Tuve miedo de girar y mirarlo, sabía que era mejor ignorarlo y entrar deprisa al departamento.
Pero yo no era así, siempre enfrentaba situaciones complicadas y les daba la cara. Solo que ahora era más complicado, no deseaba ver a Carlson, sus malditos juegos manipuladores me hacían ceder con demasiada facilidad.
Y como siempre, controlaba mi orgullo.
Decidí saltarme la parte en donde Carlson comenzaba a molestarme con sus discursos infantiles, y me di la vuelta para enfrentarlo.
Lo miré y de nuevo sentí ese extraño sentimiento de odio y ner
Sí, así como lo leen. Este es el final de esta historia. Pero tranquilas, habrá una segunda parte, emociomante y donde Aitor tendrá que vender el alma para que Chloe lo perdone. ¡No se lo pierdan! ;)
Parte 2Katrina POVChloe y Aitor llevaban vario rato peleando y me preguntaba cuánto tiempo les tomaría y si había alguna posibilidad de que todo acabara bien.No contaba con esa suerte, pero rogaba a los cielos que mi amiga esté bien.—¿Qué están haciendo ahora? —pregunté mordiéndome las uñas, mientras venía a Amanda con unos binoculares asomarse por la pequeña ventana.—Ella le grita —respondió con pocos detalles, haciendo que me pusiese ansiosa. Aitor POVLlegué quince minutos antes a mi cita con la psicóloga, jamás pensé que tuviera tantas ganas de hablar con alguien de lo que me pasaba y mucho menos creí ser capaz de llegar temprano con Camila.Simplemente lo que me había ocurrido ayer, había sobrepasado los límites de estabilidad emocional.Entré a paso rápido, ignorando a la nueva recepcionista que me decía que no era mi turno, no me importó y abrí la puerta de su consultorio.—Necesito su ayuda —solté sin más preámbulos, olvidando por completo que a esa hora tenía una cita con otrDesesperado por ayuda
La alarma sonó estrepitosamente, haciendo que me sobresaltara y mirara a todos lados buscando a quién agredir.Me restregué la cara con fastidio y luego le di un golpe seco al despertador, haciéndolo parar. Me levanté con pereza y caminé hasta el baño.Había olvidado lo que se sentía asistir a clases; esa horrible sensación de querer cerrar los ojos por dos minutos más, aquel estremecimiento por saber que te esperan siete horas más de aburrimiento, y en mi caso, la tediosa monotonía de convivir con otras empalagosas personas.—Odio la universidad —musité, mientras me miraba al espejo.
El chico llamado Erick se limitó a responder.—Dicen que eres una de las chicas más difíciles de la facultad —hizo una pausa de tres segundos para continuar—, pero no lo tomes a mal. Dicen eso porque eres muy linda y saben que no eres como las demás y… —hizo de nuevo una pausa para tomar aire—. Eso es bueno, no existen muchas chicas bellas, inteligentes e independientes.Cuando terminó de hablar, soltó una gran cantidad de aire y volvió a respirar con profundidad, parecía tener problemas con eso.—¿Estás bien? —pregunté sin tener realmente interés, solo deseaba desviar el tema para no darle las gracias.
Aitor POVLa escuché con perfección, la miré con absoluta claridad, la sentí abrumadoramente cuando su hombro empujó mi brazo…pero no podía creerlo.El odio y la decepción en sus ojos fueron como miles de cuchillas en mi pecho siendo incrustadas al mismo tiempo. Su mirada reflejaba todo menos el amor que alguna vez creí que sentía por mí, era tan doloroso…Se abrió un hueco en mi estómago cuando escuché sus palabras llenas de desprecio.Era indescifrable lo que sentí en ese mismo momento, cuando la vi alejarse sin mirar atrás.
Bufé, poniendo los ojos en blanco.Ahora no estaba diciendo lo que quería escuchar y eso me sacó un pequeño gruñido.—Es claro que tú tienes la culpa. Pero Chloe es así, resentida y muy terca. Con solo decirte que una vez no le habló a un chico por tres meses solo porque le dijo que su cabello no le gustaba.Owen volvió a reír armoniosamente y me ignoró por completo. Estaba dándome la información inadecuada, y era hora de que lo parara antes de que me revelara otro secreto atroz, como que había golpeado a un chico con un bate de béisbol por romperle una uña. No sabía que estaba haciendo, pero lo estaba haciendo.Jamás creí que pudiera llegar a tal grado de nerviosismo: sudaba por todas partes, mi pulso estaba frenético, tenía la garganta seca, me sentía mareado y parecía que mi estómago tenía toda una fiesta de alocados preparatorianos.Había dejado pasar cuatro días desde el último encuentro con Chloe. James me había impuesto casi un calendario para mi más probable infructuoso plan. Me había dicho que tenía que dejar un periodo de cuatro a siete días desde el último encuentro para volver a reencontrarnos “casualmente”.Obviamente elegí el límite inferior, simplemente me volvía loPasos para un encuentro casual
—¿Chloe? —inquirí, fingiendo no haberla visto—. Hola. ¡Vaya! No sabía que conocieras a mi amigo… —quise continuar una tranquila charla metiendo al pelirrojo en ella, pero no sabía su nombre, por lo cual no terminé la frase.Le di un discreto codazo y el musitó su nombre que apenas escuché…—Dominic…—¡…A mi amigo Domingo! —continué sonriendo, mientras le pasaba el brazo por el cuello en un torpe movimiento.—Dominic —masculló, y tuve que mentir.—Sí … nos llevamos tan bi