Sin embargo, justo en el instante en que Samantha terminaba de empacar todas sus cosas, el sonido de la puerta abrirse de par en par de su habitación le interrumpió, pues sus padres, su hermano, y dos hombres fortachones que ella no conocía, y así mismo una monja, entraron en su habitación.Christopher le miraba como si estuviera preocupado y lamentándose en saber que todo aquello que estaba sucediendo era por su culpa.Pero Samantha les ha mirado a sus padres ya su hermano, sintiéndose extrañada ante la situación.— ¿Qué mierda es esto? Qué está pasando aquí papá? — pregunta Samantha sin soltar de su agarre su mochila que pensaba en colgársela a la espalda cuando ella tuviera oportunidad de escapar.— Ya te lo hemos dicho en la conversación que tuvimos con tu madre en el comedor, hace rato, es la monja Esperanza, y ellos son sus hombres que trabajan junto con ella en el convento al que vas a ser internada hoy mismo, hija, entiende que si hacemos esto es por tu bien — le responde su p
— No papá, aún no se me ha olviado que este problema ha sido por mi culpa, pero tienes que saber que también es culpa de ustedes por ser como son, por portarse como lo han hecho con nostros, más que todo, por portarse como lo han hecho mi hermana porque la verdad es que ninguno de los dos entendemos, ¿Por qué ustedes cuidan tanto el tema de su sexualidad? ¿Sólo por querer casarla como una mujer pura? Despierten! ¡Estamos viviendo en otra época! — grita Christopher, él también estaba tan furiosos con sus padres que la verdad no le importaba ya que tipo de castigo serían capaces de ponerle ya. Sus padres se han quedado callados, mirándose el uno al otro sin saber que poder decir sobre lo que su hijo decía, la verdad era que ellos habían sido críados con otras costumbres y pensamientos tan diferentes que no sabían en realidad como afrontarse a la nueva vida. Christopher se aleja de ellos saliendo de la habitación de su hermana y se dirige a la suya para encerrarse dentro con la puerta
Noah tampoco pudo contenerse al escuchar lo que Christopher le decía de su hermana, no le cabía en la cabeza que por su culpa se hubieran llevado de verdad a Samantha a vivir a un convento de monjas, Noah había escuchado que aquellos lugares eran horribles, y es que a pesar de que estos fueran liderados por monjas, mujeres que supuestamente estaban de la mano de Dios, nunca eran del todo santas como ellas aparentaban que eran. Noah también había escuchado todo el pleito que hubo entre Samantha y sus padres cuando se reunieron en el comedor de su casa justo antes de llevarse a Samantha, sin embargo, él jamás llegó a creer que sus padres realmente fueran a ser capaces de querer hacerle semejante cosa a ella cunado, de hecho, todo era su culpa y la de Christopher, y es que a pesar de que Noah hubiera sido capaz de convencer a Christopher de apostar la virginidad de Samantha para pagar su deuda en el juego a cambio de que sus padres no supieran nada de lo que pasaba con él, Noah no querí
Noah cerró la puerta del casino con cuidado una vez entró en él, pero antes, se había asegurado de que nadie a su alrededor, a pesar de que fuera un callejón, estuviera viéndole entrar con Christopher en brazos, así como si estuviera muerto, pero realmente no lo estaba, no todavía.Su situación era complicada, y no había tiempo que perder, Noah estaba esperanzado de que haberle dado a Christopher de beber su sangre de vampiro pudiera ser la solución a su problema. Noah ha caminado con Christopher cargado en sus brazos hasta una de las habitaciones de prostíbulo que estaba ubicado mucho más al fondo de los juegos de apostar de casino, este era un amplio pasillo rodeado de diez habitaciones, todas estaban decoradas con paredes de terciopelo rojas, suelo de baldosas blanco brillante, una cama matrimonial ubicada en todo el centro de la habitación, así mismo, una ducha dentro de la habitación que incluía un jacuzzi, y hasta un minibar.Noah ha caminado hasta llegar a la primera habitació
