Alaia

—Nunca he dejado de amarte —mis ojos se abren y fijo su rostro, abro la boca, pero las palabras no salen de mis labios, miro sus ojos y son como dos pozos de agua cristalina, parece que puedo ver a través de ellos, mi corazón comienza a sacudirse en mi pecho. Reacción inesperada, Nick me toma de la cintura y me presiona con fuerza contra él.

—Necesitamos hablar Alaia, debemos hablar de lo que sucedió en el pasado, lo que me llevo a dejarte ir cuando no era lo que realmente quería —explica y sacudo mi cabeza.

Trago un nudo en mi garganta, cuando vuelvo a mirarlo.

—No, Nick, no quieras a hacerme creer que no fue real, eres la última persona en la que creería y el pasado dejo de importar, Es tarde para ti —me suelto de su toque, que en este momento siento que me quema.

—Alaia, por favor escúchame —ruega siguiendo mis pasos.

—No, no quiero escucharte —me vuelvo hacia él y siento que algo oprime mi pecho al ver su rostro, parece roto.

—Seguí con mi vida, debes hacer lo mismo —le doy