DESCONOCIDO.
La mujer estaba sentada en un fino restaurante, mientras bebía su taza de café, como le gustaba. Sin mucha, azúcar, bien cargado y con un toqué lechoso.
Se estaba impacientando, habían transcurrido ya más de unos cuantos minutos de la hora que había citado a la persona que estaba esperando, pero este aún no llegaba.
Tenía otras cosas que hacer para estar esperando a alguien que no iba a venir, así que se dispuso a irse, pero en la entrada del restaurante vio a quien estaba esperando, entonces se quedó en su lugar, mientras llegaba.
—Disculpa por el retraso, hay mucho tráfico.— habló la persona delante de la mujer.
—No importa, lo que importa aquí es que necesito un favor.— dice la mujer a su invitado.
—¿Cuál favor?
La mujer busca su teléfono y me muestra una imagen, y su invitado se remueve incómodo en su silla.
—No lo puedo hacer.—responde.
Aquello para la mujer un no, no era una respuesta, esa mujer no le
RAENo llegamos a tiempo, pero tampoco llegamos tan tarde, todo por hacerle caso al hombre que cada cinco minutos me seduce, la próxima vez debía de ser firme, aunque yo solita me engañaba.—Te dije que llegaríamos tarde.— le reprochó a Gabe. Este me rodea la cintura para así susurrarme en el oído.—Llegaría tarta a cualquier lugar, si así escucho tus gemidos.— este sonríe y me lleva adentro del yate.Con cuidado subimos la escalera para entrar, al parecer Emilio había tirado la casa por la ventana.La música estaba a un volumen moderado, dejando que la gente pidiera hablar sin tener que gritar.—¡Por fin llegan!, ¿Qué m****a estaban haciendo?— pregunta Emilio, al llegar hasta nosotros. Nos mira y entiende el mensaje. —Allá están los chicos, más tarde es la propuesta. Tu Gabe ven conmigo.Me despido de Gabe, pero este al parecer le gusta no ser discreto, así que me besa.—Oye no te vas a ir a Irak por miles de años, ya te lo de
El sudor caía por mi rostro, mi corazón latía a mil y aun así no podía sacar de mi mente la imagen de Gabe y Anastasia intentando besarse. No quería parar, pero si no lo hacía iba a sufrir un infarto. Moderadamente bajé el ritmo para no hacerlo de golpe. Respiré hondo varías veces para que mis pulmones tomarán aire. Físicamente no quería hacer más nada, pero mentalmente me lo exigía, necesitaba quemar la frustración que tenía por dentro.—Vaya, sí que corres rápido, aunque dicen que no es bueno para la salud.— dice alguien a mi lado. Levanto la mirada y veo mi pensamiento hecho persona.—Hola.—saludo.—Por lo de anoche…— comienza a hablar.—No importa, con la que debería hablar es con Génesis, a ella le debes una disculpa también.— digo.—Si, ya la he llamado pero no contesta. No quiero ser impertinente así que le daré su espacio.— comenta y yo asiento.Anastasia tenía la apariencia de alguien buena persona, pero no era así, en mi interi
—¿Por qué Anastasia está aquí?—pregunto, mientras me como el rollo primavera.—Rebecca le vendió sus acciones a Anastasia, ya que al parecer David renunció a la empresa.— respondió y muerde su pedazo de sushi.—No sabía que David había denunciado a la empresa.—¿Por qué tan sorprendida?—pregunta este.—Trabaje más de un año para tu hermano y sé la dedicación que le ponía a su trabajo, era mal humorado y con un carácter de m****a, pero amaba trabajar aquí, así que me sorprende que él, haya dejado todo así por así.—No sé, por lo menos tengo un problema menos.—¿Por qué odias a tu hermano?—pregunto.Lo veo pensativo, mientras mira a la nada y aprovecho a comerme uno de sus sushis.—Te vi, así que me das uno de tus rollos primavera.—yo me río por ser descubierta. —No es que odie a David, pero al ser de madres diferentes lo hizo difícil, ya que mi madre fue la favorita de mi padre, y eso a Rebecca le molestó mucho, ya que ella tení
