Despierto por el movimiento que hay en la cama, la primera en despertar es Elizabeth, pues está emocionada por lo que va a pasar hoy.—Buenos días, cielo.— Se acurruca mi lado, mete su cabeza en el espacio entre mi clavícula y mi cuello. Sonrío, me gustan las cosquillas que esa acción generan en mi piel. —Hola, guapo— me saluda emocionada y feliz. Ella generalmente es muy alegre, su alegría de vez en cuando me hace muy bien. —Hola, preciosa, ¿has dormido bien?— tengo una pregunta para ella, pero es mejor no hacerla, no quiero que piense que he sido yo el de la idea de la unión de Salma y Andrew. —Te ves hermosa recién despierta— paso mi brazos al rededor de su cuerpo, la posición idónea para darle miles de besitos. —Deberíamos de levantarnos y tomar un baño, hoy será un día atareado— pensar en eso me provoca dolor de cabeza. Siempre he pensando que es una mala idea, pero... Elizabeth debe de ser feliz, además de que durante todos los preparativos estuvo muy emocionada por ello.Wntro
Elizabeth se ha puesto pantalones cortos y una camiseta negra... que es mía, concluyo y un par de Converse negros. De la mano bajamos a la mesa, pues es la hora de ir a desayunar. Toda la familia está lista para la fiesta y sorprendentemente todos están felices, menos yo.—Buenos días — saludo a todos con el rostro serio.—Buenos días a todos— canta Elizabeth tomando asiento, yo lo hago también y me siento a su lado. De frente queda Ben y Natasha y mamá en el extremo al igual que papá. —¿Cómo están chicos?— comenta mamá mirándome especialmente a mí. Ella está analizando a mí porque sabe que esto podría ser difícil y sí. —Yo... nerviosa —admite Elizabeth, toma el bol de fruta y lo acerca a su plato. Se sirve una cuantiosa cantidad. Todos la vemos, llevamos una semana viviendo juntos y sabemos cuanto come y siempre come pequeñas cantidades. —Tranquila Elizabeth, no te preocupes por nada. La que planeó todo soy yo, por lo tanto todo va a salir de maravilla —responde Natasha muy segura
Elizabeth se ha ido a maquillar o eso, eso dijo Natasha que iban a hacer. Yo siento que tengo mucho tiempo libre, así que me doy la oportunidad de ir a la casa que estamos arreglando. Quiero saber si Zoe está haciendo su trabajo. Papá pone toda la confianza en ella y muy pronto ya no serás papá quien le de ordenes, sino yo. Pues en un mes tomaré el cargo de la constructora definitivamente, papá dice que está demasiado cansado y que ya no puede seguir con eso. Y pues se le ocurrió la magnífica idea de pasarme la responsabilidad, está heredandome el trabajo de toda su vida. Pero a pesar de que él ya no se hará cargo oficialmente, tomará decisiones y aprobará otras, será como el inversionista fantasma.Llego a la casa, la miro desde lejos. Verla me provoca nucha tristeza y melancolía, pues... significa tanto para mí. A lado de ella aún sigue unos cuantos vestigios de la casa de madera que alguna vez construí con mi padre. Gracias a esa experiencia, quise estudiar arquitectura. Fue mi pri
El sonido de algo cayéndose es lo que me distrae. La voz femenina es lo que me trae de nuevo a la tierra. — Mierda— susurra, pero es audible para mí. —Mierda, mierda.— La voz viene de la casa, Zoe. Debe de ser ella, así que camino hacia la casa en busca de esa mujer que apenas y conozco bien. Natasha le dijo que no viniera, sin embargo está aquí en mi casa haciendo justo lo que le pidieron que no hiciera. Erróneamente abro la puerta sin tocar, pues esta... sin la camisa puesta. Ella abre los ojos muy pero muy abiertos, está aturdida pues no sabe que diablos hacer... no sabe si cubrirse, disculparse o salir corriendo del lugar. —Yo...— miro la escena. Hay una botella de vino en el suelo regandose, además de eso, hay una camiseta absorbiendo el líquido. —¿Zoe?— comento asustado por la intromisión —Estás... bien...— no lo he dicho como una pregunta, parece más como un plegaria asustada. —Una disculpa... es que... estaba afinando unos detalles en mis diseños y pues tenía una botella de
