Ashley FreetmanNoah, saludó besando mi mejilla, al igual que su padre, quien se notaba preocupado, al igual que mi tía Ivanna. Bill, respiró profundo, culminando de ingresar a la casa. Jaime, no estaba con ellos, pues había llegado más temprano y se había reunido con los chicos, nuevamente en el jardín, que al parecer, habían dejado sus juegos en pause para arreglarse.─ Recuerda tú promesa, ─ mencionó Noah, en mi oído.─ Después que hables con tú padre e Ivanna, hablamos los dos, ─ siseó y ambos nos observamos. Yo, asentí besando ligeramente sus labios, él sonrió y de allí culminamos de ingresar y pasamos a la sala, luego caminamos hasta el mueble dónde estaban tía Valerie y Samuel. Mis abuelas, bajaron junto a tía Abigail y sus dos pequeños. El tío Jordan, se levantó ayudarla acomodar los niños en las carriolas de cada uno. La pequeña Jordana, ya estaba aprendiendo a comportarse, la tomé entre mis brazos antes que la llevaran a su carriola. Noah, acarició su cabello, mientra
Ashley FreetmanLa cena continuó entre conversaciones médicas.─ Felicito al Chefs, ─ mencionó Bill, alagando la cena.─ No hubo Chefs, todo es obra nuestra, ─ musitó tía Ivanna.Bill, sonrió complacido. Luego su sonrisa se borró de su rostro y volvió la de preocupación. Tía Ivanna, lo observó frunciendo su entrecejo y allí se dio cuenta que Bill, tenía conocimiento de nuestra relación.─ Espero que no tengamos problemas con la propuesta de Lumbardi, ─ mencionó tía Abigaíl, un poco preocupada, dirigiendo su visión hacia tía Valerie.─ ¿Qué propuesta? ─ Preguntó tío Samuel, observando a su hermana.─ Un contrato exclusivo para todos los eventos de su cadena hotelera, ─ mencionó tía Abigaíl, con una sonrisa de oreja a oreja. El tío Samuel, observó a tía Valerie y ella, le devolvió la mirada con fastidio a tía Abigail y luego a su esposo. Definitivamente tía Valerie, no tenía el mismo entusiasmo que tía Abigail, por ese contrato y yo, me estaba preguntando el ¿Porque? Culminamos de c
Abigail McCarthyLa beba seguía dormida, suspiré profundo escondiendo las gotas anticólicos antes de que Jordan, llegara. No deseaba más discusiones con mi esposo, aunque sabía que este aún era el inicio. ,Nunca había conocido un hombre, más complicado en temperamento que él. Salí de la habitación de la beba, ingresando a la del pequeño Jean Carlos. Mi suegra me hizo una señal llevando su dedo índice a su nariz, simulando hacer silencio, sonreí acercándome a la camacuna observando al pequeño profundamente dormido. Aún recuerdo la sorpresa que nos llevamos, cuando salí embarazada del pequeño y el horror que vivimos, cuando a las pocas semanas de haber nacido mi pequeño hijo Jean Carlos, descubrimos que estaba nuevamente embarazada de la beba. Casi muero de la impresión y del miedo y si algo aprendí, es que el estar amamantando no funciona como método anticonceptivo, o por lo menos, para mí no funcionó. En silencio Hailey y yo, salimos de la habitación del pequeño, sin hacer el men
Abigail McCarthy─ Iré hacer el café, ─ mencionó mi suegra levantándose y alejándose del comedor.Jordan, observó a su madre, él sabía que Manuelita, ya tenía el café preparado, a mi esposo le fascinaba tomarse un café después del almuerzo, en realidad él, era adicto a esa bebida. Me apresuré a recoger los platos, pidiéndole ayuda a mis hijos mayores. El timbre sonó y Manuelita, limpió sus manos en una toalla, para dirigirse abrir la puerta principal. Cesar y Leonardo, salieron de la cocina mientras Hailey y yo, servíamos el café.─ Es la señora Ivanna, está en la sala junto al señor Jordan y los chicos, ─ mencionó Manuelita, con una sonrisa. Hailey, colocó una taza más y nos dirigimos a la sala.Ivanna, tenía a la pequeña entre sus brazos, al vernos se levantó del mueble para saludarnos. Ella, se veía radiante, al parecer su embarazo no le estaba afectando con síntomas prenatales. Nos acomodamos y servimos el café.─ Te veo mucho mejor y más tranquila, ─ mencionó Ivanna, obs
