Ya la tarde está cayendo, pero aún sigue el calor, en esta época el sol quema demás, me siento agotada, todavía Fabiola no me ha llamado, significa que aún no ha salido para acá, si es así llegarán de madrugada o quizás mañana. Voy a hacer algo para comer y luego me voy a descansar. Me están llamando seguro es Fabiola. —Hola amiga. —Hola Fabiola, estaba preocupada por ustedes, ¿por qué no han llegado? —Amiga ya estamos frente a tu puerta, ábreme por favor. —Adelante, ya me tenían preocupada, pensé que no vendrían. —Hola amiga, dame un abrazo. —Hola Jam. —Hola Camila. —Me hubiesen avisado que ya venían en carretera así les hubiese preparado comida. —Queríamos darte una sorpresa, no te preocupes por la comida lo que quiero es darme un baño de playa, está haciendo mucho calor. —Yo también, el sol ya se está ocultando y aún hace bastante calor. —Bueno vayan a bañarse, mientras yo preparo la cena. —Camila no te p
La celebración de la boda continúa, Ethan se cambió de mesa, fue a sentarse con unos amigos, pero desde la mesa donde estaba me lanzaba miradas, es una situación muy incómoda, me siento culpable tenía que haber hablado con Ethan, así no le daba falsas esperanzas. Pero que le iba a decir, que estaba enamorada de un hombre, del cual no estaba segura si me amaba. —Amiga, ¿te sientes bien? —A ti no puedo mentirte estoy muy, pero muy incómoda. —Si te entiendo, pero bueno tú fuiste clara con Ethan le dijiste que no querías nada con él. —Sí , eso es cierto, pero debí hablarle de Cristhofer. —No te sientas culpable por eso, no es tu obligación hablarle de Cristhofer, con tan solo decirle que no lo amas, que no quieres nada con él, con eso a él le debe bastar, tú no tienes que darle explicación del porque no lo quieres. —Fabiola, pero me siento mal, que pensará la señora Sara de mí. —Nada, ella es mujer y debe entender que en el corazón no se manda
Cristhofer se fue sin despedirse y me dejó con la certeza que no quiere nada con el matrimonio. —Camila, pero cuéntame porque no entiendo nada. —No hay nada que entender a Cristhofer le preguntaron para cuando era nuestra boda y se asustó, eso es todo, prefirió huir. —Pero no te dio ninguna explicación, no lo hablaron. —Fabiola, ¿qué querías que le dijera? —Bueno, le hubieses preguntado si quería casarse contigo. —No, esa pregunta me la tiene que hacer él a mí. —Por Dios Camila, tú también le puedes hablar sobre eso. —Fabiola escúchame, toda nuestra historia ha sido muy acelerada, en tan poco tiempo han ocurrido tantas cosas que no me he detenido a pensar en nuestro futuro, nos amamos, bueno yo estoy segura que lo amo. —Cristhofer también te ama. —Sí, pero ¿ese amor es suficiente para hacer una vida juntos?, salí embarazada pero no fue porque lo buscamos, la prueba está que cuando el señor Rodrigo le mencionó la palabra matrimoni
MANSIÓN DE LOS ASTURIAS. —Mark, ¿has visto a tu hijo? —No. —Cuando se mudó de aquí lo hizo con la condición que me iba a llamar todos los días, pues ya tiene tres días que no lo hace. —Mujer sólo son tres días, debe estar ocupado, yo lo vi ayer en la empresa. —No sé porque, pero presiento algo raro, ayer Liliana me llamó y me dijo que tenía varios días sin verlo y lo llama, pero siempre le sale la contestadora, eso no me gusta. —Bueno él tampoco puede estar pendiente de Liliana, él tiene que atender su trabajo. —Voy a averiguar qué le pasa a Marcus, Liliana es su prometida y él no puede evadirla de esa forma, faltando pocos meses para la boda. —Emperatriz me voy para la empresa, tengo un asunto muy grave que resolver. —¿Qué asunto? —Problemas de la empresa, de eso me encargo yo. —Marcus también debería encargarse de eso, recuerda que él es el futuro dueño de la empresa, me prometiste que te ibas a retirar y lo ibas a dejar a
