— Lo sabemos, por eso es que estamos aquí, porque estamos preocupados por nuestros hijos, sobre todo, estamos preocupados por ti Christopher, nos hemos dado cuenta de que nos has mentido siempre cuando nos dices a dónde es que vas, ya nos hemos dado cuenta de que eres un adicto a las apuestas, nos ha llegado este mensaje anónimo a nuestro celular diciéndonos que debes una gran suma de dinero porque apostaste en juegos de arcade en un casino y perdiste, y ahora, no sabemos como le haremos, pero tenemos que pagar ese dinero, y si, somos multimillonarios, pero lo cierto es que esa cantidad que nos piden para tu deuda Christopher es ¡¡¡¡Demasiada!!!! — le dice su madre intentando mantener la calma para poder hablar con su hijo y saber que hacer con su situación. A Christopher se le ha erizado la piel, se le ha paralizado también el corazón, y de un momento a otro, su respiración se ha comenzado a acelerar, estaba sintiéndose nervioso, pues él mismo se preguntaba, ¿Cómo era posible que su
Noah había ido hasta la casa de Christopher, era porqué él había sido el culpable de haberle hecho llegar aquellos mensajes anónimos a sus padres, Noah supo que Christopher no iba a ser completamente capaz de aceptar de que debía de pagar su apuesta, ya fuera con al millonaria suma de dinero que este le había pedido o con darle la virginidad de su adorada hermana. Noah no quería esperar más, quería su pago pronto, y no tuvo más remedio que actuar. Él había ido a casa de Christopher porque quería ser testigo de todo, quería aprovechar de que él era un vampiro para espiar desde el techo del árbol y con su potente oído escuchar todo lo que necesitaba escuchar de las palabras que salían de la boca de los padres de Christopher.A Noah le satisfacía demasiado saber que por fin había cumplido con su parte de la venganza; delatar a Christopher frente a sus padres, pero nunca se imaginó que Samantha fuera a sufrir las consencuencias de ello. Pues en el comedor de la casa de los Evans, se es
Noah se la había permanecido sentado en las ramas de la copa del árbol que estaba enfrente de Christopher, no se había querido marchar de allí porque él había estado todo este tiempo pendente de lo que fuera a suceder con Samantha, y ahora, al escuchar que ella iba a terminar siendo internada en un convento por su culpa, él no sabía que hacer para poder ayudarla. Noah tenía toda la intención de mundo de meterse en la habitación de Samantha, pero al mismo tiempo se ha negado así mismo de hacerlo proqué sabía que ella no le conocía, nada más él se había metido en sus más profundos sueños mientras que ella dormía para ser participe de ellos, si él llegaba a meterse dentro de su habitación, iba a espantarla y provocar que ella gritara para llamar a sus padres y sus hermanos, y la verdad era que Noah no tenía idea de que podía pasar si ellos lo vieran a él dentro de su casa siendo un completo desconocido. Noah decidió entonces bajarse de la copa del árbol, y luego, se marchó de allí cami
— Sam, ¿Qué carajos te ha pasado? — le pregunta su mejor amiga sentándose a un lado suyo para intentar consolarla mientras que le acaricia su cabello. — ¡Pasa todo! ¡Mi hermano es un idiota! ¡Odio a mis padres! ¡Quiero irme de aquí! — le responde Samantha a Melany gritando mientras que el colchón ahogaba sus gritos para que no se escucharan por toda la habitación. — ¡Samantha! ¡Por favor! ¡Habla de una buena vez que me tienes con los pelos de punta con tanto drama que te estás haciendo hoy! — le dice Melany. — ¿De verdad que quieres saber que es lo que me pasa? Bien, te lo diré, el idiota de mi hermano es un adicto a las apuestas, y ha sido un completo imbecil en haber apostado mi virginidad a cambio de no pagar una millonada de dinero que debe en una de sus apuestas, lo peor es que alguien se lo dijo a mis padres, y ahora, ellos quieren mandarme a un convento que porque quieren cuidar mi virginidad de que no vaya a dársela a nadie, ¿Puedes creer esa mierda? — le responde Samantha
