! ¡Ni siquiera me atrevería a tocar algo que sea suyo, mucho menos robarlo!Al escuchar
David pensó que yo estaba demasiado afectada por su amor y que por eso me puse a llorar.¡Pero la verdad es que era una porquería, nada más que eso!Sentí una repulsión dentro, y rápido le quité la mano.—¡Y sí que lo necesitas! ¡Estás loco!—David, no necesito tu ayuda si vas a burlarte de mí y mi situación, además ¡nunca voy a volver contigo!—¡Lo que nunca hice, nunca lo aceptaré!Prefiero pudrirme en la cárcel antes que reconocer algo que nunca hice.A David, que se había puesto en mis zapatos por amor mil veces, cuando me vio rechazar su ayuda otra vez, se le salió la rabia y gritó:—Esmeralda… ¡Deja de ser tan terca! ¿En serio quieres acabar en prisión?—Esto ya no es solo entre tú, Luna y yo. ¡No sirve de nada que te hagas la víctima!—¡Si sigues así, te vas a hundir sola!Iba a contestar cuando su asistente lo llamó. Al volver, la forma en la que me miraba era diferente. Aunque seguía enojado, ahora había algo de culpa en sus ojos.Eso me molestó.—¿Por qué no me dijiste que es
Cuando estaba en la universidad, estudié psicología como una materia extra y solo por gusto, así que sé lo que son los trastornos mentales y se cómo afectan. Dentro de este trastorno, existe el tipo intermitente, pero nunca se dice que alguien con demencia se vea afectada solo en presencia de una persona en específico.Si solo me alterara con Luna y siempre lo olvidara, eso no sería bipolaridad. Más bien parecería que simplemente la odio, que no la soporto ni de lejos. Si solo me alterara con Luna y después de cada ataque olvidara todo, entonces no sería yo la que tiene el problema, sino… ¡Luna!—Esmeralda, tener esta dificultad no es el fin del mundo. Cometer errores tampoco. Es un trastorno que se puede tratar, y los errores se arreglan si los reconocemos. ¿Por qué no haces lo que te digo y solucionamos esto?David no quería que fuera a prisión. Ahora que sabía que todo lo que hice lo olvidé por la enfermedad, y no porque me negara a aceptarlo, no podía soportar la idea de verme tr