Algo que has abandonado por tanto tiempo, especialmente el estudio, no se puede retomar con facilidad. Por lo que, para hacerlo con más determinación y confianza, decidí ir a buscar al profesor. Después de despedirme de Mila, comencé mi ajetreada vida de estudio.

Como algunos libros especializados no se pueden comprar en línea, a menudo pasaba todo el día en la biblioteca de la ciudad, hasta que cerraba.

Al salir de la biblioteca, siempre tenía la costumbre de cruzar hacia el otro lado de la calle. Allí había una tienda de empanadas llamada Panadería Diez Delicias. Esa tienda había estado abierta durante más de diez años, y el dueño y su esposa preparaban y vendían empanadas frescas todos los días. Eran deliciosas, y cuando estaba estudiando, me gustaba ir a su tienda después de salir de la biblioteca, especialmente en época de lluvias.

Una empanada horneada bien calientita me hacía sentir que la vida era perfecta.

Mientras esperaba el semáforo en la esquina, mi celular sonó. Justo cua