DANIEL
(Época en la que Elizabeth y él se conocieron)
¿Qué si estoy loco? Sí, creo que sí y si antes no lo admitía, bueno, ahora sí. No importa si Zack me está mirando mal por lo que estoy a punto de hacer o lo que le acabo de contar, de todas formas estoy dispuesto a hacer lo que sea para ayudar a esa persona. Aunque a decir verdad, no sé si debería de darle ayuda a alguien que quizás no quiere ser ayudado, es ridículo.
—¿Es en serio, Daniel?— pone las manos sobre la mesa, pareciera que está a punto de explotar. —Por Dios, no lo hagas, ¿qué pretendes?
Hoy es sábado, un día cualquiera para mí y es que no tengo muchas cosas que b atender el día de hoy o más bien, desde ayer cancelé cualquier compromiso y he pedido quebsi algo ocurre, ellis tienen la autorización de manejar el problema, esta vez no es necesaria mi presencia ni mucho menos que me den el aviso. Hoy hay algo más importante que atender o más bien, ejecutar. Hoy llevaré acabo mi pequeño
ELIZABETHLa naturalidad con la que camina él y la furia con la que me mira Daniel me hace saber que en ese baño tuvo que haber pasado algo que lo hizo enfadar, Daniel es muy paciente, por eso me soprende que me mire de esa forma. Lanza cuchillos con la mirada y no solo a mí, en especial a Darian que viene hacia mí como si nada hubiera pasado, supongo que eso hace rabiar más a Daniel, no le gusta ser ignorado.—¿Esto fue una trampa, no es así Natasha?— susurro alarmada yofendida.— ¿Tan siquiera tenías ganas de saludarme o solo fingías por que tu querido hermano te lo pidió?—¡No! ¿Pero qué estás diciendo? No me acuses de cosas tan horribles, Elizabeth. Yo solo vienena saludarte porque realmente te he echado de menos, para mí, no importa que haya pasado entre el idiota de Daniel y tú, es irrelevante. Pero nuestra amistad es la que importa, tenía muchas ganas de saber que estabas bien, que mi hermano haya aprovechado el momento es otro asunto y no t
DANIEL Los tres nos quedamos callados, yo asustado por la pequeña posibilidad de que Elizabeth se de cuenta de que todo lo que estoy diciendo es una mentira. Ella debe de creerlo, su mamá verdaderamente tuvo dos mates, incluso se embarazó de uno de ellos y la tuvo a ella. Basándonos en esa genética familiar, esto debe de ser cada vez más creíble. Con rapidez, pero no demasiada, intenta cerrar la puerta, pero meto mi pierna entre ella y el marco para impedir que lo haga. Es mi momento de presentación, debo de dejarle en claro quien soy yo. Entro con ella a la habitación del baño, cerrandon la puerta detrás de mí, ella no puede escaparse. Al tenerme tan cerca y sabiendo que está si salida, su cuerpo empieza a reaccionar a mí, quizás no soy su mate, pero soy un hombre guapo, su respiración se precipita, sus vellos se ponen de punta al tenerme tan cerca. Retrocede unos pasos, pero yo elimino la distancia que queda entre los dos.<
La preocupación de todos e incluso de la persona que me golpeó no me sorprenden nada, pero aún así no puedo con tanta atención sobre mí. Todos a excepción de Darian, saben que en menos de lo que nos podamos dar cuenta estaré completamente bien. El problema aquí es que no podré explicarle a Darian como es que sucedió, por lo que planeo no salir de mi habitación hasta el día siguiente.—Me quedo contigo —los dos estamos en la puerta, él por su parte está intentando entrar conmigo.—No, Darian, no te preocupes, voy a estar bien. Solo son heridas internas, por eso el sangrado, estoy segura que mañana ya no habrá ni un rastro de sangre, ni un moretón. —Mis intentos por parecer convincente al parecer no funcionan, porque Darian aún sigue mirándome con es expresión de preocupación en los ojos.— Vamos a dormir, ha sido un día muy largo, será mejor que descansemos un rato.—Está bien, Elizabeth. Tú ganas, pero por favor, si tienes alguna molestia, dolor, s