Me miro al espejo, el traje que mamá preparó para mi está bien. Está casi hecho a mi medida y se ajusta a mi cuerpo de una manera muy buena, mamá se ganó el cielo con esto. Creo que también es un regalo de paz o de al menos aprobación de la situación que vivo con Elizabeth. Si ella no estuviera de acuerdo con esta fiesta quizás no me hubiera hecho llagar esto, solo se hubiera enfadado conmigo y ya, pero al parecer está siendo bastante amable. La conversación que tuve con mi mejor amiga resuena en mi cabeza, yo estoy seguro de que no es lo que ella dice. Vaya, por como lo dices... parece que te gusta, hermano... Vaya, por como lo dices... parece que te gusta, hermano... Vaya, por como lo dices... parece que te gusta, hermano... Vaya, por como lo dices... parece que te gusta, hermano... parece que te gusta, parece que...—No, no me gusta, solo me cae bien —me digo a mi mismo con voz gélida. Ojalá eso le hubiera dicho a Bethany, pero al final se quedó con la idea de que Elizabeth si me
Todos alrededor de nosotros dos, nos miran con una sonrisa, pero no todos tienen el la cara una sonrisa auténtica, sino que unas son falsas. Principalmente la de mi madre... tiene los ojos negros... los ojos llenos de ¿decepción? No lo sé, no logro descifrar que es lo que por medio de su mirada quieren decir. Sé que ella ha estado apoyándome a lo largo de este par de meses que he pasado a lado de Elizabeth actuando como su mate. Ella me ha reprochado el hecho de que lo haga, pero al final siempre me perdona y acepta mis decisiones. Es una buena madre, pero aun y siéndolo simplemente no esta contenta con lo que 3estoy haciendo y mucho menos de que esté aquí, de pie junto a ella mientras nos toman fotos. Quizás mi madre ve a esta escena como una que ya ha visto antes y puedo pensar que así lo veo porque... yo también me siento así. Cuando Emma y yo estuvimos esa fiesta llena de esas personas que apenas y nos conocían juntos. Ellos nos tomaban fotos como ahora mismo a Elizabeth y a mí,
Miro a Zack quien desde lejos me hace una seña para que mire hacia la dirección de Bruno. Está mirándome, también de vez en cuando a mi padre y a mis hermanos... pongo los ojos en blanco. Bruno es un verdadero grano en el culo y estoy empezando a hartarme de él. Con las manos en los bolsillos, camino hasta donde está sentando como si nada pasara. El y yo sabemos que todo pasa y que hay algo que le molesta, que le carcome. Así que me pongo en frente de él. Esperando a que me mire y lo hace, después de esto cruza la pierna sobre la otra.—¿Que tal te la estás pasando, Bruno? Bueno, ahora ya somos... familiares, eres el padre de mi mate. De la luna de esta manada, Luna negra. —Le informo alegremente. —Al final, como siempre, te saliste con la tuya niño Clark.— A pesar de haber usado su frecuente insulto, le sonrío, le dedico una pequeña sonrisa. —Si, estoy acostumbrado a salirme con la mía. ¿Sabes a que también estoy acostumbrado? A matar a las personas que me estorban, a eso también
Pensé y creí que la fiesta había salido bien. Es decir, a pesar de que hay muchas personas aquí que no están del todo de acuerdo con esta unión un tanto falsa, no hubo ni creo que vaya a haber algún problema. La noche es tranquila, los invitados están sonrientes, alegres y de vez en cuando sueltan carcajadas. Todos parecen disfrutar la noche, el cielo está estrellado, pequeños puntos tintineantes nos dan un rayito de luz. Y ni se diga de la Luna, está amarilla, brillante y hermosa como siempre. Además de eso, es una noche fresca y gracias a la decoración con antorchas, el ambiente está perfectamente cálido. Desde la seriedad de mi hermana, la organizadora de la fiesta, me doy cuenta de que todo ha salido bien. Incluso la cena estaba demasiado deliciosa y las bebidas son refrescantes. No hay nada de malo por aquí, yo me siento tranquilo y todo gracias a que Elizabeth no se esta comportando como creí que lo haría. No está encima de mí, no me está obligando a tomarme fotos con ella o sim