Narra Mariam.No he de negar que la llamada de mi madre me alegro más el día, ella dice que vendrá después de que nazca el bebé de mi hermano, que quiere hablar conmigo, ella me dijo algunas cosas, y de verdad que me sentí tan feliz al escucharla. Porque no solo me dijo eso, también me dijo que ella está feliz porque estoy con Daniel. Pueden creerlo, cuando la escuché, creí que estaba en un sueño. Sé que todos en esta vida cometemos errores, todos somos humanos y yo adoro a mi mamá a pesar de nuestras diferencias.Daniel y yo llegamos al club, mis amigos están aquí, y en cuanto nos ven entrar mis amigas me llevan a la barra para pedir nuestras bebidas, pero hoy no quiero alcohol, hoy quiero disfrutar mi cumpleaños al máximo, pues todavía tengo mis reservas con lo sucedido tiempo atrás. — Mar, que hermosa te vez con ese vestido. — dice Natalia y yo ruedo lo ojos. — Tomen las fotos que quieran, porque no me verán con otro de nuevo, saben perfectamente que no me gustan, no son de mi ag
Narra Mariam. Al llegar a casa de Daniel, y antes de entrar, me cubre los ojos con su corbata, ni siquiera me di cuenta que traía una. — ¿Qué haces? — pregunto, y lo escucho sonreír. — ¿Confías en mí? — me pregunta, y yo asiento con la cabeza. Siento sus labios sobre los míos, dándome un tierno beso. — Vamos mi amor, te iré guiando, no temas. — es un poco extraño, porque no veo nada, subo con cuidado algunos escalones que él me indica hasta que llegamos a no sé dónde. Daniel quita su corbata de mis ojos, y yo parpadeo un par de veces para acostumbrarme un poco a la luz. — Oh!!! Daniel esto es fantástico. — digo sorprendida, estamos en una terraza, con una mesa divinamente arreglada, pétalos de rosas al rededor de nosotros y velas. — Sorpresa. — dice abrazadome por detrás. — Mi plan era cenar contigo, los dos solos, pero jamás imagine que tardaríamos en el club, de verdad tienes mucha pila. — dice, haciéndome sonreír.— Si de bailar se trata, no te imaginas cuanto. — sonrío al v
Narrador.Monica no estaba contenta, sabía que esa relación ya estaba más que consolidada, ella era consciente, del amor que su hijo sentía por la joven, pero era más el odio que sentía en su corazón que no le importaba destrozar esa felicidad, si ella no era feliz nadie lo sería. Es cierto que una madre hace cualquier cosa por sus hijos, pero Mónica estaba llena de venganza, de odio, rencor, y lo único que tenía en mente, era deshacerse del problema. Estaba en su habitación, y marcó un número. — hola. — dijeron al otro lado de la línea. — Sami, que gusto escuchar tu voz. — dijo Mónica con voz entusiasmada — Hola señora Mónica ¿Cómo está? — pregunto la chica, con extrañeza, por la llamada de su ex suegra. — Samantha, seré sincera contigo, necesito tú ayuda, creo que eres la única que puede ayudarme con eso dime ¿cuando volverás? — dijo Mónica con preocupación fingida en su voz. — En unos días señora, pero dígame. ¿Qué pasa? ¿Cómo puedo ayudarla? — pregunto la chica. — No te
NarradorSamuel subió a un autobus, sin rumbo fijo, cuando la pantalla del autobus anunció la gran inauguración de una de las joyerías mas grandes de Londres.Estaban entrevistando a uno de los grandes empresarios y dueño de dicha joyería y ahí la vio. Vio a Mariam del brazo de ese hombre, escuchó claramente, cómo preguntaban sobre su relación. Escucho claramente, cómo él decía que eran muy felices, la vio muy sonriente y feliz al lado de ese hombre, eso lo lleno aún más de coraje. — Mariam, Mariam con qué eres feliz al lado de ese tipo, veremos que pasa, cuando me presente ante ti, veremos que harás. Te destruire, así como lo hiciste conmigo, te dije que serias solo mía, y si no fuiste mía, no lo serás de nadie, he venido aquí, para que vivas como yo vivo, te destrozare, así sea lo último que haga en esta vida. Apretó los puños, Samuel estaba decidido a todo, se bajó en la última parada que el autobus hacía y se dispuso a buscar un lugar donde pasar la noche, en lo que buscaba un l
