Alana
Acabamos de pasar un momento tan íntimo aquí en la habitación de Orlando que el recordarlo hace que mis mejillas se vuelvan a poner rojas, siento mi cara y mi cuerpo ponerse calientes.— ¿Amor que es lo que estás pensando?, te acabas de sonrojar y ese color en tus mejillas te hace ver tan hermosa—Pensar en qué respuesta darle se me hace muy difícil con todas las imágenes que viene a mi mente de las cosas que acabamos de hacer en está habitación, pero eso no me importa ya que era lo único que lograba alejar las malas noticias que me dio está mañana Guido.—Nada amor, ya sabes como soy algo vergonzosa después de lo que hacemos, pero quiero decirte que gracias por respetar mis deseos y esperar hasta el matrimonio para llegar más lejos, tú me entiendes, por favor no me hagas decirlo en voz alta—él se ríe y se acerca a darme un beso, lo deja así suave e inocente no lo lleva más lejos.¡Gracias a Dios que no lo hace!, sino estuviéramos otra vez como hace unos minutos.—No te preocupes amor, yo voy a respetar tus deseos siempre, después de todo ya estamos comprometidos y falta muy poco para que seas mía y nada ni nadie se va a interponer entre nosotros, así que esto que hacemos es solo para unirnos más una vez casados daremos el gran paso y serás mía en todos los sentidos, puedo esperar un poco más— ¡Oh!, mi corazón se siente tan feliz de escuchar las dulces palabras que me acaba de decir siento que me acabo de ganar la lotería con él.Pero ya se está haciendo tarde así que debo regresar a casa, aunque no quiero hacerlo aún, quisiera poder quedarme aquí para siempre junto al hombre que amo—Debo irme a casa ya, le dije a Guido que no iba a demorar mucho, ya me pase una hora de mi hora de llegada, se va a enojar mucho más—De mala gana se hace a un lado sentándose junto a mí y yo me levanto para meterme al baño y mirar mi reflejo, comprobar que mi maquillaje este igual de cuando salí de casa, arreglo mi cabello también y ya viendo que todo está en su lugar salgo del baño.—Dejé que me convencieras de subir un momento y mira lo que paso por tu culpa, eres muy malo amor—Él solo me da una sonrisa perezosa antes de ponerse de pie y acercarse a mí para poder salir de la habitación.Dios mío, Orlando es todo lo que pude querer en un novio, es cariñoso, atento, me consiente en todo y cuando se trata de los momentos íntimos aunque no lo llevamos más lejos, el respeta mi deseo de llegar intacta al matrimonio, es todo lo que quiero, las cosas que me dice, las cosas que me hace, ver ese cuerpo perfecto me deja sin aliento es muy guapo y la ropa elegante que usa le ayuda a resaltar más, su cabello es de color castaño claro lo tiene un poco ondulado en las puntas eso le da un aire algo angelical y eso es lo que más me vuelve loca cuando estamos a solas como ahora, por suerte sus padres no están se fueron de viaje regresan en unos días, aún no puedo creer que alguien como él se fijara en mí una simple chica.—Si me sigues mirando de esa manera Alana no te dejaré irte y haré que te quedes más tiempo, vete ya o sino Guido estará aquí tocando mi puerta y gritando que le devuelvan a su hermana—Es verdad eso logra hacer que me ponga en movimiento agarro mis cosas y reviso que nada se me quede, siento que él sale de la habitación un momento mientras me deja buscar y asegurarme que no me olvido de nada, tomo mi pequeño bolso y después de un momento salgo detrás de él cerrando la puerta.Cuando salgo Orlando no está por ningún lado camino un poco más cerca de la escalera y lo encuentro del otro lado del pasillo ocupado con una llamada, parece ser algo muy serio, porque todo rastro de diversión ha desaparecido de su rostro, está tan serio a tal punto que no me presta atención mientras me voy acercando a él.— ¿Estás completamente seguro de lo que me acabas de decir?