El Gerente Vega fue asustado por las palabras de Selene, su cuerpo se llenó de sudor, levantó la cabeza para mirar fijamente a Selene en el sofá, sus puños se apretaron poco a poco, ya no afirmaba con tanta firmeza que él fuera el único responsable de todo esto.

Selene notó que él comenzaba a dudar, así que habló de nuevo:

—He escuchado que tienes un hijo y una hija, ambos con gran potencial. ¿No quieres que se vean involucrados en tus problemas? Si te enfrentas a la cárcel, es porque lo mereces, pero tu familia es inocente...

Antes de que Selene terminara de hablar, Nacho se acercó y agarró la camisa del Gerente Vega, como si fuera un pollito, lo miró ferozmente y lo amenazó:

—¡Gerente Vega, no te hagas el valiente! ¡El que sabe cuándo ceder es un hombre sabio! Si no te comportas, tendrás problemas serios.

La potente voz de Nacho hizo que el Gerente Vega temblara de pies a cabeza, sudando profusamente. Tragó saliva y ni siquiera se atrevió a mirar al alto y fornido Nacho.

Después de