David pensó que yo estaba demasiado afectada por su amor y que por eso me puse a llorar.¡Pero la verdad es que era una porquería, nada más que eso!Sentí una repulsión dentro, y rápido le quité la mano.—¡Y sí que lo necesitas! ¡Estás loco!—David, no necesito tu ayuda si vas a burlarte de mí y mi situación, además ¡nunca voy a volver contigo!—¡Lo que nunca hice, nunca lo aceptaré!Prefiero pudrirme en la cárcel antes que reconocer algo que nunca hice.A David, que se había puesto en mis zapatos por amor mil veces, cuando me vio rechazar su ayuda otra vez, se le salió la rabia y gritó:—Esmeralda… ¡Deja de ser tan terca! ¿En serio quieres acabar en prisión?—Esto ya no es solo entre tú, Luna y yo. ¡No sirve de nada que te hagas la víctima!—¡Si sigues así, te vas a hundir sola!Iba a contestar cuando su asistente lo llamó. Al volver, la forma en la que me miraba era diferente. Aunque seguía enojado, ahora había algo de culpa en sus ojos.Eso me molestó.—¿Por qué no me dijiste que es
Cuando estaba en la universidad, estudié psicología como una materia extra y solo por gusto, así que sé lo que son los trastornos mentales y se cómo afectan. Dentro de este trastorno, existe el tipo intermitente, pero nunca se dice que alguien con demencia se vea afectada solo en presencia de una persona en específico.Si solo me alterara con Luna y siempre lo olvidara, eso no sería bipolaridad. Más bien parecería que simplemente la odio, que no la soporto ni de lejos. Si solo me alterara con Luna y después de cada ataque olvidara todo, entonces no sería yo la que tiene el problema, sino… ¡Luna!—Esmeralda, tener esta dificultad no es el fin del mundo. Cometer errores tampoco. Es un trastorno que se puede tratar, y los errores se arreglan si los reconocemos. ¿Por qué no haces lo que te digo y solucionamos esto?David no quería que fuera a prisión. Ahora que sabía que todo lo que hice lo olvidé por la enfermedad, y no porque me negara a aceptarlo, no podía soportar la idea de verme tr
Tenía tanto miedo…Tanto miedo de que, al final, me declararan culpable. Temía que realmente hubiera hecho esas cosas. Temía, una vez más, defraudar a mi profesor. De verdad, estaba muerta de pánico.Parece que el profesor Pavone sintió mi miedo, porque me dio una palmada en el hombro.—No tengas miedo, hija. ¡He encontrado a alguien que te ayudará!—¡Nadie podrá acusarte injustamente! ¡Pronto serás libre!Sus palabras cariñosas solo hicieron que mi miedo creciera.—Profesor, ¿y si… y si de verdad yo hice esas cosas?El profesor Pavone respondió al instante:—¡Eso es imposible! ¡Nunca he tenido un estudiante mejor que tú! ¡Nunca harías algo así, te conozco!—Pero, profesor, ¿y si la persona en el video soy yo? ¿Por qué no recuerdo lo que hice? Tengo miedo… mucho miedo…Aunque ya había perdido la memoria antes, nunca había sentido tanto miedo. Incluso sentía un poco de alivio por haberme olvidado de ese inútil. Pero, ahora, no recordar esas cosas me aterraba, me daba un miedo horrible.