—escucha la respuesta que le dan y aprieta la mandíbula con fuerza—Sí, me pasaré por allá más tarde, tengo que cerrar amigo nos vemos al rato y sí estoy ahora con mi novia, adiós—Cierra la llamada y me acerco a él para saber qué es lo que lo tiene tan preocupado.— ¿Amor está todo bien?, debo preocuparme o no es nada serio lo que te acaban de decir—Se acerca a mí y me abraza con fuerza antes de responder.—No es nada cariño, no te preocupes son solo asuntos ya sabes el deber llama, tienes que acostumbrarte a que tu futuro esposo siempre tenga cosas como esas con las que lidiar siempre, así que no le des más importancia deja que me ocupe yo de ello—Me da un suave beso en los labios para luego recordarme que me debo de ir a casa.—Vete ya Alana, te van a castigar si demoras más, nos vemos después está bien, te quiero bebé no lo olvides nunca—Eso es verdad, le doy un último beso, antes de irme a casa, es un alivio que haya hecho que su chofer me lleve a casa ahorrándome el trabajo de tener que tomar un taxi.20 minutos después estoy bajando del auto pero no sin antes darle las gracias al chofer, estoy entrando a la mansión, cuando de pronto mi hermano sale de su despacho y camina en mi dirección lo juro que a veces parece que Guido puede sentir cuando estoy cerca, tiene las mangas de la camisa arremangadas hasta los codos, su cabello negro azabache igual que el mío está hecho un completo lío, parece muy preocupado últimamente, no sé qué es lo que lo tiene mal con exactitud, a veces Gianella tiene razón no parecemos sus hermanos mayores, sino sus padres.—Alana la reunión a la que ibas a ir conmigo en casa de los Amuso fue suspendida por el momento, pero cuando haya nueva fecha vendrás conmigo, creo que hay una en dos semanas pero es de otro socio, así que es tu obligación acompañarme te diré unos días antes para que vayas al salón y te arregles el cabello, las uñas o lo que sea que quieras arreglarte—Me quedo ahí sin poder decirle nada, porque habla tan rápido que a veces me cuesta entender que es lo que me dice con exactitud como ahora—¿Por qué diablos llegas casi dos horas después de tu hora límite?, solo espero que ese idiota haya mantenido la basura bien guardada o se va a arrepentir hermana y no estoy jugando con eso hermana—Escuchar aquello hace que salga de mi estupor momentáneo para responder como es debido.—Eso no es asunto tuyo Guido, es mi cuerpo yo decido que hacer con él y a quien se lo doy—Se acerca muy enojado, pero yo no retrocedo, jamás lo haré.—¿Sí?, pues yo de ti me lo pienso bien antes de hacer algo como eso hermana, porque nadie quiere llevarse a casa una mercancía dañada después de todo—Eso me hace querer golpearlo en la espinilla como cuando éramos niños y me hacía enojar.—Porque de algo estoy muy seguro Alana, jamás te casarás con alguien como Orlando, no mientras yo aún respire, te doy mi palabra hermana—Y con eso se gira regresando a su despacho, dejándome ahí con la respuesta en la punta de la lengua.Pero por esta vez prefiero guardar silencio, solo por esta vez, en la siguiente juro por la tumba de mis padres, que le daré su merecido a Guido si vuelve a hablarme de esa manera, haré de cuenta que las cosas feas que acaba de decirme y como me trato es producto del cansancio y el estrés al que ha estado sometido en estos días, pero no volverá a pasar, no se lo permitiré de nuevo.Alana—Te lo juro Caeli, a veces Guido me saca tanto de quicio, que no sé cómo es que aún no le he sacado un par de dientes—mi amiga ríe con fuerza del otro lado de la línea y yo solo ruedo los ojos con exasperación, ella encuentra todo esto divertido.