Capítulo 26

Kamila

Daniel era un hombre sumamente atractivo y ahora que lo observe con detenimiento mientras lo vea desplazarse a su aire por la cocina, me preguntaba por qué nunca nos cruzamos desde de aquella noche. Puesto que ambos vivíamos en la misma ciudad y si él se acordaba de mí a la perfección, debimos de haber coincidido antes.

Vero de espalda a mí también me hizo observarlo determinadamente y observé lo que tanto Paula me ha dicho. Daniel es un hombre sumamente atractivo y de cierto modo me subía el ego saber que estuve con un hombre como él. Un hombre de apariencia indomable, con ese pelo rebelde que le llega hasta los hombros. Además, su escultural cuerpo de dios griego tallado a mano, me ponía nerviosa y ansiosa. No obstante, no estaba aquí para admirarlo ni comérmelo con la mirada, estaba aquí para hablar de Rachel y Emma.

— Daniel, no quiero que tu posición económica arruine la crianza de las niñas. Estoy consciente de que eres su padre y que tienes todo el derecho