Admiro a mi madre y a Daniel, se ven tan despreocupados y tan tranquilos, como si la presencia de mi ex "mate" en esta casa no fuera un error. —¿Pasa algo?— mi respiración se acelera por el enojo, ¿cómo puedes preguntar eso, idiota? Claro que pasa algo, ya no eres nada mío, ya no eres mi pareja, por lo tanto no deberías de estar aquí. —¿En serio mamá?— susurro dolida,— No debiste de invitarlo, ¿por qué? —Hija, tranquila. Daniel es tu pareja, ¿no es así? — ahora lo entiendo, Calrk debe de haberle lavado el cerebro a mi pobre madre.— En esta casa lo estimamos mucho —miro a Darian, quien tiene sus codos apoyados en sus muslos y sus manos en la nunca. Esto es igual de incómodo para mí que para él, lo entiendo. —No se preocupe, señora. Yo entiendo que Elizabeth haya decidido pertenecer fuera de mi alcance, solo ella sabe su decisión. Es mejor que me vaya, no quiero poner incómodo a nadie— aplaisos mentales para él, eso hubiera pensado antes de
Al final, aunque Darian quería quedarse, se tuvo que marchar. El hecho de que se haya marchado me dejó un vacío, pero por una razón no me siento ansiosa, me siento tranquila. Ojalá se hubiera quedado más días, así, esto no sería tan incómodo. Estoy acostada en una cama infantil que por supuesto es muy incómoda, a lado mío está la cuna de Lenin, ¿ruido? Ni el de una mosca porque el pequeño James se despierta y por supuesto que no quiero molestar a nadie, ni siquiera a él. La idea de quedarme en la casa de mi madre ha sido bastante mal desde el principio, pero la insistencia de mi madre le ha ganado a mi juicio y a la de Darian. Quien ya había reservado mi habitación por más de una semana desde el principio, pero mamá creyó que era mejor idea estar aquí, en la habitación de mi sobrino llena de juguetes, casi inmóvil, qu
Es real lo que estoy escuchando y por lo que estoy pasando, y aunque esto parece ser un sueño no es más que una realidad. Desde donde estoy puedo ver que Daniel está tranquilo, sereno y apaciguado, no tiene esa mirada de cazador sobre mí como en las últimas veces. Su cara se ve mejor conforme pasan los minutos y suspiro al saber que de ninguna manera esos moretones y manchas de sangre son por mí. El nunca quiso que tú y yo estuviéramos juntos, incluso me lo advirtió, dijo que eras peligroso y no le creí.—Dilo Elizabeth, te prometo que esta vez cumpliré cada una de mis promesas. Por favor, toma el dinero, puedes gastarlo en lo que tú quieras, porque te repito, es lo menos que un idiota como yo puede hacer por ti.— Deja de hablar cuando nota que estoy a punto de articular una palabra, pero yo cierro la boca, sinceramente no sé qué responder ante su confesión. Me ha tomado por sorpresa todo esto, pensaba que esta conversación sería muy diferente.—Déjame respir
DANIEL (Época en donde Elizabeth y él se conocieron)Despierto con la sensación de haberlo arruinado todo, pero con el pecho sin un peso encima. Me siento aliviado y por primera vez en mucho tiempo, ninguna imagen del rostro o cuerpo de Emma ha aparecido en mis sueños. No sé que signifique eso, pero estoy feliz de por fin sentir que por una sola acción soy una mejor persona, aunque no creo que eso sea así, así me siento. Que bien se siente ser libre, esa libertad solo me la ha podido otorgar una sola persona, la menos indicada, pero la adecuada para la tarea, Elizabeth Kelley. Esa niña, es una niña, lo sé y no puedo estar más arrepentido por eso, pero realmente es guapa, no tanto, ni siquiera es mi tipo, pero sus ojos te atrapan, te hipnotizan y te hacen sentir que pueden leerte el alma. Su olor, a pesar de que ella no es mi mate sentí que olía a vainilla, la vainilla más pura que puede existir en el mundo.Solo por ella es que estoy aquí ahora, en esta escuela par
DANIEL—Debes de estar bromeando, ¿no es así Daniel?— no importa que sustente mis gastos, no importa que edad tenga, siempre le tendré respeto a mi madre, por eso, me mantengo con la miarada en mi plato sin decir nada.—¿Qué es lo que dices, hermano?— la apoya Natasha asustada, —Tú no puedes ser su mate, jamás, tú tienes, bueno, tenías a Emma.—Al menos de que...—Al menos de que esté mientiendo, claro está —termino la frase por mi mamá. Todos me miran sorprendidos, pero en especial mi madre me mira diferente, como si estuviera a punto de hacer lo peor de toda mi vida.—Tu llegada no solo ha traído más presión familiar, sino que también miles de sopresas, ¿qué más tienes para nosotros, hermano?— Ben sigue comiendo, no le importa lo que esté pasando, ni le importa que mi madre esté apunto de matarme.—Daniel no... ¿qué diablos te ocurre? Por favor, dinos que estás bromeando, porque estoy segura de que eso es. Una m*****a broma.—