Katrina POV
Chloe estaba demasiado nerviosa y eso ya era mucho decir, tenía que saber lo que tenía.
—Es que creo que Aitor me…me gusta o me atrae mucho. ¡Yo que sé! —evadió mi pregunta de una forma infalible.
Abrí la boca y no pude evitar esbozar una sonrisa al igual que Amanda.
—¡Genial! —gritó festejando Amanda.
—¡Ey, para! ¿Dime que pasó entre ustedes para que te dieras cuenta de eso? —esa duda volvió a mi cerebro después del shock.
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Estaba ansioso, desesperado y estúpidamente impaciente.Casi corrí abriendo la puerta y la azoté detrás de mí, avancé apresuradamente hacia mi auto cuando me di cuenta que no tenía las llaves. Grité quejándome y me devolví por ellas.Encendí el auto y no tenía gasolina.—¡No me jodas! —grité alterado.Golpeé varias veces el volante con mis manos, hasta que me tranquilicé un poco. El maldito karma no debía hacer efecto en mí… no había hecho nada malo todavía, ¿verdad? Después de unas cuantas discusiones sobre mi procedencia y árbol genealógico, quedamos de acuerdo de que no era un asesino en serie ni que mucho menos la despresaría como a un pollo para comérmela… pero Chloe todavía seguía mirándome con algo de nerviosismo y temor. Caminábamos cerca de un gran parque, la mayoría de las personas con sus familias o parejas venían aquí a pasar el tiempo, ahora nosotros éramos quienes disfrutábamos el fresco aire y el sonido agradable del lugar. —Y… ¿De qué querías hablar? —habló, después de un largo silencio. La miré de reojo, Chloe jugaba con sus dedos siempre que estaba nerviosa y ahora lo hacía mientras miraba el suelo bajo sus pies. Tomé aire profundamentCelos
Chloe POVCerré los ojos, al mismo tiempo que vi a Aitor acercándose.Estábamos ahí parados en medio del parque, con personas pasando a nuestro lado, con mi mejor amigo mirándonos y no me importó. Sentí sus labios juntándose con los míos suavemente y sin apuros, no fue como el primero, era más tranquilo, suave, sensitivo y mucho, pero mucho más exquisito.Nuestros labios se movían a un mismo ritmo sin ser interrumpidos, nuestras lenguas apenas se rozaban y hacía que mi piel se erizara. No me había dado cuenta del suave sabor de cigarrillo de su bo
Aitor POVDespués de que me quedé totalmente agotado y desparramado en la banca, esperé a que mi respiración volviera a la normalidad.Me paré algo adolorido todavía. ¡Ese maldito golpe me había sacado el aire! Todavía tenía cierta incomodidad en mis costillas pero lo ignoré, necesitaba buscar a Chloe, era seguro que no tenía planeado ir a su departamento, porque se había ido corriendo al lado contrario.Caminé a paso rápido, mientras miraba a todos lados para encontrarla, estaba preocupado porque en estas fechas oscurecía más temprano, no que
Nostalgia navideñaChloe POV—Navidad, navidad, hoy en navidad, es un día de alegría….y felicidad ¡Eh! —Amanda cantaba a todo pulmón canciones navideñas y aunque no tuviera buen ritmo, la letra de sus canciones fueran equivocadas, no estuviera muy afinada y que a veces se le olvidaba la tonada o cambiaba su género a rap, no importaba, porque cantaba con pasión pura que nos transmitía ese sentimiento cálido en el pecho, que siempre se siente cuando vienen las épocas decembrinas. Antes de que pudiera ponerme más sentimental, la dulce voz de mi madre me habló.—Chloe, ¿Me ayudas a decorar lo que falta? —me preguntó alzando una caja de foquitos que brillan de distintos colores, esferas de todos tamaños, muñecos de nieve de peluche, velas, campanas, un par de guirnaldas y flores de noche buena, entre otras cosas.Todavía me sorprendía cómo es que podía sostener tantas cosas, no lo sabía, tal vez eran los súper poderes que poseía toda madre y no querían revelárnoslo, de otra forma como explicaban que pudieran cocinar, lavar, limpiar, cuidar y soportar a sus hijos, consentir y pelear a sus esposos y encontrar todas las cosas perdidas sin perder el conocimiento. Eso ameritaba ser inmune a la criptonita o todo era resumiSorpresa inesperada
—Vengo a celebrar ¿A qué otra cosa vendría? —sonrió de lado con expresión arrogante, como antes lo hacía.Gruñí por lo bajo y apreté los puños. Si se ponía en ese plan, no lo iba a tolerar mucho.Era extraño, algo en mí le dolió esa actitud suya, tampoco llegué a imaginar que al volvernos a encontrar me abrazaría y me llenaría de besos por la emoción, no claro que no, eso sería como un tipo de paranoia, pero sí pensé que estaría un poco feliz o aliviado al verme… ya que me estaba empezando a acostumbrar al tranquilo y amable Aitor.Hasta ya se me había olvidado que era un pedante y engreído. Me levanté con desgana y fui al comedor, nuestra casa era grande y la mesa estaba en proporción, todos los que acudieron a la velada, estaban perfectamente acomodados, sólo había un lugar vacío para mí… ¿y adivinen qué? Justo al lado izquierdo de Aitor.Apreté los dientes y sin más ni menos, me senté. Lo miré de reojo y contemplé su sonrisa burlesca con fastidio.Cada quien se sirvió en su plato y comenzó a comer, algunos callados y otros charlando entre espacio amigablemente. Yo sólo me limitaba a mirar mi cena sin muchas ganas y picarla con el tenedor, hasta que escuché un largo suspiro que llamó mi atención.Último capítuloPeleas infantiles