Abigail McCarthyUna hora después cuando nos dirigimos a nuestra habitación, bajé el cierre del vestido, estaba bastante cansada, pero Jordan y yo, nos merecíamos unas horas juntos. Solté el broche del brassier liberando mis pechos, deslicé la tanga por mis piernas, me observé en el espejo cuerpo completo, una vez estuve desnuda. Siempre hacía esto antes de ducharme, revisando completamente mi cuerpo, ya no era modelo, pero no podía permitir que mi cuerpo se deteriorara por descuido, con el desgaste y deterioro que deparaba una vejez es más que suficiente. Ingresé a la ducha lavando mi cabello y mi cuerpo, torcí mis labios en una sonrisa, al escuchar la puerta abrirse a través de la transparencia de la ducha. Observé a Jordan, desvestirse apresurado, abriendo la puerta corrediza ingresando a la ducha.─ ¿Ya se durmieron los niños? ─ Le pregunté.─ Están completamente dormidos, ─ murmuró rodeándome, pegándose completamente a mi espalda y comenzando a mordisquear mi cuello. Su erec
Ashley Freetman ─ Ashley, ─ pronunció tío Jordan, sentándose a mi lado, sacándome de los brazos de Mariluz y abrazándome, el tío besó la coronilla de mi cabeza.─ Noah, lo mejor será descansar y aclarar todo mañana, ─ mencionó tía Ivanna. Saqué mi rostro del pecho de tío Jordan, observando al aludido.Noah, pasó sus manos nerviosas por su cabello, observé a tía Ivanna, que prácticamente tenía a mi padre, retenido a su lado y sabía que era, para que no se lanzara encima de Noah.─ Ivanna, tiene razón Noah, ─ intervino mi abuela Hailey.─ Mamá, por favor, sabes bien que esto no hay que darle más largas, ─ interfirió tía Valerie.─ ¿Estás bien? ─ Me preguntó Noah, acariciando mi mejilla y por primera vez, sentí que no era correcto el contacto entre nosotros.─ Habla con tú padre... con la familia si lo deseas, ─ agregó.─ Y mañana lo haremos nosotros, ─ concluyó Noah.─ Creo que yo me despido, ─ mencionó Mariluz, con duda buscando mi mirada. Quizás no sabía si debía quedarse apo
Ashley Freetman Apenas toqué mi cama y hundí mi cabeza en la almohada, las lágrimas comenzaron a surgir. Ahogué mi llanto en la almohada, sin poder creer lo que había sucedido después de anunciar mi noviazgo.Unos minutos después tocaron mi puerta, con el dolor de mi alma le había pedido a mi tío Jordan, que me dejase sola, cuando me acompañó a mi habitación. Necesitaba un momento de soledad urgentemente. Cerré con seguro la puerta y no pensaba levantarme, para abrírsela a nadie.─ Ashley, ─ escuché la voz de mi padre, junto a unos nuevos toques insistentes en la puerta.─ Mañana papi, por favor, insistí limpiándome las lágrimas y volví a hundir mi rostro, en la almohada para ahogar mi dolor.Las palabras de tía Valerie, me tenían dando vueltas en la cama, al igual las de Noah. Observé mi ventana cerrada, pero no fui siquiera capaz de levantarme de la cama.Hundí nuevamente mi rostro, en la almohada y así pasé toda la noche, llorando, calmando, pensando y volviendo a llorar.
Ashley Freetman ─ Contigo lo soy mucho más, tengo miedo de perder esta tranquilidad y felicidad que tú me das y tengo miedo de darle permiso a mi corazón para que ame nuevamente, mencionó girando mi cuerpo para quedar frente a él y buscar mis labios, su beso no fue tan posesivo como lo hacía siempre, por el contrario, fue lento, suave, húmedo y me gustaron tanto como sus besos posesivos y pasionales.─ Sígueme contando, ─ susurré sobre sus labios, él giró nuevamente mi cuerpo pegando mi espalda a su pecho, como estaba antes y me rodeó con sus brazos, presionando mi cintura y besando mi cuello. ─ A las semanas me di cuenta que la chica que yo, amaba le gustaba otra persona... y... esa persona era prohibida para ella, porque era su cuñado. Estaba conmigo sin decidirse a ser mi novia, pero, cada día me daba más alas, se dejaba mimar, llenar de regalos y permitía que la besara. Cuando cumplí quince años, viví mi peor pesadilla con ella, o yo pensé que esa había sido la peor. Ella