Dichos abogados enseñaban en los departamentos de derecho de las universidades más prestigiosas.Por lo que con seguridad podría decirse que los mejores abogados del ámbito regional eran sus estudiantes. Y no, no solo en la jurisprudencia, sino en cualquier campo relacionado con la ley, todos tenían estudiantes, y todos eran la crema nata de su profesión. Decir que no había ningún caso que no pudieran resolver no era una exageración, era lo más básico.—Confía en nosotros, cuéntanos todo. Creemos en ti, y los profesores también creen en ti.Bajé la cabeza, y las lágrimas cayeron sin control. Nunca antes me habían apoyado de esa manera.Desde que Luna apareció en mi vida, sin importar lo que sucediera entre nosotras, yo era la que siempre era sospechosa, la que nadie creía.Mis padres biológicos, mi hermano mayor, mi esposo de siete años… todos ellos, sin siquiera preguntarme, sin permitirme saber en qué me había equivocado, asumían que yo había hecho algo malo.Con el tiempo, incluso
—No estoy enferma. Solo porque alguien hizo un historial médico con mi nombre, eso de ninguna manera significa que sea verdad.—Las cosas que me mostraste, esas pruebas, si las miras con calma, te darás cuenta de que están manipuladasDespués de que los profesores se fueron, me quedé con el historial médico que David me dejó y con esas pruebas que supuestamente demostraban que yo había hecho cosas que jamás haría.Las leí una y otra vez. Tal vez porque ya estaba más tranquila, al repasarlas varias veces, logré ver los errores. No solo no drogué a Luna, sino que las cosas del expediente médico tampoco las hice yo. Todas esas pruebas, como las que me metían en lo de drogar a Luna, estaban armadas a propósito.Sobre por qué no recuerdo esos hechos, tengo la misma sospecha que los profesores: en ese momento me dieron algo, tal vez una droga, o algo para hipnotizarme, para que no pensara con claridad y, al despertar, no recordara nada.Si alguien pudo echarme burundanga para drogarme sin q
David la miró fijamente, con una mirada que de repente se volvió más intensa.—Luna, ¿por qué está Rashid aquí?—¿Son acaso amigos?Rashid se asustó tanto con las palabras de David que empezó a sudar frío, y su cuerpo temblaba sin control. Pero Luna no se dejó intimidar. Rápidamente empezó a llorar y corrió a abrazar a David.—David, hermanito…No sé si fue porque había sido mirada así tantas veces estos días, o por qué, pero antes de que todo esto saliera a la luz, Luna lo llamaba "hermanito ", y él no le daba mucha importancia, ya que siempre lo había hecho desde que era niña.Pero ahora…Escuchar que le diga así hizo que David se sintiera incómodo, y ni hablar de que ella se le estaba echando encima. Pensó en lo débil que estaba Luna, y al final no la rechazó, solo la agarró del brazo. El hecho de que él se apartara hizo que la expresión de Luna cambiara al instante.Antes de que ella pudiera decir algo, David volvió a preguntar:—¿Por qué está Rashid aquí? ¿De cuándo aquí son ami
Pero…—Luna, no importa qué, no puedes hacer algo así. Sabes que siempre te he visto como una hermana. No importa lo que pase, no vamos a estar juntos. No dejes que el odio hacia Esmeralda crezca más, ¿de acuerdo?Luna es la hija del mayordomo de la familia Vaillant. Después de que la madre de David dio a luz, su salud era tan débil que no podía cuidarlo, así que David fue criado por la madre de Luna.Crecieron juntos, comiendo y durmiendo en el mismo lugar, por lo que su vínculo era muy fuerte. Para David, Luna es como una hermana de sangre. Por eso, siempre le ha tenido una confianza natural y siempre aguantó hasta sus peores errores.Incluso cuando descubrió que Luna había enviado a alguien a lastimar a Esmeralda, su primer impulso fue defenderla, queriendo culparla, pero sin poder hacerlo.Sobre todo, porque sabía lo mucho que Luna lo había amado desde pequeña.Ella lo amaba tanto, pero, su padre… en serio…Es difícil no odiar a alguien después de que te hiciera semejante cosa.Co
Parece que el Profesor Pavone sabía lo que estaba pensando, porque me dio una palmada en el hombro y me dijo:—A partir de ahora, mejor concéntrate solo en tus estudios y en la investigación. Conviértete en alguien útil para el país y la sociedad. Eso será la mejor manera de agradecerme.No respondí, solo sentí que mis ojos ardían más.—¿No es cierto que alguna vez te sentiste desesperada, asustada, aunque creyeras en ti misma? Pensabas que las cosas no se solucionarían tan rápido. Incluso ya habías planeado quedarte en la cárcel, ¿verdad?Aunque no entendía bien por qué el profesor Pavone me hacía esa pregunta de repente, le dije que sí sin pensarlo mucho.—Pensabas así porque en ese momento dejaste tus logros por David, y eso te dejó sin recursos y sin contactos.—Si no hubieras abandonado tu carrera, si hubieras sido alguien importante en tu campo, nadie podría haberte derribado tan fácilmente. Si hubieras tenido problemas, muchas personas habrían venido a ayudarte.—Solo cuando ti