El juicio de los pálidosEl castillo de los más poderosos vampiros existía desde tiempos inmemorables. Era un edificio alto, lujoso y contrario a lo que uno podría pensar, moderno. Khendra tenía un exquisito gusto en la decoración.El día de hoy se reunirían los tres vampiros más poderosos de todos los tiempos. Los asuntos que había que discutir eran de suma urgencia. Khendra abrió el gigantesco portón de hierro para que los invitados llegaran en sus lujosos automóviles. Aunque claro, no los necesitaban, pero cada uno portaba demasiada elegancia como para llegar a pie. El primer hombre que bajó se llamaba Julius, alto, de cabello pelirrojo y los ojos grises casi como la plata. Tenía una palidez sepulcral y los labios escarlata. Era un rasgo característico de los vampiros llevar un smoking de color negro. Pero Julius llevaba solo una camisa entallada que resaltaba sus músculos casi perfectos. Parecía de unos treinta años, aunque tenía más de cuatrocientos. Luego, Anna hizo su aparic
MarkEl nombre de mi hijo resonaba en mis oídos con la dulce voz de Sara. Ella había logrado crear una fisura en todas las capas de bestia. decía mi lobo internamente, como una voz diferente a la que escuchaba con anterioridad.Mi lobo tenía algo importante que proteger. Al nombrar a nuestro hijo, mi parte lobo que era cada vez más fuerte, había comprendido que solo había una manera de ganar, protegiendo a nuestra sangre.Era la palabra resonante en el instinto. Haría lo que fuera para proteger a mi familia, mataría a cualquiera. Estaba listo para usar mi poder enorme para aplastar a quien quisiera acercarse a los que amaba. Sara se arrojó sobre mí para abrazarme. Mi hermosa esposa, yo haría cualquier cosa por ella.Adren y Tanya también estaban allí presentes. Habían contemplado mi transformación y, sin embargo, seguían allí. Un Wolf-Blood no puede controlar su instinto sádico de pelea, solo domina con la muerte y no reconoce seres queridos. Es pura bestia, s
La huida de Zem tenía grandes consecuencias. La junta de vampiros había perdido por completo la paciencia. Khendra, estaba furiosa, sabía que Zem traería problemas a futuro.—Es un tonto. Su amor lo condenará. —dijo ella, golpeando una de las paredes del lugar.Tenían que encontrarlo. Los tres estaban cazándolo. Como vampiros prodigiosos, sabían bien que alguien inexperto como Zem no podría zafarse mucho tiempo de su justicia. Pero la ansiedad era difícil de manejar. —Es listo, es un desgraciado. —dijo Julius. Cuando encontró un amuleto de rastreo en uno de los bares que estaba en las proximidades del territorio.—Sabe usar objetos, no es más que un charlatán.Esa clase de amuletos era un señuelo para que el rastro se desviara. Zem debía estar en otro lugar, quizá incluso mucho más lejos que lo esperado. Los había despistado, llevaban buscándolo casi medio día y solo encontraron pistas falsas.—El buscará a la humana tarde o temprano. —dijo Julius. —Lo prudente será esperar a ese mom
Mark acababa de decir que me permitía ir con ellos a la exploración. Esta misión era por mi supervivencia, yo tenía que salvarme a mí misma además de tener ayuda. Era mi conexión con Zem la que me salvaría, solo yo podía reconocer cual sería el objeto.Sería emocionante poder tener otra aventura juntos, como manada. sentirme parte de la manada era algo que generaba en mí un sentimiento de fuerza. No me sentía sola, ahora sabía que mi hijo y yo estábamos protegidos. Sentía como pateaba lentamente cuando tocaba mi vientre, dejando mi mano allí por un tiempo largo, porque sentir que tenía fuerza y crecía era algo que me hacía feliz. Ni siquiera podía describir el nivel de felicidad que sentía porque mi bebé estuviera conmigo.—Te ves contenta. ¿Acaso olvidas que partimos a una misión horrenda? —preguntó Tanya, riendo.El camino resultó un poco más largo del que imaginamos, era un bosque confuso. Kily logró decirnos las indicaciones, pero en vivo y en directo eran otra cosa. No era un sen