—Buenas noches Jam. —Amigo, todavía estás en Canadá. —No, regresé anoche. —¿Cómo te fue en la conferencia? —Muy bien, esas conferencias son excelentes, se aprende mucho, Jam, ¿qué estás haciendo, podemos vernos? —Claro vale, estoy saliendo de mi guardia, ¿dónde nos vemos? —En el bar de siempre. —Okey dame media hora. —Perfecto, entonces nos vemos allá. Acá estoy en la barra del bar, bueno Cristhofer ya ha pasado mucho tiempo y no sabes nada de Camila, eso me duele, no he querido responderle las llamadas, pero me mata la curiosidad, por eso llamé a Jam, necesito saber si está con Ethan. —Hola Cristhofer, perdona el retraso, a última hora me agarró el comandante para hablarme de un caso, menos mal que no se extendió mucho. —No te preocupes, apenas voy por el primer trago, ¿quieres un whisky? —Primero me quiero tomar una cerveza, vengo acalorado. —Okey ¡Hey! Muchacho por favor una cerveza para el amigo. —Bueno aho
Han pasado varios días y no sé nada de Cristhofer, lo he llamado para explicarle la presencia de Ethan en la casa, pero no me contesta, siempre me sale la contestadora, indudablemente que no quiere saber de mi. Lo que me queda es tratar de olvidarlo, pero como duele, como olvidar al hombre que me hizo conocer lo que era el amor, la pasión, el deseo y a la vez la ternura, la delicadeza, ese amor bonito que te cala los huesos. Otra noche más sin poder dormir, dando vueltas y vueltas en la cama, que raro estoy escuchando otra vez el ruido de un barco, sé que me advirtieron que no me asomara por la ventana, pero tengo que averiguar de qué se trata. —¡Wao! Ahora sí estoy mirando con mayor claridad, el barco se acercó un poco más, ya están llegando los botes pequeños, están trasladando unas cajas del barco hasta los botes, los botes se están acercando a la orilla, ¡Dios! esos hombres están armados, mejor me alejo de la ventana, me pueden ver, ahora sí no hay duda esto qu
Después de cenar, Cristhofer y Jam decidieron ir a la playa, nos sentamos en la arena con una botella de vino para nosotras y una de whisky para ellos. —Camila te informo que hablé con el comandante sobre el asunto del barco. —¿De qué barco están hablando? —En verdad tú no sabes nada, Camila hace dos noches vio un barco que llegó a estás playas, al parecer es un contrabando, del barco pasaron el contrabando a unos botes pequeños, estos llevaron la carga a la orilla, de allí lo trasladan a transporte de cargas, así llevan su mercancía por carretera, creemos que tienen un lugar donde la guardan muy cerca de aquí. —¿Pero qué piensan hacer al respecto? —Ya el comandante está trabajando sobre ese asunto, esto es confidencial, Camila tienes que estar alerta, por eso te lo digo, ya tenemos funcionarios trabajando de encubierto en este pueblo, cuando estemos seguros del próximo embarque, les caemos, no podemos cometer errores, nosotros andamos detrás de esta red
La señora Sara llegó radiante de su luna de miel, dicen por allí que el amor rejuvenece, pues eso les pasó a ellos, los dos estaban hermosos, al señor Rodrigo se le notaba un brillo en la mirada cada vez que veía a su amada. Ella como siempre, amante de la cocina, preparó un suculento almuerzo, nos invitó a todos, ya sabía que Fabiola, Jam y Cristhofer habían llegado a pasar el fin de semana en el pueblo. Ethan también había llegado a recibir a su mamá. —Señora Sara, usted está bellísima. —Gracias mi niña, siempre tan amable, oye, ¿cómo estás con Cristhofer? —Estoy bien, se presentaron ciertos problemas, pero creo que los superamos. —Me alegro hija, me fui un poco preocupada, porque en la fiesta noté cierto disgusto entre ustedes, me pareció que eso resultó por la pregunta que le hizo Rodrigo a tu novio, ¿me equivoco? —No se equivocó, esa fue la causa del disgusto. —¿Él no quiere casarse? —Eso pensé, pero ya entendí las razones, ahora