—¿No crees que te estás siendo una reina del drama Alana?, sabías muy bien desde un principio que Guido nunca acepto a Orlando como tu novio, no sé qué puedo haber hecho el pobre para ganarse el rechazo de él, pero no te quejes ahora—Ella suspira con cansancio como siempre lo hace cada vez que habla de mi novio—solo que yo de ti abandono ese tonto plan que tienes de casarte con él, eso es algo que no se puede deshacer así no más, amiga tu familia no es cualquier cosa, quien logre casarse contigo se lleva el premio gordo y nunca se te ha ocurrido pensar que quizás Orlando no te quiera como asegura—eso es ilógico, él tiene dinero no es que tenga problemas o ni nada parecido, aunque su familia no están poderosa como la mía nunca he sentido
DamianoNo sé porque debemos de asistir aún a estas reuniones tan aburridas, en Londres eran mucho más entretenidas y nunca faltaban las mujeres, pensé que quizás mamá había cambiado un poco con el pasar de los años pero no fue así.Nos hizo asistir a una fiesta muy aburrida, la organiza una de sus conocidas, una vieja cacatúa creo que su nombre era Pía Gotti, es tan insoportable y molesta no pierde el tiempo en mostrarnos a sus hijas, solo una de ellas vale la pena las demás son muy sosas y no tan atractivas, mi hermano Gianni como siempre está haciendo una demostración de sus impecables modales, le gusta lucir como un perfecto caballero frente a los demás es gracioso porque si supieran lo jodido que es, no estuvieran sonriendo como tontas en su dirección en su lugar estuvieran gritando como locas y corriendo en el sentido contrario.— ¡Oh Fiorella querida!, que guapos están tus hijos, todos unos perfectos caballeros, debes estar muy orgullosa de ellos—La vieja chismosa le hace un mo
AlanaEsto no puede ser verdad, quizás el poco alcohol que he bebido me ha hecho más efecto de lo que pensaba, me digo a mi misma como explicación pero lamentablemente no es así.Me niego a creer lo que mis ojos están viendo la escena desagradable que está pasando frente a mí en este lugar, hay una chica muy guapa junto a dos hombres bien vestidos deben ser invitados de la fiesta entonces, ellos 3 están teniendo un momento privado y muy íntimo por los ruidos que hace ella pero este no es el lugar ni el momento en el cual dan rienda suelta a lo que sea que deben de estar pensando en seguir haciendo aquí, que gente con poca educación.Se están comportando como unos animales salvajes y yo tuve la mala suerte de ver esto, me siento algo enferma del estómago y muy enojada por este momento muy incómodo.Tengo ganas de gritar de horror, yo estaba entrando aquí dispuesta a defenderla porque escuchaba lo que parecía ser que la estaban agrediendo y ella... Ella en realidad estaba teniendo un bu
Me da escalofríos, son tipos malos muy malos, que no dudarán en cumplir sus promesas, pero gracias a Dios tengo a Orlando conmigo, él me va a proteger de esas bestias.Regreso a la fiesta y las ganas de ir al baño fueron olvidadas por completo, pasa un camarero con una bandeja llena de cócteles, le hago un gesto que me dé uno y tomó cualquiera al azar poco me importa el sabor, solo quiero poder beber algo y calmar un poco mi corazón que se quiere salir de mi pecho.Mis ojos vagan por todos lados buscando a Guido para poder salir de aquí, no quiero estar un segundo más cerca de los hermanos del mal, me bebo el vaso en tres tragos largos, tiene un sabor un poco fuerte pero no me importa.—Permiso pequeña garza estás en mi camino, no estorbes—Susurra una voz detrás de mí que destila enojo y fastidio, me giro tan rápido que no me percato que tan cerca de mí ha estado.Me tropiezo como una completa tonta y pierdo un poco el equilibrio teniendo que apoyarme en él y en su pecho, Damiano me
