--Sé que tal vez esto te irrite un poco más, pero… ¿Estás bien? --era la quinta o sexta vez que le hacía esa pregunta.
Pero sus ojos llenos de preocupación mientras tomaba sus manos amablemente y la observaba con delicadeza le hacían entender que él estaba preocupado, y de que no deseaba que ella estuviese mal y no quería que nada en aquel momento estropeara la tranquilidad que ellos habían tendió por todos esos años, pero ella era fuerte ella era una mujer que no se dejaría vencer por sus demonios, era alguien que no estaba dispuesta a verse destruida y mucho menos a darle el gusto semejante a sus enemigos de verla derrotada o quebrada por simples palabras cuando ellos podían hacer mucho más que eso.
--Esto
Fotos por doquier, palabras llenas de alegrías y muestras de una clara felicidad era lo que rodeaban a los ahora prometidos, las personas estaban llenas de exaltación y no sabían cómo poder demostrar cuan felices se encontraba con el hecho de que las revistas de chismes tenían razón, que ellos ahora eran parejas, que se iban a casar, no había más que cámaras detonando y miles de invitados buscando tener un rato de fama con la pareja del momento mientras que se acercaban a tomarse fotografías para las revistas de chismes de Francia y posiblemente para las Estadunidenses que estarían complacidas con la noticia.Pero entonces Jack sabía perfectamente que Valentinne estaba incómoda, que al parecer se había arrepentido grandemente con el hecho de haberle pedido que hiciera su propuesta en aquella noche, él lo había hecho anteriormente en Estados Unidos, y ella lo hab&iac
No sabía que decir, no sabía cómo interpretar aquellas palabras, pero entonces como si fuese un recordatorio de sus propios miedos recordó todo lo que había hecho aquel hombre que tenía sus mismos ojos, como aquel hombre había quemado su hombro y como la había mirado como si fuese una basura, su mano se fue directamente hacia su hombro y dio un paso hacia atrás y lo observo de manera desafiante, lo observo como una digna reina que espera la plegaria de un sirviente, como la mujer fuerte que deseaba aparentar y como aquella que no estaba dispuesta a sacrificar la paz que tenía con su hija por un amor que al fin de cuenta no tenía ningún sentido.--No eres más que ridículo, ¿Quién te dijo que no amo a mi prometido? ¿Qué te ha hecho creer que eres el único hombre que puedo llegar a amar en mi vida? Estás llegando sin a duda una fase de narci
--¿Entonces no me dirás nada? --solo había silencio en la boca de Valentinne, esta no se atrevía a mencionar una palabra, no se atrevía a mostrarse ante él, estaba ten llena de miedo.Incluso intento solamente evadirlo, e intento poder caminar de vuelta a la fiesta, pero Cedrik se había atravesado en su camino y pensó que quizás si se quedaba en silencio aquel hombre se cansaría de jugar con ella y simplemente se marcharía, tal vez si no veía nada con que jugar él podría cansarse y se largaría de una buena vez, era una pena que las cosas no sucederían de aquella manera, era una total pena que aquel hombre tenía una manera muy distinta que pensar, pues la verdad es que parecía terriblemente divertido el hecho de que ella solamente estuviese allí en silencio.--Conocí a tu hija por fotos, de verdad que es hermosa, Dios no veo la hora
Sin más se fue de las escaleras dejando a Valentinne terriblemente exaltada, sus piernas no lo resistieron más y cayó de rodillas ante aquella alfombra, mientras que su respiración estaba completamente exaltada y su corazón latía a mil por horas observo su mano y esta le palpitaba de manera dolorosa, ella había golpeado a aquel hombre con esa mano, ella había tenido la valentía que creía que había llegado a perder hacía mucho tiempo, no sabía cómo había llegado a hacerlo ni sabía cómo había llegado a tener la fuerza suficiente para hacerlo, pero lo cierto era que estaba llena de temor, llena de sorpresa en sus ojos.Quería llorar, pero también quería gritar, estaba tan eufórica, tan temerosa y tan enojada, no sabía cómo alguien como ese hombre podía existir en este mundo, porque ella tenía que viv
¿Negarle? Ella creía que había muerto, no era su culpa, ella solo buscaba la seguridad de su pequeña hija, seguridad que sabía que no tendría en manos de aquel hombre, ni con aquella familia llena de arpías en donde incluso le les permitía hacer con su vida lo que desearan, ella no iba a permitir que su pequeña hija se viera envuelta en aquel juego de intrigas que maneja la familia Leroux, ella no iba a permitir que él estuviese dispuesto a dañar la pequeña infancia de su hija, que con tanto esfuerzo ella había cuidado, ella amaba tanto a su hija que estaba dispuesta a sacrificar su gran amor por su seguridad y las cosas seguirían de aquella manera hasta el final.No le importaba lo que él tuviese que decir, no le gustaba que esos seres perversos siquiera tuviesen la idea de estar cerca de su pequeña, más aún cuando aquel había dicho aquellas pa
Miles de suspiros habían salido de la boca de Adrien desde aquella mañana, de hecho era terrible de verlo a simple vista, parecía afligido y de muy mal humor para sus empleados, tan así que Calun estaba pensado seriamente en decirle a todos que no lo miraran siquiera, que parecía que cualquier cosa sería el detonante para aquel hombre furibundo, fue una dicha cuando él simplemente había subido a su auto y había ignorado a su abuela hablarle una y otra vez después de haberlo seguido a su casa, debido a que según ella había actuado de la peor manera en la fiesta de la noche anterior, la verdad a él no le importo en lo más mínimo, tanto así que le indico a su abuela que debería haberle dado vergüenza lo que había hecho y por esa razón no deseaba verla por un tiempo, Alice estaba más que enojada y herida, pero a Adrien no le importa en lo m&aac
Un leve golpeteo en el escritorio era el sonido que acompañaba la silenciosa en la oficina, Adrien había llegado hacía un tiempo a aquel lugar lúgubre, que de verdad era el menos indicado para su mente distorsionada por el dolor, la ira y el resentimiento, todo iba de la mano de aquello que lo juzgaba y lo sometía a una tortura de regaños por haber permitido que su esposa sufriera todo aquello, por haber perdido tanto tiempo con su hija, por el hecho de que hora no era más que un hombre que había perdido todo por manos externas, por el hecho de no haber tenido el valor de remediar las cosas antes de que ocurriesen.No podía evitarlo, el golpeteo con su dedo hacia el escritorio se había vuelto aún más constante, y más fuerte, parecía estar a punto de levantarse y lanzar todo por los costados del escritorio y tal vez destruir todo a su paso, hacer un gran berrinche mientras liberab
--Entonces ella dijo que hablaba muy raro y yo solo la golpee, nadie insulta mi manera de hablar, papi Jack dice que hablo hermoso, pero ella se burló de mí, me llamo cerda americana, no debe llamarme así, malditos niños xenofóbicos… --la expresión llena de sorpresa salió de los labios de Valentinne, mientras que Zoe luchaba consigo misma en no soltar una estruendosa carcajada.Cada día era más difícil poder lidiar con el temperamento explosivo de Cristel, ella definitivamente no sabía qué hacer con ella, amaba a su hija con locura, era verdad, pero aquel temperamento que ella estaba más que segura que no era de su parte, estaba más que segura que ella nunca había visto aquello de su parte, peor tampoco lo había hecho de parte de los otros.Aquella niña era cada día más parecida a él, cada día tenía más