Noah cerró la puerta del casino con cuidado una vez entró en él, pero antes, se había asegurado de que nadie a su alrededor, a pesar de que fuera un callejón, estuviera viéndole entrar con Christopher en brazos, así como si estuviera muerto, pero realmente no lo estaba, no todavía.Su situación era complicada, y no había tiempo que perder, Noah estaba esperanzado de que haberle dado a Christopher de beber su sangre de vampiro pudiera ser la solución a su problema. Noah ha caminado con Christopher cargado en sus brazos hasta una de las habitaciones de prostíbulo que estaba ubicado mucho más al fondo de los juegos de apostar de casino, este era un amplio pasillo rodeado de diez habitaciones, todas estaban decoradas con paredes de terciopelo rojas, suelo de baldosas blanco brillante, una cama matrimonial ubicada en todo el centro de la habitación, así mismo, una ducha dentro de la habitación que incluía un jacuzzi, y hasta un minibar.Noah ha caminado hasta llegar a la primera habitació
Noah se queda mirando Christopher a los ojos, y sin quejarse, ni dar reproches de lo que él le pedía, Noah ha decidido aceptar el favor que Christopher le estaba pidiendo. — De acuerdo, por mí no hay ningún problema, pero si quieres quedarte aquí, vas a tener que quedarte encerrado por una temporada mientras se baja la marea en casa de tus padres, por qué no creas que aunque las cosas en su relación estén difíciles, ellos igual van a buscarte cuando sepas que no vas a regresar pronto a casa, ¿Está bien? — dice Noah. — Si, eso está bien, no tienes de que preocuparte, no saldré para nada del casino si así tengo que hacerlo — dice Christopher. Noah asiente con la cabeza. — Muy bien, puedes trabajar como asistente del bartender, el chico anda buscando uno, y aunque buscamos que el asistente tenga experiencia, puedo hablar con él para que te acepte como tu asistente y seas su aprendiz, ¿Qué te parece? — dice Noah a Christopher.— Me parece muy buena idea, siempre he querido aprender a
Christopher y Noah han llegado a la casa de Christopher, para su suerte, parecía que sus padres se han marchado de casa, quizás a buscarle, quizás no, no lo sabía, pero la servidumbre era la única que se ha quedado en casa. — Parece que no hay nadie en casa — dice Christopher a Noah después de haber utilizado su oído de vampiro para asegurarse de que así fuera. Noah asiente con la cabeza satisfecho de que Christopher hubiera sido capaz de usar para bien uno de sus poderes vampíricos. — Muy bien Christopher, así se hace, ahora, aprovecharemos que tienes que subir hasta el segundo de la casa para ir a tu habitación, no vas a usar esa absurda cuerda que armaste con las sábanas de tu cama, ahora, saltarás hasta entrar dentro de tu habitación, eso sí, tendrás que hacerlo sin arriesgarte a caerte, ¿Te parece? — dice Noah a Christopher. Christopher traga saliva sintiéndose nervioso ante esa idea, sin embargo, decide intentarlo solo para demostrarle a Noah que él no era un miedoso, y mu
Christopher ha vuelto a bajar al primer piso de la casa trayendo sus maletas consigo. Él bajó, pero recordando que podía brincar para hacerlo y no tener que verse en la molestia, nunca más de tener que bajar usando la cuerda de sábanas que tanto él como Samantha sabían hacer para cuando querían escapar.Noah le ha sonreído cuando Christopher está en el suelo.— Amigo, esto si que es genial, me encanta saber que hasta somos muy fuertes — dice Christopher a Noah con una sonrisa de satisfacción en la mirada.— Sí, es lo mejor de todo, ¿Ta traes todo? ¿Nos podemos ir? — dice Noah.— Sí, vámonos antes de que lleguen mis padres a casa, no quiero que nos vean aquí — dice Christopher.— De acuerdo, vámonos.Christopher y Noah se desvían por las calles más solitarias para llegar al casino, todo fue a petición de Christopher, pues lo cierto era que él no quería tener que encontrarse con algún vecino que pudiera reconocerle y hablar con sus padres para decirle dónde le habían visto a él y con q
