En la residencia Ferrer, la amplitud de la casa, que más parecía un palacio, le daba a Angelo la sensación de que, a pesar de su grito, no estaba seguro de si sus padres lo escucharían."Mamá, papá, ¡ya llegué!", les gritó Angelo al entrar."Señor Angelo, qué bueno verlo. Sus padres están en el comedor esperándolo. El Señor Luke y la Señorita Celine también acaban de llegar", le informó una de las sirvientas."Gracias", le respondió Angelo mientras se dirigió hacia el comedor, "aquí estoy, ya llegué"."¡Hijo, qué bueno que aún recuerdas el camino a casa!", bromeó su padre, Marco Ferrer."¡Claro, papá! Solo que he estado muy ocupado con el trabajo".Al ver a su hijo, su madre, Isabel Decosta, se levantó rápidamente y lo abrazó con ternura. "Te he extrañado mucho, hijo", le dijo.Angelo se sentó a la mesa, que estaba repleta de platos, como si se tratara de una fiesta."Celine y Luke me contaron que has estado de mal humor en la oficina", le comentó Marco."¡Ustedes dos son los peores!"
Al escuchar esto, los gemelos se emocionaron: "¡Guau, mamá! ¡Genial! ¿Entonces también veremos a papá?"Jenna se quedó en silencio. No había pensado que los gemelos preguntarían por su padre. Aunque no tenía intención de contarles dónde estaba, ellos nunca dejaban de hacerle la misma pregunta.Se preguntaban por qué sus amigos tenían madre y padre, mientras ellos solo tenían una madre, dos madrinas y un padrino a quien a veces llamaban papá, aunque no era su verdadero padre."Bueno, sí, puede que lo veamos, pero no estoy segura", le respondió Jenna con cautela."¿Por qué, mamá?", le preguntó Ariel, que era más habladora que su hermano."Sabes que él no sabía de ustedes cuando nos separamos. No sabe que existen", le explicó Jenna con suavidad.Esperaba que esa explicación fuera suficiente, pero ellos no se dieron por vencidos. Jenna sabía que sus hijos eran inteligentes y no dejarían de preguntarle hasta conocer a su padre."Pero, mamá, ¿y si papá todavía te ama? Y si se entera de nosot
Jason se rio. "Su papá es algo celoso, así que quizá se moleste si se entera que me llaman papá"."¡Sí, papá Jason!", le respondieron los gemelos con una amplia sonrisa."¡Estamos muy emocionados de conocerlo!", le dijo Ariel, la más parlanchina de los dos y fanática de la moda, igual que Jenna."Recuerden, no le digan nada a su mamá sobre nuestro plan, ¿de acuerdo? Lo llamaremos Operación Papá Angelo", les dijo Jason, mostrándoles una foto de Angelo."¿De qué están hablando?", les preguntó Jenna mientras se acercaba. Acababa de regresar del baño, donde había dejado a los gemelos con Jason. Estaban en el yate, de camino al resort privado."¡Nada, mami! ¡Solo estamos conociendo a papá Jason!", le respondió Gael, guiñándole un ojo."Está bien, pequeños. Manténganse cerca y no se alejen demasiado", les advirtió Jenna."Tienes unos hijos maravillosos, muñeca. Estoy orgulloso de cómo los has criado sola", la elogió Jason."No lo hice sola, guapo. Abby y Donna me ayudaron mucho"."Aun así, ¿
Angelo había llegado a la Bahía Solara tres días antes de la boda, tal como le había sugerido Jason. La idea era que llegara temprano, se relajara y se preparara para su reencuentro con Jenna.A pesar de los años, estaba muy ansioso por verla de nuevo. Habían pasado tres años desde la última vez que se vieron, así que Angelo decidió cortarse el cabello y afeitarse para lucir lo más presentable posible ante ella. Además, Jason le había asegurado que sus habitaciones eran contiguas."Hermano, Jenna está en la habitación 201, y tú en la 202. Te puse al lado de ella. Ya sólo depende de ti reconquistarla. Ella no sabe nada de mi plan para reunirlos, así que no me falles. ¡Es ahora o nunca, hermano!"Angelo lo abrazó. "Gracias, hermano. ¡Te quiero!""¡Ay! ¡Me voy a casar, hermano! ¡No seas tan baboso!", le dijo Jason, apartándose del abrazo.Ambos se rieron."Quiero que los dos sean felices, especialmente..." Jason se detuvo."¿Especialmente qué?""Ah, nada. Solo ocúpate de eso. Eh... debo i