Tanya yacía en el suelo de la mansión de antigüedades, su cuerpo retorcido por el dolor. La herida en su costado derecho era un grotesco recordatorio de su encuentro con el vampiro. La estaca de plata envenenada seguía allí, enterrada profundamente en su carne, liberando su veneno letal en su sistema.Su respiración era entrecortada y sus gemidos llenaban la sala, resonando en las paredes cubiertas de polvo y antigüedades olvidadas. La agonía que la envolvía era indescriptible. Cada latido de su corazón parecía un eco del tormento que la atormentaba. La sangre brotaba de la herida, mezclándose con el polvo del suelo de madera antigua.Sara se arrodilló ante ella, sin importarle que los vampiros habían comenzado a salir de las sombras.—¡Tanya! —gritó, tratando de sanar sus heridas.La flecha de plata había calado profundo. Mark y Adren comenzaron a defender al grupo, los vampiros estaban próximos a atacar.Friederich, el vampiro más habilidoso de entre el grupo, tomó a Collin por sorp
Sara buscó reanimar a Tanya con todas sus fuerzas. Cerró los ojos mientras presionaba las heridas para cortar la sangre que salía a borbotones de su cuerpo. Era insoportable ver como moría en sus brazos.—No te dejaré caer. —dijo ella, sujetándola contra su pecho.Mark peleaba contra el vampiro Friederich. Pero ella no veía la pelea, estaba inmersa en su misión imposible. Buscó recordar alguna clase de habilidad que Zem le hubiera enseñado, algo para curarla.Lloraba, las lágrimas se mezclaban con la sangre de la loba. El dolor de cabeza se hizo intenso.Su vista comenzó a desenfocarse lentamente. Sara se preguntó si iba a desmayarse.No, no era un buen momento para sentirse débil ni para tener síntomas de embarazo. Se repitió a si misma que tenía que concentrarse para ayudar a Tanya.Cerró los ojos, conectando con su lado vampiro. Era el conocimiento el que requería.Debía conectarse con Zem.Lo vio, como si estuviera frente a ella. En su propia mente, Zem sonreía como siempre.—¿Me
Miré hacia la biblioteca con total desesperación. Era un sentimiento abrumador de saber que estaba tan cerca y a la vez tan lejos de llegar a mi objetivo. Como un hilo que me separaba tristemente de mi final feliz, como una pared de cristal.Inhalé con fuerza tratando de llenar mis pulmones con el aire de ese sitio viciado. Al ver a esos vampiros con las bocas rojas repletas de sangre fresca, se me heló la piel, erizándome y poniéndome en alerta.Tanya me sujetó del brazo.Teníamos que pelear, era de vital importancia que lo lográramos. Yo tenía que llegar a esa biblioteca para encontrar el libro. Zem, lo había logrado ver en ese plano que juntos compartíamos. Nuestra conexión seguía siendo fuerte.—Zem no debió darte los poderes. —dijo el vampiro, mirándome con un ligero desprecio que no ocultó para nada.—¿Qué? —pregunté, mientras adoptaba una posición de defensa.Cubrí mi rostro con los puños como si así pudiera pelear. Yo sabía que ellos vendrían volando a atacarme para utilizar l
—Es una bebé muy hermosa… —empezó a decir la voz de un hombre mayor.Comencé a divisar en la escena, era un doctor. Me costó distinguir aquellas siluetas hasta que entrecerré los ojos y traté de concentrarme lo que más pude. Era difícil tratar de ver aquello, porque la nostalgia incluso me hacía nublar la vista. Como si no quisiera ver nada de lo que ocurriera allí.—Se llama Sara. Mi pequeña… —empezó a decir la voz de mi padre, que reconocí al instante.A pesar de que en ese momento fuera mucho más joven. Su voz seguía siendo casi la misma. Tomé el valor para contemplar mejor la escena. Ellos estaban juntos, abrazados, como una feliz pareja que acaba de tener a su pequeña. Mis ojos se llenaron de lágrimas—Estoy orgullosa de ti, cariño. Has logrado todo lo que prometiste. —dijo mi madre, con una sonrisa brillante. —Dijiste que estabilizarías nuestra economía y lo hiciste, le has dado a nuestra pequeña un hogar tranquilo y apacible. Para una vida normal.Una vida normal, esa puñalada