Noah se queda mirando Christopher a los ojos, y sin quejarse, ni dar reproches de lo que él le pedía, Noah ha decidido aceptar el favor que Christopher le estaba pidiendo. — De acuerdo, por mí no hay ningún problema, pero si quieres quedarte aquí, vas a tener que quedarte encerrado por una temporada mientras se baja la marea en casa de tus padres, por qué no creas que aunque las cosas en su relación estén difíciles, ellos igual van a buscarte cuando sepas que no vas a regresar pronto a casa, ¿Está bien? — dice Noah. — Si, eso está bien, no tienes de que preocuparte, no saldré para nada del casino si así tengo que hacerlo — dice Christopher. Noah asiente con la cabeza. — Muy bien, puedes trabajar como asistente del bartender, el chico anda buscando uno, y aunque buscamos que el asistente tenga experiencia, puedo hablar con él para que te acepte como tu asistente y seas su aprendiz, ¿Qué te parece? — dice Noah a Christopher.— Me parece muy buena idea, siempre he querido aprender a
Christopher y Noah han llegado a la casa de Christopher, para su suerte, parecía que sus padres se han marchado de casa, quizás a buscarle, quizás no, no lo sabía, pero la servidumbre era la única que se ha quedado en casa. — Parece que no hay nadie en casa — dice Christopher a Noah después de haber utilizado su oído de vampiro para asegurarse de que así fuera. Noah asiente con la cabeza satisfecho de que Christopher hubiera sido capaz de usar para bien uno de sus poderes vampíricos. — Muy bien Christopher, así se hace, ahora, aprovecharemos que tienes que subir hasta el segundo de la casa para ir a tu habitación, no vas a usar esa absurda cuerda que armaste con las sábanas de tu cama, ahora, saltarás hasta entrar dentro de tu habitación, eso sí, tendrás que hacerlo sin arriesgarte a caerte, ¿Te parece? — dice Noah a Christopher. Christopher traga saliva sintiéndose nervioso ante esa idea, sin embargo, decide intentarlo solo para demostrarle a Noah que él no era un miedoso, y mu
Christopher ha vuelto a bajar al primer piso de la casa trayendo sus maletas consigo. Él bajó, pero recordando que podía brincar para hacerlo y no tener que verse en la molestia, nunca más de tener que bajar usando la cuerda de sábanas que tanto él como Samantha sabían hacer para cuando querían escapar.Noah le ha sonreído cuando Christopher está en el suelo.— Amigo, esto si que es genial, me encanta saber que hasta somos muy fuertes — dice Christopher a Noah con una sonrisa de satisfacción en la mirada.— Sí, es lo mejor de todo, ¿Ta traes todo? ¿Nos podemos ir? — dice Noah.— Sí, vámonos antes de que lleguen mis padres a casa, no quiero que nos vean aquí — dice Christopher.— De acuerdo, vámonos.Christopher y Noah se desvían por las calles más solitarias para llegar al casino, todo fue a petición de Christopher, pues lo cierto era que él no quería tener que encontrarse con algún vecino que pudiera reconocerle y hablar con sus padres para decirle dónde le habían visto a él y con q
— ¡No! ¡No quiero entrar allí! — grita Samantha. Samantha se ha puesto eufórica cuando la camioneta ha estacionado justo enfrente de lo que parecía ser una casa ubicada en medio de la nada, aquella casa estaba vieja, más, sin embargo, era bastante grande, era de tres pisos, y a su alrededor no había más que no fuera campo abierto rodeado de pura naturaleza, de hecho, hasta tenían una granja dónde había animales como cerdos, gallinas y vacas. Los hombres que habían acompañado a la monja hasta la casa de Samantha para recogerla y traerla a lo que supuestamente era un convento para monjas se bajaron del auto para acercarse hasta la parte trasera del vehículo e hicieron bajar de él a Samantha tomándola por la fuerza de los brazos. Samantha se negaba, pataleaba, gritaba pensando que aquello iba a funcionar, pero no, no fue así, no funcionó su técnica, de hecho, para lo único que había servido era para haber hecho enojar a la monja, pues los fortachones se llevaron a Samantha cargada de