— ¡No! ¡No quiero entrar allí! — grita Samantha. Samantha se ha puesto eufórica cuando la camioneta ha estacionado justo enfrente de lo que parecía ser una casa ubicada en medio de la nada, aquella casa estaba vieja, más, sin embargo, era bastante grande, era de tres pisos, y a su alrededor no había más que no fuera campo abierto rodeado de pura naturaleza, de hecho, hasta tenían una granja dónde había animales como cerdos, gallinas y vacas. Los hombres que habían acompañado a la monja hasta la casa de Samantha para recogerla y traerla a lo que supuestamente era un convento para monjas se bajaron del auto para acercarse hasta la parte trasera del vehículo e hicieron bajar de él a Samantha tomándola por la fuerza de los brazos. Samantha se negaba, pataleaba, gritaba pensando que aquello iba a funcionar, pero no, no fue así, no funcionó su técnica, de hecho, para lo único que había servido era para haber hecho enojar a la monja, pues los fortachones se llevaron a Samantha cargada de
Cae la noche, el casino ha abierto sus puertas al público y Noah ha comenzado a notar que Christopher es ahora un buen elemento para su negocio, pues ha sido capaz de mantener entretenidos a los clientes, tanto para con los clientes que se sientan en la barra, solo a querer tomarse un trago, así como para los otros clientes que querían estar en los juegos de apostar.— Chris, ven un segundo, por favor — le dijo Noah. Noah había permanecido todo ese tiempo con la espalda recostada sobre el mesón de la barra del bar, Tyler le había servido la segunda copa de Bourbon, y él ya estaba tomándola como si este nada más se tratara de un delicioso refresco. Christopher estaba todo ese tiempo hablando con unas mujeres que aparentaban ser mayores que él, pues lo cierto es que al casino a pesar de que el casino tuviera el paso restringido para adolescentes menores de los 18 años, la verdad era que nadie de esa edad iba, solo iba Christopher, y eso que él en las ocasiones que ha ido, nada más iba
— Muy bien, así lo haré, ya deja de pegarme, mejor, o vamos a trabajar, o vamos a ponernos de acuerdo en el plan de rescate de mi hermana, ¿Vas a ayudarme? — le dice Christopher a Noah.Noah intenta de nuevo volver a mantener la calma por qué así habían sido las cosas, ambos se habían hecho amigos nada más con la intención de querer ayudarse entre sí a resolver sus problemas. — Sí, te voy a ayudar, ambos dijimos que estábamos juntos en esto, ¿No? Entonces, siendo así, déjame hacer algo primero para que luego nos pongamos en marcha a idear un buen plan de rescate para ir por Samantha.Christopher asiente con la cabeza y Noah se marcha rápidamente para salir de la habitación de Christopher, irse caminando por el pasillo de las habitaciones, y llegar finalmente hasta dónde estaban las mujeres que Christopher había dejado hipnotizadas para que ellas hicieran lo que él quisiera y él tuviera éxito en su primer día de trabajo.Las mujeres dejan de disfrutar de una buena partida de cartas pa
Noah se queda callado, se queda pensativo, como si se le estuviera ocurriendo una maravillosa idea en ese preciso momento de la que él no estaba seguro si Christopher sería capaz de aceptarla. — ¿Qué sucede? — le pregunta Christopher a Noah con curiosidad como si ellos al ser unos vampiros no tuvieran el poder de leer la mente, o bueno, no tan en sí de leer la mente, pero sí cómo de percibir lo que entre cada vampiro pudiese sentir. — Es que no sé, creo que tengo una idea, pero no sé si esa idea pueda funcionarnos — le dijo Noah a Christopher mientras trataba de analizar todo lo que estaba por decir para saber si podía llegar a ser o no una muy buena idea. — Ya, déjate de tantos rodeos y mejor cuéntame de una buena vez qué es lo que te traes en mente — dijo Christopher, comenzando a perder la paciencia, en sí, él siempre había odiado la idea de que las personas le dieran tantas vueltas a un asunto cuando se trataba de decir algo. — Es una idea estúpida, pero nos puede funcionar, a