ISABEL.-TRES MESES DESPUÉS.-Tres meses han pasado desde que Adam me envió ese mensaje, lo extrañaba, no podía evitarloPor suerte en este mes había viajado fuera de Perth y tendré que viajar esta semana a Sidney, con un escritor que está lanzando su libro en varios idiomas y el editor me pidió que fuera con él en representación de la editorial.El escritor era todo un papacito, era alto rubio, ojos verdes, cabello corto pero la parte de adelante se la peinaba hacia arriba, piel blanca, su rostro era muy varonil y tenía un cuerpo bien ejercitado, unos labios delgados bien definidos, nariz perfilada y tenía cuarenta años su nombre era Michael Copper escritor de cuentos infantiles.Luego de un mes seguía sintiendome enfadada por como terminó con Adam y me molestaba aún más el que me importará tanto, mi bajo ánimo coincidió con un viaje a Camberra a promocionar el libro de Michael, para celebrar fuimos a un bar y luego de unas cuantas copas me acosté con él al principio pensé que estaba
ISABEL.-Me despierto por la alarma, dormí muy bien anoche Michael fue un caballero y cumplió su promesa de dejarme dormir, me giro y veo al hombre guapo acostado a mi lado con ese pecho y ese abdomen parece mentira que tenga casi cincuenta años con ese cuerpo, así que decido pasar mi mano ligeramente para despertarlo y él sonríe, me poso sobre él y comienzo a besar su lampiño pecho, y subo hasta su cuello para besarlo, él se gira y me deja contra la cama y comenzamos a tener sexo, se nota que anoche se aguantó.Nos alistamos para bajar, pidiéndole a dios no encontrarme con Adam bajamos a recepción cuando Michael me dice que lo espere en la estancia estaba inquieta miraba de un lado para otro de repente escucho una voz… la voz que no quería volver a escuchar.- ¡Hola Isabel!- Adam -Me giro lentamente, hasta quedar frente a frente-- Veo que estas muy acompañada -Dice tensando su mandíbula viendo hacia Michael que está hablando por su celular-- Igual que tú - Frunce el ceño-- ¿Me ol
ISABEL.-Hicimos la promoción del libro de Michael con éxito, pero no podía dejar de pensar en mi encuentro con Adam, cuando dijo que él y su ex estaban en habitaciones separadas en el hotel.¿Por qué estoy pensando en esto? Adam y yo solo fuimos amigos por unos cuantos meses con sexo y ya, lo repito una y mil veces en mi mente yo no estoy enamorada de Adam las cosas no han cambiado en absoluto si está aqui con su ex es por algo y yo no quiero complicaciones en mi vida, así que desde hoy dejo de pensar en él- Isabel, debemos regresar hoy, se presentó un inconveniente con uno de mis negocios en Nueva York, ya avisé a la editorial que haremos la promoción en las librerías que faltan luego- Ok, está bien –asiento- ¿Cuándo nos iremos?- Yo debo irme hoy, pero si tú quieres puedes quedarte el resto de la semana con todo pago no te preocupes por cierto tengo una propuesta que hacerte- ¿Propuesta? –Digo frunciendo mi ceño-- Si, en lo que solucione el problema que tengo en Nueva York, te
ISABEL.-Han pasado cinco meses desde la última vez que vi a Adam, de hecho Michael Cooper, el guapo escritor me hizo una propuesta de trabajo en Nueva York con muy buena paga y accedí solo para alejarme de Perth y de todo lo que viví allá. He estado muy bien aquí en Nueva York y estoy viviendo en un departamento bastante lujoso gracias a Michael, me convertí en su asistente personal y no he podido evitar tener sexo con él… tiene un físico muy provocativo, pero… sigo pensando en Adam y extrañándolo a veces siento ganas de escribirle pero sé que le haría daño y no puedo, estoy confundida y sigo sin querer algo serio y no me siento enamorada de él, a veces pienso que sí, pero me gusta mi vida hasta ahora Michael es mi jefe y aunque la pasamos bien juntos sé que no hay complicaciones, ni sentimientos de por medio que entorpezca nada, es lo que me agrada de estar con él, la voz de Michael me distrae de mi mente por un momento- Isabel, ¿tienes mi agenda?- Sí, tienes reunión con el repres
