Estaba en mi cama, dando vueltas en ella, sin poder conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en él. Estaba en su cama, con él mirándome, esos hermosos ojos azules que me tenían tan tremendamente cautivada, sonriéndome, mientras yo acariciaba su cabello. Mis lágrimas seguían saliendo, sin que pudiese hacer nada por detenerlas, ante la terrible realidad que me golpeaba. Él ya no era mío, nunca lo había sido, y nunca lo sería de nuevo. Dolía, dolía muchísimo. No podía aceptar la idea de no poder volver a despertar a su lado, con esa mirada sobre la mía, con esa sonrisa, con su risa, ese guiñe de ojo que me volvía loca, sus caricias, su mano entrelazada a la mía. Un sonido en la puerta me hizo limpiar mis lágrimas con rapidez, y poner atención a lo que ocurría. - Nena – me llamó mi madre. Me hice la dormida – ¿ya estás en casa? – insistió – Me tenías preocupada... - entró en la estancia, observando el vestido sobre la silla - ¿qué ha pasado? – se sentó sobre la cama, y apoyó su m
Tumbada en la cama, aún en ropa interior, sin querer vestirme, escuchaba la voz de Will, a lo lejos, hablando por teléfono, mientras yo chequeaba mi teléfono, tenía algunas llamadas perdidas de Pit, y algunos mensajes de Charles.Charles:"No te olvides de la fiesta de esta noche, en el bufete. No hagas planes con el bueno de Will, y tráelo de una vez para que lo conozcamos. Así Victoria dejará de molestarme con que hay algo sospechoso en nuestra relación"Las cosas habían cambiado demasiado en poco tiempo, tengo que admitir. Para empezar Marks había dimitido, después de hacer algo que molestó mucho a nuestro jefe, lo cual nunca me enteré que fue. Khol había vuelto al bufete, de hecho, esa era la razón de la fiesta de esa noche.Habían pasado tres meses, y yo seguía huyendo de los sentimientos, evitando pensar en aquel que me hacía daño, sin querer empezar nada nuevo con nadie, a pesar de lo mucho que Will insistía porque fuésemos mucho más. Yo aún no estaba preparada para empezar una
Aquel día tenía una resaca del demonio, aun así, me marché a trabajar, tenía un caso de corrupción que investigar en la oficina. A pesar de eso, no pude dejar de abrir la boca, estaba cansadísima, apenas dormí nada la noche anterior.A la hora del tentempié me tomé varios cafés, ni siquiera pude tomarlos con Peter, pues él estaba reunido con Charles. Tan sólo esperaba que no fuese nada grave.Subía en el ascensor hacia mi planta, mientras chequeaba los mensajes, tenía uno de Will.---Will:Siento lo de anoche, me comporté como un capullo. Sólo quiero que sigamos como hasta ahora, conociéndonos, sin ponerle etiquetas.---Comencé a responderle, de camino a la oficina, levantando la vista antes de haber enviado el mensaje, encontrando allí a Ares, apoyando en la pared, ladeando la cabeza para mirarme, haciendo que dejase caer las manos, totalmente sorprendida de verle allí.Me lamí los labios, nerviosa, sin atreverme a dar un paso más, mientras él apretaba los puños, molesto, al mismo t
Bueno... he pensado que como quedan ya tres capítulos para que termine... los voy a subir ya todos del tirón y ya terminamos con la espera, además también teniendo en cuenta que mañana w*****d estará cerrado por unas horas.Les subo otro capítulo.Acababa de cenar un delicioso queso con uvas, con mi copa de vino, justo iba a echarme otra, cuando mi teléfono comenzó a vibrar. Tenía un nuevo mensaje.---Will:Preciosa, ¿cómo ha ido tu día? Siento haber estado desaparecido, tuvimos reuniones durante todo el día. Mañana me iré a Canadá, a ese viaje de negocios del que te hablé. Espero volver a verte cuando vuelva.Yo:Por supuesto que nos veremos. Pásalo bien, y disfruta.---Una ventana emergente apareció de pronto, tapando la conversación anterior.---Ares:Siento lo de hoy, siento que hayas pensado que quería usarte... Nunca te he usado, eso era lo que quería decirte... pero termino pensando en miles de otras cosas que me gustaría poder decirte, cosas que al final terminaré callándome
