Admiro a mi madre y a Daniel, se ven tan despreocupados y tan tranquilos, como si la presencia de mi ex "mate" en esta casa no fuera un error.
—¿Pasa algo?— mi respiración se acelera por el enojo, ¿cómo puedes preguntar eso, idiota? Claro que pasa algo, ya no eres nada mío, ya no eres mi pareja, por lo tanto no deberías de estar aquí.
—¿En serio mamá?— susurro dolida,— No debiste de invitarlo, ¿por qué?
—Hija, tranquila. Daniel es tu pareja, ¿no es así? — ahora lo entiendo, Calrk debe de haberle lavado el cerebro a mi pobre madre.— En esta casa lo estimamos mucho —miro a Darian, quien tiene sus codos apoyados en sus muslos y sus manos en la nunca. Esto es igual de incómodo para mí que para él, lo entiendo.
—No se preocupe, señora. Yo entiendo que Elizabeth haya decidido pertenecer fuera de mi alcance, solo ella sabe su decisión. Es mejor que me vaya, no quiero poner incómodo a nadie— aplaisos mentales para él, eso hubiera pensado antes de
¿Creen que Elizabeth se vaya o se quede?
Al final, aunque Darian quería quedarse, se tuvo que marchar. El hecho de que se haya marchado me dejó un vacío, pero por una razón no me siento ansiosa, me siento tranquila. Ojalá se hubiera quedado más días, así, esto no sería tan incómodo. Estoy acostada en una cama infantil que por supuesto es muy incómoda, a lado mío está la cuna de Lenin, ¿ruido? Ni el de una mosca porque el pequeño James se despierta y por supuesto que no quiero molestar a nadie, ni siquiera a él. La idea de quedarme en la casa de mi madre ha sido bastante mal desde el principio, pero la insistencia de mi madre le ha ganado a mi juicio y a la de Darian. Quien ya había reservado mi habitación por más de una semana desde el principio, pero mamá creyó que era mejor idea estar aquí, en la habitación de mi sobrino llena de juguetes, casi inmóvil, qu
Es real lo que estoy escuchando y por lo que estoy pasando, y aunque esto parece ser un sueño no es más que una realidad. Desde donde estoy puedo ver que Daniel está tranquilo, sereno y apaciguado, no tiene esa mirada de cazador sobre mí como en las últimas veces. Su cara se ve mejor conforme pasan los minutos y suspiro al saber que de ninguna manera esos moretones y manchas de sangre son por mí. El nunca quiso que tú y yo estuviéramos juntos, incluso me lo advirtió, dijo que eras peligroso y no le creí.—Dilo Elizabeth, te prometo que esta vez cumpliré cada una de mis promesas. Por favor, toma el dinero, puedes gastarlo en lo que tú quieras, porque te repito, es lo menos que un idiota como yo puede hacer por ti.— Deja de hablar cuando nota que estoy a punto de articular una palabra, pero yo cierro la boca, sinceramente no sé qué responder ante su confesión. Me ha tomado por sorpresa todo esto, pensaba que esta conversación sería muy diferente.—Déjame respir
DANIEL (Época en donde Elizabeth y él se conocieron)Despierto con la sensación de haberlo arruinado todo, pero con el pecho sin un peso encima. Me siento aliviado y por primera vez en mucho tiempo, ninguna imagen del rostro o cuerpo de Emma ha aparecido en mis sueños. No sé que signifique eso, pero estoy feliz de por fin sentir que por una sola acción soy una mejor persona, aunque no creo que eso sea así, así me siento. Que bien se siente ser libre, esa libertad solo me la ha podido otorgar una sola persona, la menos indicada, pero la adecuada para la tarea, Elizabeth Kelley. Esa niña, es una niña, lo sé y no puedo estar más arrepentido por eso, pero realmente es guapa, no tanto, ni siquiera es mi tipo, pero sus ojos te atrapan, te hipnotizan y te hacen sentir que pueden leerte el alma. Su olor, a pesar de que ella no es mi mate sentí que olía a vainilla, la vainilla más pura que puede existir en el mundo.Solo por ella es que estoy aquí ahora, en esta escuela par
DANIEL—Debes de estar bromeando, ¿no es así Daniel?— no importa que sustente mis gastos, no importa que edad tenga, siempre le tendré respeto a mi madre, por eso, me mantengo con la miarada en mi plato sin decir nada.—¿Qué es lo que dices, hermano?— la apoya Natasha asustada, —Tú no puedes ser su mate, jamás, tú tienes, bueno, tenías a Emma.—Al menos de que...—Al menos de que esté mientiendo, claro está —termino la frase por mi mamá. Todos me miran sorprendidos, pero en especial mi madre me mira diferente, como si estuviera a punto de hacer lo peor de toda mi vida.—Tu llegada no solo ha traído más presión familiar, sino que también miles de sopresas, ¿qué más tienes para nosotros, hermano?— Ben sigue comiendo, no le importa lo que esté pasando, ni le importa que mi madre esté apunto de matarme.—Daniel no... ¿qué diablos te ocurre? Por favor, dinos que estás bromeando, porque estoy segura de que eso es. Una m*****a broma.—
