Iker hablaba con seriedad, su tono era muy grave y su expresión extremadamente seria.

Selene ya no podía contener la risa, se cubría la boca mientras se reía furtivamente.

¡Finalmente habían asegurado a Iker para Entretenimax!

Nicolás tomó algunas servilletas para limpiarse las manos y finalmente estuvo satisfecho.

—Eres un buen chico, ya casi estás a la altura.

—¡Papá, ¿por qué te estás limpiando las manos?

—¡Porque estás sucio!

Iker casi llora,

—¿Eres mi verdadero padre? ¡Buaaa...!

—¿Qué pasa? ¿Estás pensando en no reconocerme como tu padre?

—No, no es posible. ¿Cómo podría no reconocerte como mi padre? Después de todo, te he estado reconociendo como mi padre durante casi treinta años, ¡a pesar de que eres un ladrón!—Después de decir esto, Iker sonrió mostrando sus blancos dientes.

—¡Maldito! ¿A quién llamas ladrón? ¡Te voy a dar una lección!— Nicolás se preparaba para otra ronda de castigo.

Selene intervino de inmediato:

—Señor Ramírez, déjalo estar. No seas rencoroso, no vale la