Narrador. unos días después. Mientras tanto Mónica estaba llevando acabo su primer paso. En una cafetería ella y Samantha se encontraban platicando.— dime ¿me ayudaras? Vamos Sami, sabes que Daniel es un buen hombre, y esa mujer que tiene a su lado, solo está con él, por su dinero, ayúdame a separarlos, por el tiempo que estuviste casada con él, creo que merece que lo ayudemos un poco, para que se dé cuenta — dijo Mónica, con la esperanza de que Samantha cayera. — No lo sé Monica, yo lo vi muy feliz a él y a ella. Creo que estás mal interpretando las cosas, Daniel no es tonto y eso yo lo sé, viví tres años a su lado, lo conozco, y no hay nada que se le escape. — lo sé, pero está embobado con esa mujer, le cumple todo lo que ella quiere, y ya estoy harta, sabes que ni siquiera va a casa a visitarme, todo porque ella se lo impide, ella no me quiere cerca, me odia, no quiere que conviva con mi hijo, quiere separarme de él — Samantha suspiro, ella sería madre en unos meses, y no sabr
Narrador. Samantha al verlos salir hizo una llamada — ya esta listo, creo que la chica creyó que Daniel y yo nos estábamos besando, por que salió de aquí hecha una furia, pero Daniel se fue tras de ella — Mónica sonrió, al escuchar eso, su plan estaba saliendo como ella quería. — No te preocupes Sami, de lo demás yo me encargo, estoy segura que con eso, ella no querrá saber más de mí hijo, después de todo tú eres su ex esposa. — dijo ella. Mónica terminó la llamada. Y Samantha salió del lugar, ella había hecho lo que Mónica le había pedido y había salido bien, mientras tanto Mónica hacía otra llamada. — Ya está todo listo, mis hombres la van siguiendo y está a punto de llegar al cruze, es tu turno de vengarte Samuel, demuestra que de verdad la odias — Mónica colgó, sin darle oportunidad al hombre de replicar. — Hoy es tu fin Mariam, mi venganza por fin terminará contigo. — pensó la mujer, y sonrió. Mientras tanto, la chica iba como alma que lleva el diablo, hasta que llegó a un c
Narra Daniel. Despierto poco a poco, siento un dolor en mi cabeza, llevo mis manos hacia ella y esta vendada. Recuerdos vienen a mi mente, por dios Mariam, trato de levantarme pero me mareo, una enfermera corre hacia mí, al ver lo que intento hacer. — Señor Harrison, por favor tranquilícese. — Dices que me tranquilice, dime¿Dónde esta la mujer que estaba a mi lado? Responde — pregunto desesperado. — Señor yo no sé nada, mi turno acaba de empezar, déjeme investigar, pero por favor no intente levantarse y no mueva mucho su brazo izquierdo. La enfermera sale, y pongo atención en lo que me ha dicho. Mi brazo también está lastimado, pero eso es lo último que me importa, yo lo único que quiero saber es como esta Mariam. Supongo que la enfermera ha llamado a un médico, porque unos minutos después entra médico. — Señor Harrison, por fin ha despertado — dice un hombre con bata blanca, el cual supongo es mi doctor. — Dígame ¿cómo se encuentra Mariam? — pregunto, en cuento lo veo entrar.
Narra Daniel.Todo lo que Jack me dijo me tiene conmocionado, yo seria incapaz de hacerle daño a Mariam, la amo, y daría la vida por ella, sin ella yo no soy nadie ¿cómo se atreve a pensar? Que yo quería que esto pasara. Mi madre llega muy preocupada — Daniel hijo ¿cómo estás? ¿Cómo te sientes?— Bien mamá, estoy bien, no fue nada grave. — respondo. — Perdón hijo, por llegar a esta hora, pero mamá ya está aquí para ayudarte. — Gracias mamá. — Te quiero hijo, supe que Mariam también estuvo en este accidente, sabes ¿cómo se encuentra ella? — me sorprende su pregunta, no creí que lo fuera hacer así que la miró, para ver si no he escuchado mal. — No me mires así, y tampoco usted — le dice a mi abuelo. — Bueno creí que estarías feliz de saber que ella está mal, sé muy bien que Mariam no es de tu agrado. — Bueno si hijo, pero es la mujer que amas, que puedo hacer. Mi abuelo no dice nada y yo le digo todo lo que medio se, excepto de que me culpan por todo lo que he pasado. Ella está