ISABEL.-Un mes después.- Despierto de un sueño profundo, abro los ojos y una luz muy blanca afecta mis retinas- ¿Dónde estoy? -Siento mi cuerpo adolorido, muevo la cabeza lentamente y veo a un hombre rubio de unos cuarenta y tantos años muy guapo recostado en una silla dormido¿Estoy en un hospital? – trato de levantarme de la cama pero veo una férula en mi pierna y suelto un sollozo movimiento que hace que el despierte- Nena no te muevas, ¡despertaste!- ¿Quién eres tú? –Digo sorprendida y asustada al mismo tiempo-- ¿No me reconoces? –Dice decepcionado-- No, ¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? ¿Qué me paso? –Comienzo a sentirme desesperada-- Tranquilízate, voy a llamar al doctor, llevas inconsciente un mes- ¿Qué? ¿Quien es este hombre y por que me llama nena? -Noto que el hombre sale de la habitación y regresa solo en unos segundos con un doctor-- Isabel, ¿Cómo te sientes? –Me pregunta mientras comienza a revisarme con su estetoscopio-- ¡Uhm!... Confundida, no… recuerdo que me pas
ADAM.-- Hermano no puedes seguir así, te estas derrumbando por una mujer que no siente lo mismo que tú ¡supéralo!- Si estuvieras en mi lugar ¿superarías que tu esposa te dijera que no siente lo mismo que tú? –Digo molesto y reteniendo mis lágrimas-.- No lo sé, solo sé que de amor nadie se muere hermano… Hace meses que no sabes nada de ella, te diré lo mismo que le dijiste a Ashley, ha pasado tiempo y ella no te ha escrito, ni te ha llamado ¿Eso no te dice algo?- Tal vez soy como Ashley, masoquista -Me encojo de hombros, viendo la botella que tengo en frente y de la que bebo un sorbo- tal vez deba intentar suicidarme para poder pasar por el proceso de olvidarla- ¿Es una broma? - Dice gritándome-- Si, lo es Aaron… pero no puedes convencerme de que olvide a Isabel y si tengo que quedarme soltero toda la vida hasta volver a encontrarme con ella lo haré- ¡Aaaaay, hermano! ¿Cómo puedo ayudarte? –Toca mi hombro con tono preocupado-.- No puedes -Sigo bebiendo de la botella que tengo e
MICHAEL.-Dos semanas después.-Hace dos semanas que a Isabel le dieron de alta, las cosas van algo lentas, duermo en otra habitación para que se sienta cómoda, aunque extraño su cuerpo junto al mío, ha sido difícil tenerla cerca y no poder tocarla, me ha insistido en ponerla al tanto con el trabajo, pero le he ordenado que descanse cosa que no le agrado para nada y así comienza a ser la Isabel de siempre con un gran carácter.Estoy sentado en mi escritorio en mi despacho cuando escucho que tocan la puerta ¡Pase!- Buen día Señor- Buen día Jeff, ¿Qué me tienes de la investigación? –Me reclino en mi silla, viendo fijamente a Jeff-- La señorita Isabel -Pregunta, mirando hacia la puerta cerrándola con cuidado-- Sigue durmiendo, últimamente se levanta algo tarde- Bien señor usted tenía razón, eso no fue un accidente -Me extiende la carpeta que tiene en sus manos-- Mandaron a matarla -digo con seguridad, porque en estos casos mi instinto nunca me falla-- Así es señor… el conductor ha
ISABEL.-Luego de despertarme, darme una ducha y vestirme, me siento en el sofá de la habitación, Michael me consiente con todo, aún sigo de reposo me fastidia no poder trabajar, pero no puedo negar que he disfrutado mucho estar en este palacioY con Michael pues las cosas van lento, intenta acercarse a mí pero aún no me siento segura, no por el hecho de evitar acostarme con él hay algo más que siento que no puedo explicarlo, aunque siendo sincera no puedo evitar comérmelo con la mirada porque es muy guapo, hace unos días me levanté muy temprano y lo vi sin camisa y con pantalones de algodón haciendo ejercicios en la parte de abajo del departamento y su cuerpo está perfecto y se le veía un gran bulto en el medio de sus piernas, no pude evitar babearme, el golpe en mi cabeza no minimizo esa parte primitiva de mi, mi apetito sexualTomo mi celular que ya está configurado y decido llamar a Jessica, logré conseguir su numero guardado en mi correo electronico y ya ha pasado mucho tiempo, e