Le miré varias veces, desde la barra, justo cuando la tal Pisci le agarraba de la cintura, acercándose demasiado, él lució, despreocupado.- No me gusta la forma en la que ella te mira – susurró, haciendo que él se fijase en mí. Sonreí, bajando la mirada un momento.- ¿Cómo me mira? – quiso saber.- ¿Cómo si fueses de su propiedad? – contestó ella. Sonrió, divertido, justo cuando llegaba hasta ellos, siempre dejando distancias para no inmiscuirme demasiado.- ¿En serio? Lena – me llamó, justo cuando hube llegado hasta ellos, con mi copa en la mano, haciendo que los demás pusiesen sus ojos en mí, me incomodaba, terriblemente – Pisci dice que me miras como si fuese tuyo – sonreí, al darme cuenta de lo que pretendía - ¿es cierto?- Sí – contesté, haciéndole reír. Nadie entendía nada, excepto nosotros. La lluvia de nieve comenzó a caer sobre nosotros, tenían fiesta de la espuma, y parecía que estaba nevando, literal. Levanté la mano, sintiendo como los copos caían sobre nosotros. Eran copo
Estaba agradecida de que fuese sábado, porque no quería hacer nada más que mirarle, mientras él me contaba lo entusiasmado que estaba con su negocio, era un verdadero gozo oírle hablar así.- ¿Me estás oyendo? – preguntó, de pronto, haciéndome sonreír. Levanté la mano, apoyando el codo sobre el suelo, para luego sujetarme la cabeza con ella. Dirigí entonces, mi mano libre a su barbilla, y la acaricié.- ¿Sabes lo preciosa que es tu boca cuando hablas? – sonrió, divertido, guiñándome un ojo, para luego besar mi mano. Acaricié sus labios – y lo mejor es que estos labios son míos – rompió a reír, al escuchar aquello.- ¿Cuándo vuelve Will de su viaje? – quiso saber. Perdí la sonrisa en ese justo instante. Bajé la mano y me mordí el labio, nerviosa – si necesitas que esté contigo o ...- Quiero hacerlo yo – le contradije – cuando vuelva, el miércoles, se lo contaré.- Le contarás que estás con el chico de veinticuatro años más sexy de toda la ciudad, ¿no?El timbre de la puerta sonó, hacié
PRÓLOGO.En aquella calurosa noche, víspera del día de la independencia, a altas horas de la noche, en Nueva York, en la suite residencial del Four Season, un constante repiqueo se escuchaba, seguida por una respiración calmada, allí me encontraba, redactando el informe del siguiente caso que tenía entre manos.Ahí dónde me veis era una de las mejores abogadas de todo el país, no había más que ver el lugar en el que me encontraba, la ropa que vestía y los caprichos que me daba, para darse cuenta de que las cosas me habían ido bien en la vida.Aun así... a pesar de tenerlo todo, aún no había encontrado a alguien con quien compartir mi vida, pero eso no me preo
Era incómodo estar allí, de camino al hotel, con él a escasos dos metros de mí, mientras miraba por la ventanilla, y deseaba llegar en la mayor brevedad posible.- Entonces... señorita "No estoy interesada", ¿va a decirme su nombre, ahora? – quiso saber, mientras yo me giraba al contestar.- No – sonrió, ante mi atrevimiento, volví a fijarme en el paisaje que se veía fuera. Estábamos cerca, a punto de llegar.- Usted es demasiado – se quejaba - ¿ni siquiera lo hará como agradecimiento? – añadía – Al fin y al cabo, le estoy haciendo el favor de acercarla a su hotel. Creo que es lo mínimo que... - me giré, observándole.- Usted lo ha dicho, es un favor – le corté – los favores no se echan a la cara – sonrió, divertido.- Un nombre, no es como si le estuviese pidiendo una cita ni nada – se quejó – tampoco es como si fuésemos a volver a vernos – pensé en ello, tenía razón.El auto se detuvo frente al hotel. Abrí la puerta, puse un pie fuera y luego miré hacia él, sabía perfectamente cuál i