—La verdad es que no sé que decir sobre eso, Daniel. No importa como lo vea o por donde lo vea, siempre sentiré que tus sentimientos siempre fueron fingidos. Y no, no debes de decir nada, lo confirmé en el momento en el que te volviste a encontrar con ella y puff, tu mundo se te vino abajo. —Evito mirarlo a los ojos y lo hago porque tengo miedo de que esa mirada, que esos bellos ojos me hagan sentir algo, no quiero que me perturben.—Nunca podré metir sobre ello, Elizabeth. Por el amor que te tengo, jamás podría metir sobre mis sentimientos porque son y siempre han sido verdaderos y sí, la llegada de ese amor que alguna vez tuve y que me arrebataron, me afectó y no sabes cuanto. No sabes como me sentía, me sentía de alguna forma dividido por el pasado y por mi presente, había una nube gigante que no me dejaba ver con claridad. No me permitía ver entre ustedes dos, y no, no debía elegir, porque no había opciones, solo había dos mujeres a las cuales había amado en un momento esp
Mi corazón se sintió aliviado por la conversación que mantuve con Daniel, siento que alguien me ha quitado una piedra gigante de encima. Que bien se siente la liberación de las cadenas llamadas "mentiras". Ojalá lo hubiera sabido antes, así hubiera podido evitar tantas cosas, tantos golpes y tantas heridas en el corazón y en mi orgullo.—¡Feliz navidad!— grita Salma, el alma de esta fiesta decembrinas, mi hermana/ prima o lo que sea mío, alza su copa de cristal llena de champagne, la alza en los aires e intenta brindar por algo como lo es la navidad. En cambio yo, estoy sentada desde un rincón observando como transcurre todo, comi si fuera el personaje que se encarga de narrar la vida de la protagonista.Mi hermano y Salma se abrazan y se me estruja el corazón al ver que su relación es buena, fuerte y sincera, los años viviendo jusntos les ha servido para entablar una relación hermano-hermana. Estoy orgullosa de James, cada día se convierte en un mejor hombre
De una forma u otra logré arreglar las cosas con mi mamá, con Marck y con Salma. No puedo decir lo mismo con Aranza, no sé cual de las dos está más inconforme con la otra, por más que intente acercame a ella los días que estuve con ellos, simplemente no pude demostrarle que quería llevarme con ella de nuevo, como en los viejos tiempos. Ella me abrió los ojos cuando dijo que desafortunadamente, nada era como antes y que no podíamos esperar a que todo fuese como antes, porque es imposible. Su frase fue por nuestra amistad, pero al final tocó una de mis fibras sensibles, Daniel. El Daniel al que amaba con locura, el que me quería y el que era mi mate ya no existe y sería ridículo pretender que después de todo lo que ha pasado, todo vuelva a ser como antes. Sé que aunque los dos tratemos, no podremos ser los mismos, no podré volver a amarlo nunca más.Al principio dolió y dolió demasiado, pero al final estoy logrando acostumbrarme a su ausencia en mi vida. Él era el centro
DANIEL Para Elizabeth: Querida Elizabeth, desde que te fuiste de Parsons he estado con un nudo en la garganta, a veces tomo el teléfono y quiero marcar tu número telefónico y escuchar tu voz, pero sé que probablemente no tomes mi llamada. A veces reviso tus redes sociales y se me acelera el corazón, se me descontrola, alocado por verte aunque sea en esas fotos que posteas de vez en cuando. Me siento raro mirando tus fotos, pero a veces eso es lo que me alivia. Como sea, eso no es lo que quería decirte, o mejor dicho escribirte. Dado a mi tristeza y a mi aburrimiento, he decidido escribirte en papel y con lápiz. Sé lo que vas a decir, probablemente te burles de mí porque puede haberlo hecho desde la aplicación de notas de mi teléfono. He apostado por lo antiguo, además, libero más mi ansiedad haciéndolo así, además sé que si muero mañana alguien encontrará esto y te entregará mis cartas. Exacto, no solo está esta carta, es la primera