Sin embargo, justo en el instante en que Samantha terminaba de empacar todas sus cosas, el sonido de la puerta abrirse de par en par de su habitación le interrumpió, pues sus padres, su hermano, y dos hombres fortachones que ella no conocía, y así mismo una monja, entraron en su habitación.Christopher le miraba como si estuviera preocupado y lamentándose en saber que todo aquello que estaba sucediendo era por su culpa.Pero Samantha les ha mirado a sus padres ya su hermano sintiéndose extrañada ante la situación.— ¿Qué mierda es esto? Qué está pasando aquí papá? — pregunta Samantha sin soltar de su agarre su mochila que pensaba en colgársela a la espalda cuando ella tuviera oportunidad de escapar.— Ya te lo hemos dicho en la conversación que tuvimos con tu madre en el comedor hace rato, es la monja Esperanza, y ellos son sus hombres que trabajan junto con ella en el convento al que vas a ser internada hoy mismo, hija, entiende que si hacemos esto es por tu bien — le responde su pad
Sin embargo, justo en el instante en que Samantha terminaba de empacar todas sus cosas, el sonido de la puerta abrirse de par en par de su habitación le interrumpió, pues sus padres, su hermano, y dos hombres fortachones que ella no conocía, y así mismo una monja, entraron en su habitación.Christopher le miraba como si estuviera preocupado y lamentándose en saber que todo aquello que estaba sucediendo era por su culpa.Pero Samantha les ha mirado a sus padres ya su hermano, sintiéndose extrañada ante la situación.— ¿Qué mierda es esto? Qué está pasando aquí papá? — pregunta Samantha sin soltar de su agarre su mochila que pensaba en colgársela a la espalda cuando ella tuviera oportunidad de escapar.— Ya te lo hemos dicho en la conversación que tuvimos con tu madre en el comedor, hace rato, es la monja Esperanza, y ellos son sus hombres que trabajan junto con ella en el convento al que vas a ser internada hoy mismo, hija, entiende que si hacemos esto es por tu bien — le responde su p
— No papá, aún no se me ha olviado que este problema ha sido por mi culpa, pero tienes que saber que también es culpa de ustedes por ser como son, por portarse como lo han hecho con nostros, más que todo, por portarse como lo han hecho mi hermana porque la verdad es que ninguno de los dos entendemos, ¿Por qué ustedes cuidan tanto el tema de su sexualidad? ¿Sólo por querer casarla como una mujer pura? Despierten! ¡Estamos viviendo en otra época! — grita Christopher, él también estaba tan furiosos con sus padres que la verdad no le importaba ya que tipo de castigo serían capaces de ponerle ya. Sus padres se han quedado callados, mirándose el uno al otro sin saber que poder decir sobre lo que su hijo decía, la verdad era que ellos habían sido críados con otras costumbres y pensamientos tan diferentes que no sabían en realidad como afrontarse a la nueva vida. Christopher se aleja de ellos saliendo de la habitación de su hermana y se dirige a la suya para encerrarse dentro con la puerta
Noah tampoco pudo contenerse al escuchar lo que Christopher le decía de su hermana, no le cabía en la cabeza que por su culpa se hubieran llevado de verdad a Samantha a vivir a un convento de monjas, Noah había escuchado que aquellos lugares eran horribles, y es que a pesar de que estos fueran liderados por monjas, mujeres que supuestamente estaban de la mano de Dios, nunca eran del todo santas como ellas aparentaban que eran. Noah también había escuchado todo el pleito que hubo entre Samantha y sus padres cuando se reunieron en el comedor de su casa justo antes de llevarse a Samantha, sin embargo, él jamás llegó a creer que sus padres realmente fueran a ser capaces de querer hacerle semejante cosa a ella cunado, de hecho, todo era su culpa y la de Christopher, y es que a pesar de que Noah hubiera sido capaz de convencer a Christopher de apostar la virginidad de Samantha para pagar su deuda en el juego a cambio de que sus padres no supieran nada de lo que pasaba con él, Noah no querí