Gritos sin fin, era una sinfonía que Valentinne conocía bastante bien por donde ella iba, las personas la aclamaban y llamaban tal cual como su padre le había registrado su segunda identidad, como si él supiese que ocurriría con ella en el futuro, como si estuviese advirtiéndola que algo malo que llegaría a ocurrir para que ella recurriera a tal nombre, la verdad es que jamás había llegado a entender por qué su padre le indicaba siempre que aquel nombre era la muestra fija de que ella era una persona importante para él y que luego se lo agradecería, estaba muy pequeña a decir verdad para comprenderlo.
Pero si ahora llegaban a preguntarle cómo se sentía en aquel momento con su padre, además de sentir devoción y amor, sentía gratitud, pues aquella decisión antigua había logrado salvarle la vida y la de su hija hacía ya varios a&ntild
--De verdad que eres un fastidio, ¿Qué haces aquí? Si te soy sincero Karim, no me interesa escucharte en este preciso momento… --un resoplido se escuchó de parte de Karim antes de sentarse frente a Adrien.--No puedo creer que estés tan tranquilo cuando esa perra está aquí, la quiero lejos, debes encárgate de eso ahora mismo, yo no deseo que...--No importa lo que desees, la verdad es que no es asunto tuyo quien pisa esta ciudad o no, hasta ahora tengo entendido que no tienes los derechos de propiedad de esta ciudad… --que ofensa más grande.De verdad que Karim estaba muy enojado, preocupado y hasta se podría decir que se encontraba muy, pero muy ansioso, si Adrien volvía con aquella mujer, si ella le contaba todo lo que sucedía, la cosas se pondrían feas, y ellos no tendrían posibilidad de salvarse de la ira de Adrien, sin contar el hecho de que sus p
Los ruidos de la cámara no dejan de sonar de un lado a otro, mientras que Adrien tomaba una copa de vino y observaba desde la distancia, allí estaba ella, con un hermoso vestido palo rosa que se ceñía a su hermosa figura y sonreía con tranquilidad a los camarógrafos que no dejaban de pedir una fotografía y de hacer preguntas sobre el hecho de que hora se encontraba en una de las fiestas más cotizadas de toda Francia, parecía que ella llamaba toda la atención en el lugar, sobre todo si ahora ella era tomada de la mano por el gran empresario Jack Eliot, alguien que usaba una corbata a juego con el vestido de Valentinne y estaba a su lado sin soltarla un milímetro.Adrien dio un gran suspiro y revolvió su corto, pero rebelde cabello para poder intentar poner un poco su cabeza sobre la tierra, pues el impulso de querer ir allí con ella e indicarle a todos esos chismosos con cámaras q
--Sé que tal vez esto te irrite un poco más, pero… ¿Estás bien? --era la quinta o sexta vez que le hacía esa pregunta.Pero sus ojos llenos de preocupación mientras tomaba sus manos amablemente y la observaba con delicadeza le hacían entender que él estaba preocupado, y de que no deseaba que ella estuviese mal y no quería que nada en aquel momento estropeara la tranquilidad que ellos habían tendió por todos esos años, pero ella era fuerte ella era una mujer que no se dejaría vencer por sus demonios, era alguien que no estaba dispuesta a verse destruida y mucho menos a darle el gusto semejante a sus enemigos de verla derrotada o quebrada por simples palabras cuando ellos podían hacer mucho más que eso.--Esto
Fotos por doquier, palabras llenas de alegrías y muestras de una clara felicidad era lo que rodeaban a los ahora prometidos, las personas estaban llenas de exaltación y no sabían cómo poder demostrar cuan felices se encontraba con el hecho de que las revistas de chismes tenían razón, que ellos ahora eran parejas, que se iban a casar, no había más que cámaras detonando y miles de invitados buscando tener un rato de fama con la pareja del momento mientras que se acercaban a tomarse fotografías para las revistas de chismes de Francia y posiblemente para las Estadunidenses que estarían complacidas con la noticia.Pero entonces Jack sabía perfectamente que Valentinne estaba incómoda, que al parecer se había arrepentido grandemente con el hecho de haberle pedido que hiciera su propuesta en aquella noche, él lo había hecho anteriormente en Estados Unidos, y ella lo hab&iac
No sabía que decir, no sabía cómo interpretar aquellas palabras, pero entonces como si fuese un recordatorio de sus propios miedos recordó todo lo que había hecho aquel hombre que tenía sus mismos ojos, como aquel hombre había quemado su hombro y como la había mirado como si fuese una basura, su mano se fue directamente hacia su hombro y dio un paso hacia atrás y lo observo de manera desafiante, lo observo como una digna reina que espera la plegaria de un sirviente, como la mujer fuerte que deseaba aparentar y como aquella que no estaba dispuesta a sacrificar la paz que tenía con su hija por un amor que al fin de cuenta no tenía ningún sentido.--No eres más que ridículo, ¿Quién te dijo que no amo a mi prometido? ¿Qué te ha hecho creer que eres el único hombre que puedo llegar a amar en mi vida? Estás llegando sin a duda una fase de narci
--¿Entonces no me dirás nada? --solo había silencio en la boca de Valentinne, esta no se atrevía a mencionar una palabra, no se atrevía a mostrarse ante él, estaba ten llena de miedo.Incluso intento solamente evadirlo, e intento poder caminar de vuelta a la fiesta, pero Cedrik se había atravesado en su camino y pensó que quizás si se quedaba en silencio aquel hombre se cansaría de jugar con ella y simplemente se marcharía, tal vez si no veía nada con que jugar él podría cansarse y se largaría de una buena vez, era una pena que las cosas no sucederían de aquella manera, era una total pena que aquel hombre tenía una manera muy distinta que pensar, pues la verdad es que parecía terriblemente divertido el hecho de que ella solamente estuviese allí en silencio.--Conocí a tu hija por fotos, de verdad que es hermosa, Dios no veo la hora
Sin más se fue de las escaleras dejando a Valentinne terriblemente exaltada, sus piernas no lo resistieron más y cayó de rodillas ante aquella alfombra, mientras que su respiración estaba completamente exaltada y su corazón latía a mil por horas observo su mano y esta le palpitaba de manera dolorosa, ella había golpeado a aquel hombre con esa mano, ella había tenido la valentía que creía que había llegado a perder hacía mucho tiempo, no sabía cómo había llegado a hacerlo ni sabía cómo había llegado a tener la fuerza suficiente para hacerlo, pero lo cierto era que estaba llena de temor, llena de sorpresa en sus ojos.Quería llorar, pero también quería gritar, estaba tan eufórica, tan temerosa y tan enojada, no sabía cómo alguien como ese hombre podía existir en este mundo, porque ella tenía que viv
¿Negarle? Ella creía que había muerto, no era su culpa, ella solo buscaba la seguridad de su pequeña hija, seguridad que sabía que no tendría en manos de aquel hombre, ni con aquella familia llena de arpías en donde incluso le les permitía hacer con su vida lo que desearan, ella no iba a permitir que su pequeña hija se viera envuelta en aquel juego de intrigas que maneja la familia Leroux, ella no iba a permitir que él estuviese dispuesto a dañar la pequeña infancia de su hija, que con tanto esfuerzo ella había cuidado, ella amaba tanto a su hija que estaba dispuesta a sacrificar su gran amor por su seguridad y las cosas seguirían de aquella manera hasta el final.No le importaba lo que él tuviese que decir, no le gustaba que esos seres perversos siquiera tuviesen la idea de estar cerca de su pequeña, más aún cuando aquel había dicho aquellas pa