En ese momento, Gael recordó que no debía llamarle papá a Jason cuando conocieran a su verdadero padre."Mmm, no, pero él estuvo aquí hace un rato. ¿Quieren que lo llame?", le preguntó Angelo."No es necesario", le respondió rápidamente Ariel."¿Cómo se llama usted, señor?", le preguntó Gael."Soy Angelo Ferrer", le respondió él con una sonrisa cálida, "¿y ustedes?""¡Yo soy Ariel!", le dijo la niña."¡Yo soy Gael! ¡Somos gemelos!", añadió el niño."Qué adorables son. ¿Con quién vinieron? No vayan a perderse", les comentó Angelo, sonriendo al verlos."Es que tenemos que buscar comida para nuestra mamá. Ella está en nuestra habitación y se siente cansada, pero nuestro padrino no está. ¿Nos puede ayudar, señor?""Claro que sí. ¿Qué quieren pedir?"Los niños señalaron el plato favorito de Jenna en el menú, y Angelo lo pidió sin dudar. Mientras esperaban la comida, Angelo se dio cuenta de que los dos niños lo miraban fijamente, alternando miradas entre sí mientras dejaban escapar suaves ri
Lo único que Angelo le había traído a Jenna era dolor.Jenna apartó el cabello que se había caído sobre su rostro."A partir de ahora, no te haré daño, cariño. Quédate conmigo, por favor", le suplicó Angelo suavemente.Los gemelos se acercaron y los abrazaron.Jenna se levantó con determinación, sin permitir que las dulces palabras de Angelo le ablandaran el corazón. "No, Angelo. Ahora que sabes sobre los niños, no los voy a separar de ti. Ellos necesitan a su padre, pero yo no. Ya se acabó lo de nosotros"."Pero Jenna...""¡Ya tomé mi decisión!""Es... está bien... si eso es lo que quieres..."Angelo aceptó a regañadientes la decisión de Jenna. No quería que le quitaran a sus hijos, así que decidió esperar, paciente, hasta que pudiera reconquistarla. Poco a poco, encontraría una forma de hacerla volver a él."¡Yupi! ¡Tenemos un papá!", gritaron los gemelos al unísono, abrazándolo con fuerza."Sí, tienen un papá. No me voy a ir a ningún lado. Los cuidaré siempre", les respondió Angelo
"Niños, ¿quieren ver a sus abuelos?", le preguntó Angelo."¡Sí, papá!", le gritaron los gemelos, saltando de emoción."Está bien, vamos. Primero díganle adiós a mamá"."¡Vamos, mamá! ¡Vamos a ver al abuelo y la abuela!", le instó Gael."Niños, vayan ustedes. Tengo dolor de cabeza, ¿recuerdan?", le respondió Jenna."Está bien, mamá. Solo descansa y come lo que papá te trajo", le dijo Gael."Ok, cariño", le respondió Jenna.Jason y Mandy fueron los primeros en salir, seguidos de los gemelos, que corrieron detrás de ellos con entusiasmo.Angelo acarició suavemente el rostro de Jenna, la besó en la mejilla y susurró: "Cuídate. Volveremos pronto". Luego, salió de la habitación.Jenna se quedó en silencio, observando cómo se alejaba. Sabía que no tenía defensa alguna ante Angelo, que su corazón y su mente quedaban a merced de él cada vez que estaba cerca. Angelo, acompañado por los gemelos, se dirigió a la habitación de sus padres, lleno de ansiedad por la sorpresa que estaba a punto de re
"¿Volvieron a estar juntos?", les preguntó Cathy."¿Qué? No, mamá. Recién llegamos. Yo también me sorprendí con lo que pasó", les respondió Jenna."Hija, sea lo que sea que decidas, piensa primero en cómo te lastimó antes"."Querida, ya basta. No le metas esas ideas en la cabeza. Ahora tienen hijos, y los niños necesitan a su papá. Parece que él los quiere y los acepta", intervino Daniel."Pero me preocupa nuestra hija. ¿Y si ella vuelve a sufrir?", Cathy le dijo, comenzando a llorar.Jenna entendió la inquietud de su madre, quien, aunque no se lo expresara, aún sentía el dolor de la separación entre ella y Angelo.Daniel continuó: "Déjalos en paz. Esto es parte de la vida. Ellos tienen que enfocarse en sus hijos. Eso es lo que importa".Cathy estaba a punto de decir algo cuando los gemelos salieron del baño."¡Ya nos lavamos las manos!", les dijo Ariel."Abuela, ¿por qué estás llorando?", le preguntó Gael."No pasa nada, Gael, solo los extrañaba a ustedes y a Ariel"."¡Ay! ¡Nosotros t