GianniVerla aquí frente a mí como si no nos hubiera interrumpido con la diversión que estábamos teniendo con la dulce Mellea, me hace pensar que quizás todo es producto de mi imaginación, como no la hemos visto después de todos estos años me costó reconocerla un poco al principio, que si no fuera por su cabello de color negr* y ese hermoso rostro de muñeca de porcelana no la reconocería, además tampoco esperaba encontrarla aquí hoy, eso hace que despierte esa emoción que siempre tenía en mí y la odiaba, yo sentía que debía protegerla de mi hermano y su forma agresiva de tratarla por eso siempre controlaba a Damiano que no se le vaya la mano con ella cuando le dábamos un mal rato en la escuela, pero eso no quiere decir que yo no le daba su merecido.¡Oh porque yo sí que lo disfrutaba!, y la mejor parte que mi hermano jamás me deteníaEs por eso que la odiaba tanto que yo no entendía cómo era eso posible, que ella siendo una niña tonta pueda despertar ese sentimiento en mí.Es por eso
AlanaUna hora después estoy en mi habitación acostada en mi cama, fui a ver a los niños antes de entrar a la mía.Gianella estaba aún conversando con una amiga de ella en el celular, me vio en la puerta y me dijo que en 5 minutos ya se iba a acostar, el pequeño Enzo estaba dormido, después de eso me pude ir a dormir más tranquila de que ellos estaban bien.Bueno esa era la idea de irme a dormir pero mi querida amiga Caeli no quiso esperar hasta mañana como se lo sugerí, ella empezó a preguntar que era lo que pasaba y que tenía que decirle.— ¿Qué es?, ¡Dime ya!, me estoy subiendo por las paredes—Muy típico de ella.—Aparecieron en la ciudad tus personas favoritas sabes, unos que llevan el apellido Amuso, ¿Te suenan de algo?—Iba a seguir hablando pero el grito de rabia de ella me deja sin poder decir una palabra más.— ¡Dime que es una tonta broma tuya!, Alana de verdad, dime que eso es mentira—Nop, no lo es yo también pensaba que era producto de las pocas copas de alcohol que bebí en
Alana— ¡Guido suéltame!, ¿Qué haces?—Pero él no me escucha, sigue sacudiéndome con fuerza.— ¿No entiendes lo grave qué es si enojas a ese familia?, ellos te odian Alana, basta que hagas una cosa tan sencilla para que ellos lo usen de excusa y tomen venganza, papá tuvo que sacrificar mucho por tu culpa el día que casi matas a esos chicos solo porque no pudiste controlar tu temperamento—Me suelta como si se hubiera quemado, y se pasa las manos por el cabello.—Fue un accidente, está bien, yo solo tenía 8 años era una niña inocente tampoco es que tenía planeado su muerte o sabía que podía pasar eso, además no es mi culpa que ellos no hayan sabido nadar—Me duelen los brazos Guido puso mucha fuerza en su agarre, espero que no deje marcas en ellos.—Ese es el problema nunca piensas en las consecuencias de las cosas que haces por tus caprichos o porque te enojas, debe de madurar de una vez Alana—Maldice y se vuelve a acercar a mí enojado.Levanto los brazos inconscientemente pensando que m
AlanaGuido no se dio por vencido y me siguió hasta la sala, en donde me agarro fuerte del brazo para que no pueda seguir caminando lejos de él y lo vaya a dejar con la palabra en la boca.— ¿Qué diablos crees que estás haciendo?, No puedes simplemente irte y dejarme con la palabra en la boca estamos hablando de algo muy serio aquí, el futuro de nuestra familia y todo por lo que nuestros padres han trabajado, deja de ser una egoísta y caprichosa Alana— ¡Debe de ser una jodida broma!, ¿Y por qué yo debo ser la que debe tenerlos en el buen lado?, no entiendo porque pasa esto.— ¿Por qué yo?, que es lo que no me dices, me llamas a decirme verdades a medias, entonces no tengo porque escuchar si no vas a ser honesto conmigo del todo, además debo irme Orlando me espera—Su agarre en mi brazo se aprieta más, provocándome un poco de dolor.—Fui claro con respecto a ese tipo Alana, no quiero que lo veas más, ya no puedes darte ese lujo de estar jugando a casarse y que te vean con ese perdedor,