El día llegó y todo estaba listo, había llegado temprano para arreglar las cosas, estaba tan emocionada para qué llegará la hora en que viniera.Ya le había mandado la invitación con Sara, pero aún había tiempo, así que fui a recoger leña, porque Génesis me había dicho que lo hiciera temprano y que no estuviera muy húmeda. Me demoré un poco, ya que había encontré una cascada, y traté de recordar el camino porque quería enseñársela a Gebe cuando llegará.Cuando terminé deje la leña en el bote que había a un lado para así ya comenzar a prepararme.Cuando termino me veo en el espejo, mi cabello cayendo en mi hombro con ondas, y una bata transporte que hacía ver una lencería blanca que combinaba con el look, solo faltaba el cumpleañero.Esperé varios minutos hasta que escuche pisadas desde afuera y me preparé para recibirlo, cuando abrieron la puerta, me quedé sin saber que hace, ya que quien entraba era David y no Gabe.—¡Ah!— grité y este se asustó,
—Mm está buenísimo.— dije cuando probé la pasta en salsa blanca que esté había preparado.—¿Por qué comes como un cerdo?, Tranquila nadie te va a quitar el plato.—Está bueno.—Si ya lo dijiste, ¿Qué dijo Gabe?Eso fue un puño en el estómago, ya que no quería pensar en eso, solo lo iba a olvidar por ahora.Había sido un golpe realmente bajó de parte de él, ni siquiera se dignó en buscarme.No, se fue me imagino a un lujoso restaurante con la arpía esa.—Nada, solo que me cuidará.—Estás mintiendo.— dice metiéndose el tenedor con la pasta enrollada a la boca.—No le dije que estoy contigo.—Eso no tiene nada que ver, Gabe no es alguien que dice cosas así, al contrario se preocupa demasiado por las personas.—Tienes una anécdota.— este deja el tenedor en el plato y me mira.—Soy mayor que Gabe por unos años, pero cuando éramos chicos Gabe no era la mitad de lo que es ahora, era pequeño y delgado, mientras que
En la mañana siguiente David y yo nos pusimos en marcha muy temprano, ya que había mucho tráfico.Nos tomó más de dos horas salir de allí, mis mensajes comenzaron a llegar cada uno, por la señal restablecida.—¿En dónde quieres que te deje?—pregunta David. Le di la dirección de la casa de Gabe.Cuando llegamos le agradecí a David, bajó con mi mochila y me despido de él.Estaba tan cansada y no veía la hora de llegar a mi cama para dormir unas cuantas horas.Entre al lugar que por siete meses iba a ser mi casa, para dirigirme a laa escaleras e ir a la habitación pero alguien interrumpe mi plan.—¿Qué hacías con David?—pregunta el susodicho detrás de mí.—Tu amiga Anastasia fue la que planeo todo.— respondo.—Está bien que estés celosa de ella, pero ella no fue la culpable. Sara me dijo que fue por su error que no me entrego la invitación, espero que David no te haya tocado.—Aja, espero también lo mismo con Anastasia.— le informo
Estamos en la suite Imperial, sentada en el sofá Rubín estaba preparando la bebida, no tenía ganas de beber porque si lo hacía todo iba a salir mal.—¿Están aquí?— pregunta Assia llegando.Rubín también sale del mini bar para darnos la bebida, está se ve feliz demasiado diría yo.—Vamos a brindar, por nuestra amistad.— cada una tomó un vaso, hicimos brindis y no los bebimos de un solo tragó.Nada había ocurrido, estaba normal miré a las chicas, pero allí no había nadie. Allí estaba Anastasia sonriendo con su estúpida sonrisa y a su lado estaba Gabe, el cual le giro la cara para besarla, sin saber por qué comenzó a llorar como niña pequeña, hasta que Namjoon de BTS llega a salvarme y me lleva hasta la cama, lo veo y no lo creo.Lo miró coqueta sé que vamos a hacer el baile de la fertilidad, y eso me gusta, juego un rato con él, pero resbalo y caigo dándome un buen golpe en la cabeza.El dolor es horrible, pero trato de abrir los ojos y
Podía entender que Anastasia era la nueva vicepresidenta de la compañía, pero no entendía por qué ella estaba allí.Ni siquiera cuando David era vicepresidente iba a esas reuniones, ya que Gabe se encargaba de todo.Deje ese tema de lado, ya que necesitaba concentrarme para estudiar, ya que mañana iba a tener la prueba matemáticas y se me dificultaba un poco, la materia. Aún pensaba en lo ocurrido con Assia, le había escrito, pero no me contestaba los mensajes así que entendí que necesitaba su tiempo para estar sola.Cuando sentí que ya había entendido algo de lo que tenía en mis apuntes, me fui a dormir rezando a todos los ángeles que mañana no me quedase en matemáticas.Me desperté como a las 7:30 de la mañana, fui a arreglarme e ir a desayunar, pero Andrea no estaba, eso era bastante raro, ya que siempre era puntual. Me hice un sándwich de nutela y en una botella eché jugo de manzana para irme corriendo a la universidad.Llegó a tiempo